De película: ¡Loeb gana el Rally Montecarlo tras un cruel final para Ogier!

De película: ¡Loeb gana el Rally Montecarlo tras un cruel final para Ogier!

RALLY MONTECARLO

El de Toyota sufrió un pinchazo en la rueda delantera derecha en la penúltima especial que devolvió al frente a Loeb, quien hizo historia al convertirse en el piloto más mayor en ganar una prueba del Mundial de Rallies, con 47 años y casi 11 meses

Loeb se llevó la primera victoria de la era híbrida de los rallies con el nuevo Ford Puma Rally 1 en su regreso esporádico al Mundial (hará un programa parcial este año) y en su primera prueba con esta montura, solo unos días después de disputar el Dakar

De película: ¡Loeb gana el Rally Montecarlo tras un cruel final para Ogier!
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Una batalla de película merecía un final de película. Sébastien Ogier y Sébastien Loeb regalaron a todos los fans del WRC la batalla del siglo. Los dos grandes, frente a frente hasta el último kilómetro en un rally en el que las paellas cerradas de sus tramos más míticos dibujaron más que nunca la montaña rusa de sensaciones más fuerte que haya vivido el Mundial desde hace tiempo. No hubo tregua. Ambos lo dieron todo en una cita que cambió en hasta tres veces de favorito a base de golpes de teatro y que, cuando todo parecía de cara para Ogier, se encontró por sorpresa en sus manos un Sébastien Loeb que hizo historia. 

El viernes, 'Le Patron' se convirtió en el piloto más veterano en lograr un triunfo en un tramo. Ya sabíamos que eso no sería suficiente para él. Quería más. Este domingo se convirtió en el piloto más mayor en ganar una cita del Mundial de Rallies, a sus 47 años y 10 meses (en febrero cumple 48). Casi con 50 primaveras, el 9 veces campeón del mundo volvió a ser el rey que tantas veces fue. Y no solo eso, igualó el récord de 8 triunfos en el Montecarlo a Ogier

Su debut en el WRC fue en el Montecarlo de 2002. 20 años después volvió a ganar.

De esta manera, Sébastien Loeb triunfó solo una semana después de bajarse de su Hunter de BRX en el desierto saudí, tras ser subcampeón del Dakar, imponiéndose en condiciones totalmente diferentes, en el frío del ‘Monte’ en su debut con el Ford Puma, adjudicándose además otro honor: el primer triunfo de la era híbrida del Mundial de Rallies. Y lo logró además en su estreno en el Mundial con su nueva copiloto, Isabelle Galmiche, tras el 'divorcio' del Sébastien con Daniel Elena.

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Sébastien Loeb, en el Rally Montecarlo con su Ford Puma)

Massimo Bettiol / Getty

Final cruel para Ogier

Ogier parecía tener en su mano este domingo la oportunidad de ampliar su récord de triunfos en el Montecarlo con su 9ª victoria en su rally de casa tras superar al alsaciano en la última especial del sábado cuando ambos decidieron retarse en duelo con neumáticos secos en el asfalto helado del Sisteron. El de Toyota le sacó en ese tramo 16 segundos que le hacían encarar la jornada decisiva, los últimos 4 tramos, a 21”1 segundos. Parecía una distancia casi insalvable incluso para Loeb. Ogier pero, no se fiaba de su rival. Loeb admitía que la desventaja era amplia, pero lo intentaría.

‘El emperador’ salió a por todas a por ello en el tramo 14, en La Penne-Collongues, y se llevó el scratch matinal, pero solo le quitaba 1”1 a Ogier y se quedaba a 20 segundos a falta de tres tramos. Una distancia que sería aún peor para él al final de la siguiente especial. Ogier aumentaba su colchón en el 15º tramo, a falta de solo dos para el final, y ya disponía de 24”6. Pero en el penúltimo tramo del Montecarlo cambió todo. Ogier sufrió un pinchazo cuando menos lo esperaba, en la segunda pasada por La Penne-Collongues, tramo de 19.37 kilómetros en los que Ogier perdió 34”1 respecto al ganador de dicha especial, Sébastien Loeb

El rally cambiaba por completo. Loeb pasaba a liderar por 9”5 segundos de ventaja sobre Ogier a falta del último tramo. El de Gap lo daba todo para hacerse con la 'Power Stage' final, pero se saltó la salida del tramo y ello suponía una penalización de 10 segundos para la especial final. Mientras, Loeb se centró en controlar su ventaja y asegurarse de que llegaba a meta como nuevo campeón del Rally Montecarlo.

Loeb se impuso ante Ogier (2º) y su compañero Craig Breen (3º), que completó un doblete en el podio de Ford M-Sport en un inicio increíble para la formación de Cumbria (Inglaterra) en esta nueva era híbrida.

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Sébastien Ogier, en el Toyota Yaris

Reporter Images / EFE

Una montaña rusa constante

En el Montecarlo nunca se puede dar nada por hecho. Quedó más que claro en esta cita. Ogier parecía favorito el jueves llevándose las dos primeras especiales. Le quitó esa vitola Loeb imponiéndose el viernes en 4 tramos consecutivos ante un Ogier que admitía que el Ford estaba un paso por delante. El de Toyota le arrebataba el liderato el sábado con su lección en el Sisteron y el domingo llegó el pinchazo que lo cambiaría todo. ¡Qué rally! ¡Qué batalla!

"¿Quién es el mejor"?

Los aficionados al Mundial de Rallies tardarán en olvidar lo ocurrido este fin de semana en el mejor rally del mundial, el Montecarlo. En la cita más mítica de todas, siempre impredecible, se midieron los dos pilotos más laureados de todos los tiempos, Sébastien Loeb (9 mundiales) y Sébastien Ogier (8 títulos). Los dos franceses, los más triunfadores en esta prueba, frente a frente en un duelo en el que no solo había en juego el triunfo, también el honor de ver quién era el mejor. 

Con las 8 coronas de Ogier, posteriores a las 9 de su tocayo, siempre hubo la duda de quién era mejor de los dos. Este rally tampoco responde a esa pregunta, pero por lo menos, dejó un enfrentamiento directo con ambos dándolo todo al volante de dos coches ganadores en un rally en el que las manos y la estrategia del piloto juegan un papel aún más fundamental. 

Fue como ver un Maradona-Messi enfrentándose en una cancha con igualdad. Un LeBron James-Michael Jordan. Las dos principales figuras de las dos últimas generaciones recientes, dos de los mejores de la historia, retándose, sin nada más que pensar que en el triunfo.

Tras esto, solo queda que esperar a verlos de nuevo compartir tramos una vez que parece que ambos pueden pelear este año con coches de ritmo similar, ambos capacitados para luchar por triunfos. 

Eso sí, tras esta batalla, es inevitable que todos lamenten que Loeb no vaya a competir durante todo el Mundial y que Sébastien Ogier rechazara defender su corona disputando todo el rally completo. Ambos competirán con un programa parcial de varias pruebas. Ogier podía haber ido a igualar los 9 títulos de Loeb, pero prefirió tomarse más tiempo para estar con su familia. 

Otros pilotos como Evans, Tänak, Neuville, Rovanperä u otros deberán relevarles levantando el cetro, aunque en el Monte, en estas condiciones, demostraron que siguen sin tener rival. Debe haber vida más allá de los 'Seb', pero difícilmente será más bonita. La nueva era híbrida empezó con los dos dominadores de los últimos 20 años al frente. Bonito homenaje a la preciosa era del WRC de la que siempre serán iconos que ahora el Mundial debe dejar atrás. 

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