Nicolás Chernishevski en el Diccionario soviético de filosofía

Filosofía en español 
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Nicolás Chernishevski

Nicolás Gavrilovich Chernishevski (1828-1889)

“Gran sabio y crítico ruso” (Marx), filósofo materialista, socialista utópico, jefe e inspirador ideológico del movimiento revolucionario-democrático de la década del 60, el más notable educador revolucionario ruso. Chernishevski profesaba la “idea de la revolución campesina, la idea de la lucha de las masas por el derrocamiento de todos los viejos poderes” (Lenin). Las obras de Chernishevski que, según palabras de Lenin, “respiran con la lucha de clases”, educaron toda una generación de revolucionarios. En filosofía, Chernishevski era un materialista continuador de Feuerbach, y desenvolvió el llamado principio antropológico en filosofía (ver: Antropologismo, ”Principio antropológico en Filosofía”). Chernishevski “es el único ruso verdaderamente grande que desde los años 50 hasta cerca del 88 ha sabido ponerse a la altura del materialismo filosófico integral y desechar los ruines embustes de los neokantistas, positivistas, machistas y demás confusionistas” (Lenin). La superioridad de Chernishevski, en comparación con Feuerbach, estriba en su comprensión del valor de la dialéctica hegeliana. Lenin llamaba por eso a Chernishevski, “el gran hegeliano ruso”. Chernishevski hizo la tentativa de interpretar de manera materialista el método dialéctico de Hegel y aplicaba diestramente este método para fundamentar sus concepciones revolucionarias y socialistas. Sin embargo, Chernishevski no pudo llegar al materialismo dialéctico del que estuvo muy cerca, a causa de su incomprensión de la base material de la sociedad. Aquí se revela el atraso de las condiciones de la vida rusa de entonces. En el terreno de la teoría del conocimiento, Chernishevski adoptó posiciones materialistas. Criticaba acerbamente el agnosticismo de Kant, ridiculizando la teoría que niega la cognoscibilidad del mundo. Para Chernishevski, la fuente del conocimiento es el mundo objetivo que obra sobre los órganos de los sentidos del hombre. La práctica, la experiencia, es el criterio de la verdad del conocimiento. Los trabajos de Chernishevski en el terreno de la economía política tienen un gran valor. Según palabras de Marx, Chernishevski expuso con mano maestra la bancarrota de la economía política burguesa. Extraordinariamente grandes son también sus méritos en el campo de la estética y de la crítica literaria. En su obra Relaciones estéticas entre el arte y la realidad, aplica con éxito la filosofía materialista a los problemas del arte. En una serie de artículos de crítica literaria argumenta y defiende la orientación realista revolucionaria en la literatura artística rusa. Chernishevski es un formidable escritor, autor de maravillosas obras artísticas: “¿Qué hacer?”, “Prólogo” y otras. El gobierno zarista castigó cruelmente a Chernishevski, condenándolo a una muerte civil y después enviado a trabajos forzados y desterrado a Siberia, donde permaneció más de 20 años. Los trabajos filosóficos más importantes de Chernishevski son: Las relaciones estéticas entre el arte y la realidad, 1855; Bosquejo del período gogoliano de la literatura rusa, 1855-1856; Crítica de los prejuicios filosóficos contra la hacienda comunal, 1858; “Principio Antropológico en Filosofía” (ver).

Diccionario filosófico marxista · 1946:66-67

Nikolai Gavrilovich Chernishevski (1828-1889)

Nicolás Chernishevski 1828-1889 Gran demócrata revolucionario ruso, filósofo materialista, crítico literario y socialista utópico. Chernishevski fue jefe y animador del movimiento revolucionario demócrata de la década del cincuenta al sesenta en Rusia y uno de los predecesores eminentes de los socialdemócratas rusos. Siempre permaneció fiel a “la idea de la revolución campesina, a la idea de la lucha de masas por la abolición de todos los viejos poderes” (Lenin, Obras, Ed. rusa). Sus obras que, según Lenin, están animadas del espíritu de la lucha de clases, han formado a toda una generación de revolucionarios rusos.

Desempeñó un papel principal en el desarrollo de la filosofía materialista rusa. Materialista consecuente, adversario intransigente del idealismo filosófico, «Chernishevski es el único escritor ruso verdaderamente grande que ha sabido seguir desde la década del cincuenta hasta 1888 a la altura del materialismo filosófico consecuente y desechar los míseros absurdos de los neokantianos, de los positivistas, de los “machistas” y demás embrollones. Pero Chernishevski no supo o, más exactamente, no pudo, en razón de las atrasadas condiciones de la vida rusa, elevarse hasta el materialismo dialéctico de Marx y de Engels» (Lenin, Materialismo y empiriocriticismo, p. 405, Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1948). Guiados por él, los materialistas combatían al campo de los idealistas rusos, que agrupaban a todos los elementos reaccionarios, enemigos de la liberación del pueblo. Chernishevski criticó con profundidad el idealismo de Kant (ver), Hegel (ver), Berkeley (ver), Hume (ver), y de los positivistas, y sus concepciones materialistas señalan el apogeo de la filosofía materialista anterior a Marx. A diferencia del antiguo materialismo contemplativo, el materialismo de Chernishevski revestía un carácter revolucionario y apelaba a la acción, ajeno por completo a toda actitud contemplativa hacia el mundo real. Todas sus ideas estaban al servicio de la “gente humilde”, es decir, de los trabajadores, para liberarlos de la servidumbre y de la esclavitud capitalista.

Su teoría del conocimiento era rigurosamente materialista. Criticó vivamente el agnosticismo de Kant y las demás teorías idealistas que niegan la posibilidad de conocer el mundo. El mundo objetivo que actúa sobre los órganos de los sentidos, era para él la fuente del conocimiento. Decía que la práctica es la piedra de toque de toda teoría. No rechazó, como lo había hecho Feuerbach (ver), la dialéctica de Hegel, sino que se esforzó en reelaborarla con espíritu materialista. En diferentes dominios –economía política, historia, estética, crítica literaria– Chernishevski ofreció magníficos ejemplos de análisis dialéctico.

Sin embargo, a causa de las condiciones objetivas –las de la servidumbre, en medio de las cuales le tocó vivir y luchar a Chernishevski– no se pudo elevar hasta el materialismo dialéctico e histórico de Marx. Su materialismo no está libre de ciertos defectos. Él mismo se decía materialista antropológico. Lo que determina la estrechez del materialismo antropológico, es el considerar al hombre como una parte de la naturaleza, como un ser biológico o fisiológico, al margen de su actividad social y económica, en lugar de considerarlo como un producto de relaciones sociales determinadas. De ahí la insuficiencia del materialismo antropológico en materia gnoseológica, su incapacidad de extender el materialismo a la historia de la sociedad humana, &c. La concepción del mundo de Chernishevski se resiente de esta estrechez del materialismo antropológico.

No obstante, su democratismo revolucionario le ayudó a vencer numerosos defectos del materialismo antropológico. En diversos puntos, Chernishevski se acercó a la concepción materialista de los fenómenos sociales. Percibía claramente el carácter de clase de la sociedad en la que vivía, la posición irreductible de los intereses de clase y la lucha entre las clases como fuerza motriz del desarrollo. Veía igualmente el vínculo entre la ideología y la conciencia por una parte, y las condiciones económicas por la otra; subrayaba que los intereses del pueblo priman en la historia de la sociedad, que las masas populares son el personaje principal de la historia. “Es preciso decir”, escribía, “que sólo son inconmovibles las aspiraciones y las instituciones sostenidas por el pueblo”. Las concepciones sociológicas de Chernishevski se hallan íntimamente ligadas a su democratismo revolucionario. Ya se tratara de problemas de filosofía, de economía política, de estética o de ética, fue antes que nada, un demócrata revolucionario, un animador de las luchas revolucionarias de las masas oprimidas contra el zarismo y la servidumbre. Comprendía perfectamente que sólo la violencia revolucionaria era capaz de destruir la servidumbre y de abrir los caminos de una vida nueva. Odiaba con todo su corazón a los liberales que ocultaban bajo frases grandilocuentes la naturaleza explotadora de la servidumbre y el capitalismo. Y tuvo el gran mérito de denunciar implacablemente la esencia contrarrevolucionaria del liberalismo en Rusia y en Europa Occidental. En la época de la reforma campesina, luchó contra el servilismo de los liberales respecto a los feudales. Comprendía perfectamente «toda la estrechez, toda la indigencia de la famosa “reforma campesina”, todo su carácter feudal» (Lenin, Obras, Ed. rusa). En su novela Prólogo, Chernishevski creó tipos vivos de liberales rusos en los cuales, los discursos sobre la “liberación” de los campesinos están en contradicción con sus actos. Chernishevski y sus adversarios, los liberales rusos de la época, eran al decir de Lenin, los representantes de dos corrientes, de dos fuerzas históricas absolutamente contrarias en la lucha por una Rusia nueva.

Chernishevski se interesaba vivamente por los problemas del Estado. Comprendía perfectamente el papel que desempeñaba el Estado en las sociedades feudal y burguesa, la esencia de su “despotismo desenfrenado”. Por consiguiente, la liberación de los campesinos y de los demás trabajadores no era posible, según él, a menos que el Poder pasara a manos del propio pueblo. En ese espíritu educaba a la juventud rusa de vanguardia; agrupaba a los revolucionarios, les enseñaba a ser fieles al pueblo hasta el fin. La revista que dirigía, el Sovremennik, fue la voz de las fuerzas revolucionarias de la Rusia de la década del cincuenta al sesenta, organizó la lucha revolucionaria contra la servidumbre y fue el órgano de la revolución campesina.

Chernishevski soñaba con la realización del socialismo surgido de la comunidad campesina. No sabía, no podía saber todavía, que el proletariado era la única fuerza capaz de construir el socialismo. Pero en su teoría del socialismo, Chernishevski se elevó muy por encima de los socialistas utópicos de Europa Occidental, y fue el que se acercó más al socialismo científico. Colocaba todas sus esperanzas en la revolución. Su socialismo utópico estaba íntimamente ligado a su democratismo revolucionario. Contrariamente a los utopistas occidentales, no desdeñaba la política, sino que era un gran político, un militante revolucionario. Comprendía que el socialismo no podía ser realizado sino sobre la base de una técnica avanzada, y que sólo las masas populares podían realizar esa tarea. Sus obras de economía política son de la mayor importancia. Marx subrayaba que Chernishevski había probado de mano maestra, como economista «la quiebra de la Economía “burguesa”» (El Capital, Lib. 1, vol. I). Lenin consideraba a Chernishevski como un profundo crítico del capitalismo. Chernishevski denunciaba a los economistas burgueses vulgares que hacían grandes esfuerzos por disimular y esfumar las contradicciones del capitalismo, y criticaba sin piedad al economista vulgar norteamericano Carey que predicaba la “armonía” de los intereses de clase. La “economía política de los trabajadores”: así era como Chernishevski designaba a su propio sistema económico, cuya idea capital era la “fusión de las cualidades del propietario y del trabajador en una sola persona”. El trabajo, decía, “debe cesar de ser una mercancía que se vende”. El mayor mérito de su doctrina económica, a pesar de todo lo que tiene de utópica, es el de haber proclamado el carácter irreductible de las contradicciones que separan a los trabajadores de los capitalistas.

Chernishevski legó obras capitales en el dominio de la estética y la crítica literaria. En su obra Relaciones estéticas entre el arte y la realidad, critica la concepción idealista hegeliana, y formula los principios fundamentales del arte realista revolucionario. De igual modo que las obras de Belinski (ver) y de Dobroliúbov (ver), la crítica literaria de Chernishevski ha ejercido una enorme influencia sobre la literatura, la pintura, la música rusas de vanguardia, y ha conservado toda su actualidad hasta nuestros días. Según Chernishevski, el arte tiene por función pintar verídicamente la vida real, interpretarla fielmente y apreciarla en su justo valor, estigmatizarla cuando fuere necesario. Por lo tanto, exigía de las obras de arte la crítica de la servidumbre. Además, afirmaba que es en la vida misma, en su impulso hacia formas sociales nuevas, superiores, y no en ideales abstractos donde es preciso buscar la belleza. Por sus principios estéticos, contribuyó al florecimiento del “realismo crítico” en el arte ruso. Chernishevski llevó a un grado elevado el papel social del arte. Fue un gran escritor que creó obras literarias de valor como ¿Qué hacer?, Prólogo, &c.

El gobierno ruso persiguió cruelmente a Chernishevski. Después de haber sido objeto de degradación cívica, fue deportado a Siberia donde pasó más de 20 años. Pero ni la prisión ni el exilio doblegaron la voluntad de este notable pensador y revolucionario. Gran patriota, firmemente ligado a su pueblo, luchó contra el cosmopolitismo de los publicistas reaccionarios Babst, Chicherin, Katkov. Odiaba con todo su corazón a los nacionalistas y a los racistas. Consagró su vida al servicio de la patria, y la lucha que emprendió por un porvenir mejor para el pueblo, desempeñó un papel considerable. Principales obras filosóficas: Relaciones estéticas entre el arte y la realidad (1855), Ensayo sobre el período gogoliano en la literatura rusa (1855-56), Crítica de las prevenciones filosóficas contra la propiedad comunalista (1858), El principio antropológico en filosofía (1860). Las cartas a sus hijos escritas en 1876-1878 cuando se hallaba deportado, y otros escritos, contienen igualmente ideas filosóficas importantes.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:110-113

Nikolái Gavrílovich Chernishevski (1828-1889)

Demócrata revolucionario ruso, filósofo materialista, crítico y socialista utópico. Nació en Sarátov, de padre sacerdote. Terminados sus estudios en la Universidad de Petersburgo (1850). Trabajó de profesor en el gimnasio de su ciudad. En 1853-62, fue colaborador y director de la revista «El Contemporáneo» («Sovremiénnik»), En 1862 fue detenido y encerrado en la fortaleza de Petropávlovsk, condenado a trabajos forzados y a destierro perpetuo en Siberia. En 1883, obtuvo permiso para residir en Ástrajan y luego para volver a Sarátov, donde murió. Chernishevski fue el jefe del movimiento democrático revolucionario de Rusia en la década de 1860 y uno de los predecesores más destacados de los [102] socialdemócratas rusos; propagó consecuentemente la «idea de la revolucion campesina, la idea de la lucha de masas por el derrocamiento de todos los viejos poderes» (Lenin., t. XVII, pág. 97). Con sus obras (de las que, según expresión de Lenin se desprende el hálito de la lucha de clases) se educó una generación entera de revolucionarios rusos. Ideológicamente, Chernishevski se formó bajo la influencia de las ideas de Herzen y de Belinski, así como de la filosofía clásica alemana, sobre todo de Feuerbach. Mas, Chernishevski llegó más allá que Feuerbach en la comprensión del papel social de la filosofía en general y en la comprensión del significado de la dialéctica de Hegel en particular. Chernishevski subordinaba por completo sus concepciones teóricas a la causa de la lucha de la «gente sencilla» de los trabajadores, para librarse de la servidumbre de tipo feudal y de la esclavitud burguesa. En gnoseología, defendía principios rigurosamente materialistas y criticaba enérgicamente el agnosticismo (de Kant y otros). Veía la fuente del conocimiento en el mundo objetivo, que actúa sobre los órganos de los sentidos del hombre. Confería gran importancia a la práctica, la denominaba piedra de toque de toda teoría. A diferencia de Feuerbach, intentó reelaborar la dialéctica de Hegel en un sentido materialista. En varios terrenos (economía política, historia, estética, crítica de arte) elaboré espléndidos modelos de análisis dialéctico de cuestiones teóricas y prácticas. Las condiciones que se desprendían de la realidad de entonces, el período de la servidumbre en el que Chernishevski tuvo que vivir y luchar, hicieron que éste no pudiera elevarse hasta el materialismo de Marx. El materialismo de Chernishevski no se encuentra libre de varios defectos esenciales (antropologismo, limitada concepción de la práctica, del proceso del conocimiento, &c.). Sin embargo, el democratismo revolucionario le ayudó a superar muchas insuficiencias del antropologismo. En varias cuestiones se acercó mucho a la explicación materialista de la vida social. Esto se refleja, ante todo, en su manera de concebir el carácter de clase de la sociedad de su tiempo, en su reconocimiento de la lucha de clases como fuerza motriz del desarrollo, &c. Chernishevski vio también el nexo de la ideología y de la conciencia del hombre con las condiciones económicas de su vida; subrayaba que, en la historia de la sociedad, poseen un valor fundamental los intereses de los trabajadores; consideraba a las masas del pueblo el principal personaje de la historia. Fue uno de sus méritos el haber puesto al desnudo la esencia contrarrevolucionaria del liberalismo ruso y de la Europa occidental. En el período de la reforma campesina, Chernishevski luchó contra el servilismo de los liberales ante los defensores de las prerrogativas feudales. Como indicó Lenin, comprendía perfectamente «toda la estrechez, toda la indigencia de la cacareada «reforma campesina», todo su carácter feudal» (t. XVII, pág. 96). Chernishevski soñaba con pasar al socialismo a través de la vieja comunidad campesina; fue como Herzen, un fundador del populismo. No sabía y no podía saber aún que únicamente el proletariado es la fuerza capaz de establecer el socialismo. Sin embargo, entre todos los utopistas, Chernishevski, con su teoría, fue quien más se acercó al socialismo científico, pues confiaba en la revolución. El socialismo utópico de Chernishevski se hallaba estrechamente unido a su democratismo revolucionario. Chernishevski comprendía que el socialismo sólo podía establecerse sobre la base de una técnica desarrollada y que tan sólo a las propias masas les era posible implantarlo. También fue fecunda la labor de Chernishevski en economía política. Marx indicó que Chernishevski como economista había aclarado magistralmente la bancarrota de la economía política burguesa. La idea básica de su economía política de los trabajadores» es la de «unificación completa de las cualidades del propietario y del trabajador en una misma persona». El trabajo, decía, ha de dejar de ser «una mercancla que se vende». En su obra «Relaciones estéticas entre el arte y la realidad» (1855), Chernishevski hizo una crítica profunda de la estética idealista, formuló los principios capitales del arte realista. Las obras de crítica literaria de Chernishevski, como los trabajos de Belinski y de Dobroliúbov, han ejercido una enorme influencia sobre el desarrollo de la literatura, de la pintura y de la música rusas de vanguardia, han conservado su valor hasta en nuestro días. Chernishevski fue un gran escritor, al que pertenecen obras literarias como «¿Qué hacer?» (1863), «Prólogo» (186769) y otras. Obras principales: «Ensayos sobre el período gogoliano de la literatura rusa» (1855-56), «Crítica de las prevenciones filosóficas contra la propiedad comunal» (1858), «El principio antropológico en filosofia» (1860), [103] «Carácter del conocimiento humano» (1885) y otras.

Diccionario filosófico · 1965:101-103

Nikolái Gavrílovich Chernishevski (1828-1889)

Filósofo materialista, escritor, crítico y socialista utópico ruso, líder del movimiento democrático revolucionario en Rusia en los años 60, destacado predecesor de la socialdemocracia rusa. Con sus obras se educó toda una generación de revolucionarios rusos. La mundividencia de Chernishevski se formó bajo la influencia de las ideas de Herzen y Belinski, así como de la filosofía clásica alemana, sobre todo, la de Feuerbach. Pero Chernishevski fue más lejos que Feuerbach en la comprensión del papel social de la filosofía. Subordinó por entero sus concepciones teóricas a la causa de la lucha por la liberación de los trabajadores de la esclavitud feudal y burguesa. En gnoseología, Chernishevski sostuvo posiciones rigurosamente materialistas y criticó con crudeza el agnosticismo (de Kant y otros). Chernishevski veía la fuente del conocimiento en el mundo objetivo que influye sobre los órganos de los sentidos del hombre. Atribuye gran importancia a la práctica, llamándola piedra de toque de toda teoría. A diferencia de Feuerbach, Chernishevski trataba de reelaborar en el espíritu materialista la dialéctica de Hegel. En varios dominios (economía política, historia, estética, crítica literaria), Chernishevski dio brillantes ejemplos de enfoque dialéctico de los problemas teóricos y prácticos. El materialismo de Chernishevski no está exento de defectos graves (antropologismo, intelección limitada de la práctica y del proceso de conocimiento, &c.). Pero el democratismo revolucionario le ayudó a superar muchos lados débiles del antropologismo. En varias cuestiones estaba muy próximo a la explicación materialista de la vida social. Esto se dejó sentir, ante todo, en su comprensión del carácter clasista de la sociedad de aquel entonces, en el reconocimiento de la lucha de clases como fuerza propulsora del desarrollo, &c. Chernishevski advierte también la ligazón de la ideología y la conciencia de los hombres con las condiciones económicas de su vida, subraya que el principal significado en la historia de la sociedad corresponde a los intereses de los trabajadores y considera que las masas populares son el principal personaje de la historia. En el período de la reforma campesina, Chernishevski luchó contra la adulación de los liberales a los terratenientes feudales. Chernishevski soñaba con pasar al socialismo a través de la vieja comunidad campesina; lo mismo que Herzen, fue fundador del populismo. No conocía y no podía conocer todavía que únicamente el proletariado era la fuerza capaz de construir el socialismo. Pero entre los demás utopistas, Chernishevski se acercó más de lleno al socialismo científico, pues cifraba sus esperanzas en la revolución. El socialismo utópico de Chernishevski estuvo estrechamente ligado a su democratismo revolucionario. Chernishevski comprendía que el socialismo sólo podía ser creado sobre la base de una técnica desarrollada y únicamente por las masas populares. Trabajó fecundamente también en el campo de la economía política. La principal idea de su “economía política de los trabajadores” es la “conjugación total de las cualidades de propietario y de trabajador en una misma persona”. El trabajo, decía, debe dejar de ser “mercancía vendible”. En su libro Las relaciones estéticas del arte con la realidad (1855), Chernishevski criticó a fondo la estética idealista y formuló los principios fundamentales del arte realista. Las obras crítico-literarias de Chernishevski, lo mismo que las de Belinski y Dobroliúbov, ejercieron una gran influencia sobre el desarrollo de la literatura, la pintura y la música de avanzada en Rusia y conservan su importancia hasta el presente. Chernishevski fue un notable escritor, autor de libros tales como ¿Qué hacer? (1863), Prólogo (1867-69) y otros. Obras: Ensayos sobre el período gogoliano de la literatura rusa (1855-56), Crítica de las prevenciones filosóficas contra la propiedad comunal (1858), El principio antropológico en filosofía (1860), Carácter del conocimiento humano (1885), &c.

Diccionario de filosofía · 1984:101