Muerte súbita, ¿qué es y cómo evitarlo?
La muerte súbita es un síndrome letal que sucede en personas que fueron vistas sanas o sin presentar ninguna sintomatología en las últimas 24 horas, normalmente sucede en deportistas que se encuentran jugando o entrenando.
La muerte súbita es un síndrome letal que sucede en personas que fueron vistas sanas o sin presentar ninguna sintomatología en las últimas 24 horas, normalmente sucede en deportistas que se encuentran jugando o entrenando.
El doctor Juan Ángel Hernández Escobedo, especialista en medicina de la actividad física y deportiva de la Dirección General del Deporte Universitario, explica que normalmente pasa a consecuencias cardiacas y la sintomatología que pueden presentan son perder el estado de alerta, desmayos, no tener pulso y no respirar.
David Astori, capitán de la Fiorentina, Dani Jarqui, capitán del Espanyol, Antonio Puerta, del club Sevilla o Marc-Vivien Foe, son algunos jugadores que, lamentablemente, han caído en distintos juegos por muerte súbita.
No solo jugadores de fútbol profesional han muerto repentinamente, también de liga amateur como Raúl Reyes, de 45 años, que en septiembre pasado se colapsó a mitad de partido, en una cancha de tierra de Oaxaca, México
Pese a tener noción de lo ocurrido en la cancha, la muerte súbita afecta tanto a deportistas como a población en general, adultos mayores de 35 años fallecen regularmente por infarto al miocardio debido a una cardiopatía isquémica.
La ateroesclerosis, la obesidad, la diabetes e hipertensión son enfermedades crónico-degenerativas que pueden promover un infarto por muerte súbita cardiaca. Cuando son mayores de 35 años, la muerte súbita es más frecuente en hombres que en mujeres. Cuando éstas llegan a la menopausia, se emparejan. Cuando son menores a 35, “van una a una”, a consecuencia de enfermedades cardiacas congénitas.
Para prevenir este padecimiento, antes de ponerse los tenis y salir a correr un maratón, recomienda Hernández Escobedo una revisión médica, que incluya una historia clínica completa, para verificar si hay antecedentes patológicos.
También hay que practicarse un electrocardiograma en reposo, preferentemente acompañado de una prueba de esfuerzo. En la UNAM se realizan hasta dos mil pruebas.
Si se detectan factores de riesgo cardiaco, hay que remitir al corredor o deportista con el cardiólogo para que le recete los medicamentos necesarios para una práctica segura del deporte.
Fuente: Gaceta UNAM
