Maximiliano I, un emperador del Renacimiento obsesionado con su imagen mediática

Maximiliano I, un emperador del Renacimiento obsesionado con su imagen mediática

  • Una exposición descubre el afán de Maximiliano I de Habsburgo, padre de Felipe 'El Hermoso', por asegurarse la fama en vida y después de la muerte.
  • El suegro de Juana La Loca contrató a los mejores artistas, entre ellos a Alberto Durero, para ilustrar logros personales y victorias bélicas.
  • Su mayor encargo fue una obra de 109 grandes pergaminos con ilustraciones a color y dispuestos en fila, que ilustraban una procesión triunfal.
El emperador Maximiliano I y su familia retratados entre 1515 y 1520
El emperador Maximiliano I y su familia retratados entre 1515 y 1520
Bernhard Strigel - Kunsthistorisches Museum, Vienna
El emperador Maximiliano I y su familia retratados entre 1515 y 1520

El Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Maximiliano I de Habsburgo (1459-1519), era ambicioso. Expandió su reinado con guerras y matrimonios. Se casó con la duquesa María de Borgoña para incluir los Países Bajos y parte de Francia en sus dominios. Hizo que uno de sus hijos, Felipe El Hermoso (1478-1506) contrajera matrimonio con Juana de Castilla (La Loca) para establecer la dinastía de los Habsburgo —la Casa de Austria— en España.

Fue además el emperador mediático, que no escatimaba esfuerzos en las representaciones de su persona y sus logros para asegurarse una fama póstuma. Kaiser Maximilian I und die Kunst der Dürerzeit (El emperador Maximiliano I y el arte del tiempo de Durero), en el museo Albertina de Viena (Austria), descubre la obsesión del monarca por la imagen.

Un desfile para la memoria eterna

Contrataba a los artistas más notables de su tiempo para que realizaran los mejores y más modernos testimonios propagandísticos del reinado. El museo tiene en su catálogo gran número de obras relacionadas con el afán promocional del emperador y además expone préstamos del British Museum de Londres, El MET de Nueva York y el Kupferstichkabinett de Berlín.

Junto a un gran número de obras de gran complejidad realizadas por Alberto Durero, Joos van Cleve o Hans Burgkmair el viejo, está la joya de la muestra Der Triumphzug (La Procesión triunfal), de Albrecht Altdorfer.

La gigantesca obra, en pintura aguada sobre pergamino, fue elaborada por Altdorfer y su taller y es el mayor encargo de Maximiliano I. Siguiendo el modelo de las antiguas procesiones para celebrar victorias, presenta músicos, cazadores, abanderados, artillería, carruajes imperiales, soldados, caballeros, príncipes, estatuas de los ancestros del emperador, su boda con María de Borgoña y las guerras. Der Triumphzug ilusta las personas y los eventos más significativos en la vida del protagonista y su misión era servir a la memoria eterna y a la gloria de la Casa de Habsburgo.

Fascinado por las nuevas tecnologías

Compuesta de 109 grandes láminas a todo color, han sobrevivido de la 49 a la 109. La exposición —en cartel hasta el 6 de enero— las presenta unidas, en un conjunto que mide más de 50 metros de largo. La última vez que se mostraron al público en su totalidad fue en el año 1959, con motivo del 500 aniversario del nacimiento de Maximiliano I.

Fascinado por las nuevas tecnologías de la impresión, también mandó crear un grabado a gran tamaño de un Arco de Triunfo que representara sus logros en 192 xilografías. Durero diseñó parte de los motivos y supervisó la esmerada tarea. La muestra también cuenta con la obra al completo.

La posterior conversión de la Procesión Triunfal en xilografía, obra de Altdorfer, Hans Burgkmair y sus talleres son un testimonio de los detalles de su realización en varios pasos. Al emperador le gustaba seguir la progresión de los encargos, atestiguar los retos y los avances que los creadores empleaban para expresar la grandeza del linaje, el talento, la devoción y las victorias militares de su persona.

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