Clasificación de las neumonías

por Homo medicus · 22 de marzo de 2024

La neumonía es una infección del parénquima pulmonar, es decir, del tejido que forma los pulmones. Esta afección puede ser causada por diferentes tipos de microorganismos, como bacterias, virus, hongos u otros agentes infecciosos. La neumonía es una enfermedad grave que puede llevar a complicaciones e incluso causar la muerte, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados o en grupos de edad avanzada.

Las neumonías se pueden clasificar de diferentes maneras, teniendo en cuenta diversos criterios. A continuación, se describen las clasificaciones más comunes de las neumonías:

Clasificación según el lugar de adquisición:

Neumonía adquirida en la comunidad (NAC): Es aquella que se desarrolla en personas que no han estado hospitalizadas recientemente ni han residido en centros de atención a largo plazo. Puede ser causada por una variedad de microorganismos, como bacterias (Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae), virus (influenza, adenovirus) u hongos.
Neumonía adquirida en el hospital (NAH): Se refiere a la infección pulmonar que ocurre en pacientes hospitalizados durante al menos 48 horas. Las neumonías hospitalarias suelen ser más graves y están asociadas con microorganismos más resistentes, como Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) o Pseudomonas aeruginosa.
Neumonía asociada a ventilador (NAV): es una clasificación específica de la neumonía que ocurre en pacientes que están recibiendo ventilación mecánica en unidades de cuidados intensivos. Se desarrolla en personas que necesitan la ayuda de un respirador mecánico para respirar. Esto puede ocurrir debido a enfermedades graves, cirugía o lesiones graves. La ventilación mecánica puede aumentar el riesgo de infecciones respiratorias, ya que los tubos y equipos utilizados para la ventilación pueden facilitar la entrada de microorganismos a los pulmones.
Neumonía asociada con los cuidados para la salud: Esta categoría se introdujo para abarcar casos de neumonía adquirida en la comunidad, pero que están asociados con factores de riesgo similares a los de la neumonía hospitalaria. Incluye personas que han recibido atención médica en los últimos 90 días, como hospitalizaciones, visitas a clínicas, residencia en centros de atención a largo plazo o que han recibido tratamiento intravenoso en casa.

Clasificación según el agente infeccioso:

Neumonía bacteriana: Es causada por bacterias, siendo Streptococcus pneumoniae la causa más común en adultos. Otras bacterias que pueden causar neumonía incluyen Haemophilus influenzae, Legionella pneumophila, Mycoplasma pneumoniae y Chlamydophila pneumoniae.
Neumonía viral: Es causada por virus respiratorios, como el virus de la influenza, el virus sincitial respiratorio (VSR) y el adenovirus. Las neumonías virales también pueden ser causadas por el virus SARS-CoV-2, responsable de la COVID-19.
Neumonía fúngica: Es causada por hongos, principalmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados. El hongo más común asociado con la neumonía fúngica es Candida spp.

Clasificación según la presentación clínica:

Neumonía típica: Es la presentación clásica de la neumonía bacteriana, caracterizada por fiebre, tos productiva con esputo purulento, dolor torácico y alteraciones radiológicas típicas.
Neumonía atípica: Se refiere a la presentación clínica más leve y subaguda de la neumonía, generalmente causada por bacterias atípicas como Mycoplasma pneumoniae y Chlamydophila pneumoniae. Los síntomas pueden incluir tos seca, dolor de garganta, fatiga y malestar general.

Es importante tener en cuenta que estas clasificaciones pueden solaparse y que la presentación clínica de la neumonía puede variar dependiendo del paciente y de los factores de riesgo.

Históricamente, la neumonía se ha clasificado en diferentes categorías según el lugar donde se adquiría la infección. Estas categorías incluían la neumonía adquirida en la comunidad, la neumonía adquirida en el hospital y la neumonía asociada con el uso de ventiladores. Sin embargo, esta clasificación no siempre era precisa y no predecía de manera confiable la presencia de patógenos resistentes a los antibióticos.

Para abordar esta problemática, se introdujo una cuarta categoría llamada neumonía asociada con los cuidados para la salud. Esta categoría se creó para incluir los casos de neumonía adquirida en la comunidad que eran causados por patógenos resistentes a múltiples fármacos, generalmente asociados con la neumonía adquirida en el hospital. Sin embargo, esta categoría ha demostrado tener limitaciones y no es una guía confiable para identificar la infección por patógenos resistentes.

En lugar de confiar en categorías predefinidas de neumonía, es mejor evaluar a cada paciente de manera individual y considerar los factores de riesgo para la infección con microorganismos resistentes. Algunos de estos factores de riesgo incluyen el aislamiento previo del microorganismo, especialmente del aparato respiratorio, hospitalizaciones previas y tratamiento con antibióticos en los 90 días anteriores.

Es importante tener en cuenta estos factores de riesgo al seleccionar el tratamiento adecuado para la neumonía y elegir los antibióticos apropiados. La identificación precisa del agente infeccioso y su sensibilidad a los antibióticos es esencial para garantizar un tratamiento eficaz y evitar el uso innecesario de antibióticos de amplio espectro, que puede contribuir al desarrollo de resistencia antimicrobiana.

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