El hombre que mató a Gandhi

El hombre que mató a Gandhi

Magnicidio en India

En 1948, el extremista Nathuram Godse asesinó a sangre fría a Mahatma Gandhi. La figura del asesino es hoy reverenciada por el sector más radical del nacionalismo hindú

Imagen policial de Nathuram Godse, asesino de Gandhi. India, 1948.

Imagen policial de Nathuram Godse, asesino de Gandhi. India, 1948.

Mondadori vía Getty Images

Ocurrió poco después de las cinco de la tarde, en los jardines de la casa Birla, una villa de fachada blanca en Nueva Delhi, donde residía Mahatma Gandhi. Era el 30 de enero de 1948, y Gandhi, un frágil anciano de 78 años, se dirigía, acompañado de dos familiares, al lugar donde cada tarde rezaba frente a centenares de seguidores.

En ese entonces, India era ya un país independiente del Reino Unido, pero su territorio se había partido en dos naciones, India y Pakistán. La división, que se realizó principalmente por criterios religiosos, provocó baños de sangre entre hindúes y musulmanes, que habían sido vaticinados por el propio Gandhi.

El cadáver de Mahatma Gandhi cubierto de flores en Nueva Delhi, 1948.

El cadáver de Mahatma Gandhi cubierto de flores en Nueva Delhi, 1948.

Mondadori vía Getty Images

Este siempre fue contrario a la partición, e insistió en que una India independiente debía ser secular. Gandhi, que ostentaba el nombre honorífico de Mahatma (alma grande), profesaba el hinduismo, pero defendía que el nuevo país debería respetar la convivencia entre sus diferentes credos.

Esta visión conciliadora del padre de la patria –Gandhi era llamado Bapu, “padre”, en guyarati– no era bien vista por los extremistas de su propia confesión. Así, esa tarde de enero, un fanático hinduista llamado Nathuram Godse se acercó a él, y, juntando las palmas, lo saludó con un “námaste”, al que Gandhi respondió con una sonrisa.

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“Según un testimonio, el Mahatma habló con él”, según la crónica que publicó el diario británico The Guardian tras el magnicidio. “Entonces el hombre sacó una pistola de su bolsillo y le disparó tres tiros a bocajarro. Las balas le alcanzaron el pecho, el estómago y la ingle. Gandhi levantó las manos, todavía unidas a modo de saludo, por encima de su cabeza, y cayó. Fue llevado a la casa Birla y murió media hora después, a las 17.40 horas”.

Godse fue detenido por la policía, que también contuvo a la masa que quería matarlo a palos. Trasladado a comisaría, declaró que explicaría los motivos de su crimen cuando fuera juzgado.

Criado como niña

El juicio tuvo lugar en Delhi, y el acusado, en ningún momento, negó los cargos de asesinato que se le imputaban. Tampoco manifestó remordimiento alguno. Sus argumentos para asesinar a Gandhi fueron la complacencia del Mahatma con los musulmanes. Pronto se supo que el magnicida estaba vinculado a dos organizaciones ultranacionalistas que aspiraban a lograr una India exclusivamente hindú: la RSS (Rastriya Swayamsevak Sangh, o Asociación Patriótica Nacional) y el partido político Mahasabha.

Cuando Nathuram Godse asesinó a Gandhi, tenía treinta y ocho años y un pasado extraño, marcado por una infancia infeliz y una militancia ferviente en pro del nacionalismo hindú. Nacido en 1910 en Uksan, una pequeña aldea de la región del Maharashtra, su familia pertenecía a la casta hinduista Chitpavan Brahmán y estaba marcada por las muertes de sus tres hijos varones, nacidos antes que Nathuram.

El líder de la no violencia indio Mahatma Gandhi era un practicante de la orinoterapia

El líder de la no violencia indio Mahatma Gandhi. 

Archivo

Cuando este nació, sus padres, aconsejados por un sadhu, u hombre santo, decidieron criarlo como si fuera una niña para protegerlo de “los espíritus malignos”, que, según el sadhu, habían maldecido a la familia. Así, le pusieron un pendiente en la nariz y lo vistieron y trataron como mujer hasta que nació otro chico. Aquel piercing también le dio su nombre: Nathuram significa “hombre con la nariz horadada”. Su nombre de bautizo, Ramchandra, fue desdeñado.

En la escuela, fue objeto de constantes burlas, pero sus padres siguieron tratándolo como a una niña. Quizá para compensar esos malos ratos, le aseguraron que era un ser divino, dotado de poderes sobrenaturales. A los siete años, al mudarse de ciudad por un traslado del padre, el niño recuperó su condición masculina, y, a partir de entonces, según palabras de su ferviente biógrafo, Anup Sardesai, “tuvo una vida aventurera, mezclándose con otros niños y disfrutando de la escuela”.

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Sin embargo, Godse, según cuenta su biógrafo, nunca quiso contraer matrimonio. En el libro Nathuram Godse: La verdad oculta, Sardesai recrea la conversación que tuvo con su madre cuando esta le habló de la posibilidad de casarse: “Debido al trauma que me provocó vestir como una niña, he desarrollado una severa aversión hacia las mujeres”, le replicó.

Fervor nacionalista

Durante su adolescencia, Nathuram fue testigo de los inicios del movimiento de no cooperación con los británicos, iniciado por Gandhi. También durante esta etapa empezó a desarrollar un sentimiento patriótico que, como el piercing que le hicieron de niño, marcaría su vida.

A los catorce años, la familia lo mandó a Pune, la capital del Maharashtra. El objetivo era que lograra un certificado de inglés, imprescindible para acceder a cualquier puesto en la administración colonial. Pero el joven, que se había educado en idioma maharati, no completó sus estudios.

Trabajadores indios en huelga de apoyo a Gandhi en 1930.

Trabajadores indios en huelga de apoyo a Gandhi en 1930.

Dominio público

Después de tres años, retornó, asqueado, a la casa familiar, donde aprendió carpintería. Un nuevo traslado de su padre –a la ciudad costera de Ratnagiri, al sur de Bombay– fue fundamental para su destino: allí vivía, bajo arresto domiciliario, Vinaiak Dámodar Savarkar, uno de los ideólogos del nacionalismo hindú, contrario al movimiento de resistencia pacífica de Gandhi.

Nathuram fue, primero, su admirador, y acabó convirtiéndose en su secretario. Poco después, se afilió a la RSS. En 1937 se unió también a la otra gran organización nacionalista hindú, Mahasabha, que se convertiría en un partido político. Bajo su paraguas, lideraría una marcha de protesta contra la discriminación de los hindúes en el vecino estado de Hyderabad, gobernado por el poderoso nizam de fe musulmana Osmar Ali Khan. Debido a ello, Nathuram fue condenado a un año de prisión.

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Una vez liberado, su fervor nacionalista se convirtió en su forma de vida. Con la financiación de Savarkar –que se había convertido en el presidente de la RSS–, fundó un periódico pronacionalista junto al que se convertiría en su amigo íntimo, Narayan Apte, también inculpado por el magnicidio.

Alegato y horca

Durante los siguientes años, vertiginosos para el país, el fanatismo de Nathuram fue en aumento. Y, en paralelo, su odio hacia la figura de Gandhi. Para él y su círculo, el Mahatma era un “traidor”, partidario de la “vivisección” de India. En un par de ocasiones, Nathuram se encaró con Gandhi, en lo que hoy se llama un escrache.

A principios de 1948, Nathuram y su círculo ultranacionalista decidieron asesinar al padre de la patria. Consideraban que su influencia en el gobierno, liderado por el Partido del Congreso, era demasiado grande y favorecía a los musulmanes. Un primer intento de matarlo con una granada fracasó, pero nada se interpuso entre el líder y su asesino esa tarde de enero, pocos días después.

Juicio a los acusados del asesinato de Gandhi. En primera fila, a la izqda., Nathuram Godse. A su lado, su amigo Narayan Apte.

Juicio a los acusados del asesinato de Gandhi. Sentado en primera fila, a la izqda., Nathuram Godse. A su lado, su amigo Narayan Apte.

Bettmann / Getty Images

El juicio contra Godse y otros ocho acusados se inició en mayo del mismo año. Tanto él como su amigo, Narayan Apte, fueron condenados a muerte, y, pese a la petición de clemencia de los hijos de Gandhi, ambos fueron ahorcados en noviembre de 1949.

Godse aceptó su sentencia, aunque insistió en que no formaba parte de una conspiración: solo él había decidido asesinar a Gandhi. En su alegato ante el tribunal (supuestamente de cinco horas), se presentó como un devoto hindú, contrario al sistema de castas, y como un firme defensor “de la preservación de la independencia de Hindustán, mi patria, y de permitirle así rendir servicios a la humanidad”.

Guirnaldas para el asesino

Algunos aseguran que, en su larguísimo discurso, Godse argumentó los motivos de su crimen de forma muy persuasiva. Tanto que el gobierno indio decidió censurar la difusión del mismo. No fue hasta 1977 cuando fue publicado por primera vez y empezó a divulgarse entre los afines al nacionalismo hindú más extremo.

Las autoridades del estado de Uttar Pradesh habían solicitado cambiar el nombre de la ciudad de Meerut a Ciudad Godse

Aquel fue un primer paso en la redención del asesino, que hoy continúa y es auspiciada por el partido gobernante, el Bharatiya Janata, que considera que India es una nación hindú a la que las otras minorías deben adaptarse. De hecho, el primer ministro del país, Narendra Modi, trabajó durante dos décadas para la RSS, organización inspiradora del partido que lidera.

Las políticas de Modi están alimentando el crecimiento de un ultranacionalismo que loa la figura del asesino de Gandhi y lo define como “mártir” y “patriota”. En enero de 2020, un artículo en The New York Times explicaba que, en los últimos años, se han erigido una docena de estatuas en su homenaje. Asimismo, mencionaba que las autoridades del estado de Uttar Pradesh habían solicitado cambiar el nombre de la ciudad de Meerut a Ciudad Godse. En este mismo estado se está pidiendo que, en los libros de texto, se reconozca al magnicida como “un visionario del nacionalismo hindú”.

Miembros de un grupo ultranacionalista conmemoran el aniversario del a muerte de Nathuram Godse en Mumbai, 2015.

Miembros de un grupo ultranacionalista conmemoran el aniversario de la muerte de Nathuram Godse en Mumbai, 2015.

Hindustan Times vía Getty Images

El mundo editorial también se está fijando en Godse. Hasta ahora, el material disponible es escaso y, como la biografía citada en este artículo, con un claro sesgo a su favor. La poderosa editorial Pan McMillan promete una biografía definitiva para 2022, que considera “imperativa” frente al revisionismo actual.

Pero, mientras los académicos trabajan, la desinformación campa a sus anchas en los canales de Internet y los mensajes de WhatsApp. Textos y vídeos que aseguran que, si Godse no hubiera matado a Gandhi, India se habría desintegrado, o que el Mahatma era un mujeriego. A través de las redes se organizan concentraciones para loar al magnicida y cubrir sus estatuas de guirnaldas. En ellas, se repiten falsas informaciones que tratan de justificar un asesinato injustificable.

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