Dirección: Robert Zemeckis
Reparto: Chris North, Helen Hunt, Nick Searcy, Tom Hanks
Título en V.O: Cast Away
Nacionalidad: USA Año: 2000 Duración: 143 Género: Drama Color o en B/N: Color Guión: William Broyles Jr. Fotografía: Don Burgess Música: Alan Silvestri
Sinopsis: Chuck Noland (Tom Hanks) es un prestigioso analista de sistemas en la empresa multinacional de mensajería FedEx. Este trabajo le obliga a viajar constantemente a lugares lejanos, donde enseña a los empleados cómo aprovechar al máximo el tiempo con el propósito de entregar los envíos lo antes posible. Por este motivo, suele ausentarse bastante de casa y separase de su paciente novia Kelly (Helen Hunt). En uno de esos viajes, le sorprende una terrible tormenta. Los pilotos del avión pierden el control y el aparato cae aparatosamente en medio del Océano Pacífico. Afortunadamente, Chuck logra agarrarse a un bote salvavidas y la corriente lo arrastra hasta la playa de una lejana isla. Pronto se da cuenta de que él es el único ser humano del lugar. En la isla, Chuck tendrá mucho tiempo para pensar, ya que, durante cuatro larguísimos años, se ve obligado a sobrevivir en soledad. Angustiado, combate su tristeza y desesperación con Wilson, un balón de voleibol que iba en uno de los paquetes que el avión transportaba y que se convierte en su amigo y confidente.
Crítica
Hace mucho tiempo que doy por perdido al Zemeckis que realmente me gustaba, a ese cineasta que fue el más enloquecido, abrupto y galvánico talento de la órbita Spielberg, al visionario que impartió una cegadora lección intertextual de festiva autoreferencialidad en el clímax de la inolvidable "Regreso al futuro parte II". Sitúo esa pérdida en un punto muy concreto: la embriaguez de grandes palabras y la gripe de importancia que sucede a la notable "Forrest Gump".La pregunta es: ¿hemos ganado algo perdiendo a ese viejo Zemeckis? Si habla la honradez y calla el prejuicio, la respuesta debe ser afirmativa: un trío de películas imperfectas, insatisfactorias, pero con momentos de oro puro en su interior (la muerte del padre y el viaje final en "Contact", el apabullante clímax de "Lo que la verdad esconde..."). "Náufrago" es, con diferencia, el desafío más radical y estimulante del conjunto: un falso "unplugged" o el ejercicio de estilo de un creador hipertecnificado empeñado en recuperar la todavía no agotada elocuencia e intensidad del cine silente. El film, que se abre con la energía, la velocidad y la arbitrariedad (aparente) del primer Zemeckis, acaba alcanzando un dilatado estado de gracia al narrar (como muy pocos saben hacerlo) el naufragio vital de su, en principio, irredimible protagonista. Amante de los movimientos de cámara imposibles y del espejismo hiperrealista, Zemeckis descubre aquí la funcionalidad de una pantalla en negro intersectada en el curso de la escena más espectacular de la función o la ensordecedora expresividad de una simple mano alzada sobre el fondo de un ciclópeo transatlántico. No es el único en descubrir cosas: un servidor descubrió la pequeñez del ser humano en la mirada de un cetáceo y el más desgarrador sentimiento de renuncia simbolizado en un grotesco balón ensangrentado perdiéndose en la inmensidad del océano.>> Para amantes de las reconciliaciones con los viejos maestros. Lo mejor: la sincronía de los esfuerzos de Zemeckis y Hanks. Lo peor: que su muy adulto desenlace tienda ocasionalmente a lo edulcorado.
