| Nadezhda de México | |
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| 2 de Diciembre de 1936 - 15 de febrero de 1958 | |
| Monarca | Agustín III |
| Predecesor | María Clementina de Sucre y Orleans |
| Sucesor | María Martina García Pelayo |
Información personal
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| Nacimiento | 30 de enero de 1899 Sofía, Bulgaria |
| Fallecimiento | 15 de febrero de 1958 (59 años) Chapultepec, México D.I., México |
Familia
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| Padres | Fernando I de Bulgaria y María Luisa de Borbón-Parma |
| Cónyuge | Agustín III |
Educación
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Información profesional
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Relación con su suegra[]
María Clementina, madre de Agustín, había escogido entre varias candidatas a la joven princesa búlgara para convertirse en la esposa de su hijo, futuro emperador de México. A pesar de ello, la relación de la desafortunada Nadezhda con su suegra fue uno de los capítulos más oscuros de las conflictivas relaciones familiares que esta última tuvo con la mayoría de sus allegados.
La falta de adaptabilidad de la joven a los rígidos ceremoniales de la corte mexicana, y el hecho que no tuvo oportunidad de aprender un español fluido a pesar de las continuas clases a las que era sometida por su suegra, fueron el puntapié inicial del conflicto entre ambas. Pronto Nadezhda no solo se reveló ante las imposiciones de la princesa, sino que empezó a reclamar más atención de su marido, cuyos días giraban en torno a una estricta agenda planeada por su madre y en la que dejaba poco tiempo para la pareja, y por ende para la concepción de un hijo.
Luego de cinco años de matrimonio, la búlgara (como era llamada despectivamente por su suegra) no había quedado embarazada, hecho que preocupó aún más a María Clementina cuando su esposo Emiliano II ascendió sorpresivamente al trono y Agustín se convirtió en el Príncipe Imperial, necesitando de manera apremiante un hijo para continuar su línea de sucesión al trono. María Clementina comenzó a presionar desde varios frentes a la joven Nadezhda para que quedara en cinta del tan ansiado heredero, creando un ambiente hostil que según muchos fue la causa de que nunca pudiera concebir; por otra parte, algunas teorías señalan la posible infertilidad del príncipe imperial, pero esto tampoco ha sido comprobado.
Finalmente, Nadezhda y su suegra dejaron de dirigirse la palabra alrededor de 1955, pocos años antes de que la primera muriera a los 58 años de edad.