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“La hija del pantano”: sobrevivir al pasado

Neil Burger dirige “La hija del pantano”, otra película que busca convertir en estrella a Daisy Ridley, que no ha podido posicionarse como actriz alejada de la saga Star Wars.
sábado, 16 de diciembre de 2023 · 15:20

MONTERREY, NL (proceso.com.mx).- Helena es una preadolescente que vive en la espesura de los bosques, alejada por completo de la civilización. Ha pasado más de una década en aislamiento junto a su madre y su padre, que llevan una relación muy extraña, como un matrimonio salvaje.

Hasta que un incidente hace que se entere de las verdaderas circunstancias en las que se encuentra en ese sitio, y los verdaderos anhelos de su mamá, que no está en buenos términos con el patriarca.

Neil Burger dirige “La hija del pantano” (The marsh king´s daughter, 2023) otra película que busca convertir en estrella a Daisy Ridley, que no ha podido posicionarse como actriz alejada de la saga Star Wars, en la que obtiene prestigio, nombre y notoriedad como la arrojada Rey, heredera de los poderes jedi.

En este thriller hace una gran mancuerna de actuación con el siempre atractivo Ben Mendelshon, que interpreta a Jacob, su padre, El rey del pantano, que la tuvo contra su voluntad durante años, hasta que fue localizado por la policía. Luego de estar en prisión, se libera y busca recuperar a la chica, que ya tiene una vida hecha, con una familia a la que debe proteger.

El gran problema de la película es su carencia de verosimilitud. El guion se toma demasiados permisos para que se suponga que es posible lo que ahí realmente ocurre.

De forma increíble, la chica mantiene oculto su pasado ante el marido que, por lo que se percibe, no se preocupó en verificar ningún dato que le dio, hasta que fuentes externas lo alertan sobre el pasado misterioso y peligroso de su esposa, que resulta una verdadera desconocida.

Luego, Jacob no solamente es un experto en andar en los bosques como un cazador consumado, sino que tiene poderes de ubicuidad y evanescencia, pues puede estar en cualquier lado, localizar a cualquier persona, vivir en los bosques devuelta apaciblemente sin ser rastreado y desaparecerse a voluntad. Se da a entender que la casa de la chica queda muy cerca del área arbolada donde vive el padre, pues pueden ir y venir, y encontrarse casualmente en cualquier lado, como si hubieran pactado citas.

Valerosa, hábil por las destrezas que obtuvo de su atemorizante padre, Helena decide ir a su hábitat a buscarlo en solitario, pues sabe que tarde o temprano vendrá a reclamar lo que cree que le pertenece, que es su hija y su nieta, a las que quiere llevarse lejos en dementes ilusiones de crear una nueva familia.

Aunque hay muy buenas interpretaciones, pasan muy pocas situaciones. Se supone que la tensión descansa en la acechanza del tipo, aunque hay muy poco de eso, hasta llegar a un desenlace terriblemente deficiente, en el que se incorporan elementos nuevos, inesperados, fuera de lugar, que van haciendo que el viaje se vaya alejando cada vez más a la realidad, para acercarse a una cinta donde se pierde la seriedad.

Todo es terriblemente predecible y realmente no se ve ninguna sorpresa.

Al final queda una historia que tenía una premisa interesante, pero que fue torpemente manejada por un realizador que había hecho buenos trabajos como El Ilusionista o Sin Límites.

Es una cinta muy riesgosa que gustará solo a espectadores complacientes.

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