Ralph Abercromby

Estudió derecho en Edimburgo y Leipzig antes de ingresar al ejército británico a la edad de 22 años. En 1762, entonces capitán, fue con su regimiento a Irlanda, donde estuvo destinado durante diez años o más, y tuvo la oportunidad de estudiar el país, lo que le resultó muy útil muchos años después. 

Como diputado por Clackmannan (1774-1780) solía votar de acuerdo con sus principios en lugar del de sus patrocinadores, y como soldado se negó a servir contra los colonos estadounidenses; ascendió a mayor general (1787) y se lo nombró Caballero del Reino por su servicio en los Países Bajos. 

Después de hacer campaña en las Indias Occidentales (1795–6), donde mostró una clara preocupación por el bienestar de sus hombres, fue nombrado comandante en jefe de las fuerzas gubernamentales en Irlanda. Al recorrer el país, se formó una mala opinión de la clase alta y se opuso a sus esfuerzos por utilizar al ejército como una fuerza de policía local, estacionando pequeños destacamentos en o cerca de sus propiedades. Intentó, con éxito limitado, disciplinar y contener al ejército y concentrarlo en unidades de tamaño razonable para convertirlo en una fuerza de combate respetada y efectiva. El 26 de febrero de 1798 emitió una famosa orden que lamentaba las "irregularidades" y describía al ejército como "en un estado de libertinaje que debe hacerlo formidable para todos menos para el enemigo". La orden trajo críticas de otros oficiales y creó un furor político. El orador John Foster dirigió una camarilla contra él. Abercromby, aunque generalmente apoyado por el Lord teniente Camden, no estuvo de acuerdo con él sobre el poder de los militares para actuar sin autoridad civil. Renunció a su mando a mediados de marzo y dejó Irlanda a fines de abril, menos de un mes antes de que comenzara la rebelión abierta, sin haber logrado las reformas que habrían hecho más efectivas a las fuerzas militares.

Después de servir como jefe de guarniciones en Escocia durante dieciocho meses, Abercromby comandó una división en los Países Bajos, y rechazó un título nobiliario por sus servicios. Mientras comandaba a las tropas británicas en el Mediterráneo, derrotó a los franceses en Aboukir (Abu Qir), cerca de Alejandría (21 de marzo de 1801), pero resultó mortalmente herido; murió el 28 de marzo de 1801 y fue enterrado en Malta. Se erigieron monumentos en su honor en Malta, en la catedral de San Pablo, Londres, y en San Giles, Edimburgo. Se casó con Mary Anne Menzies (fallecida en 1821) el 17 de noviembre de 1767, en Ferntower, Perthshire; tuvieron siete hijos. Su viuda fue nombrada una baronesa (1801).