La nueva fragata Constellation de la Marina estadounidense sigue sin dar en el blanco

A pesar de los triunfos estratégicos sobre la Unión Soviética, Estados Unidos recurrió a sus aliados europeos, que destacaban por su infrafinanciación de la defensa, en busca de innovación naval. La clase Constellation, construida con sistemas avanzados como el radar de vigilancia aérea Enterprise y el sistema de combate Aegis Baseline 10, pretende cumplir múltiples funciones navales. Sin embargo, surgen preocupaciones sobre su enfoque polivalente, las posibles insuficiencias de sus capacidades de lanzamiento de misiles y los retos a los que puede enfrentarse frente a las amenazas avanzadas antiacceso/denegación de área (A2/AD) de adversarios como China e Irán.

El artículo defiende la necesidad de una verdadera innovación naval, que haga hincapié en los sistemas de armamento submarinos y de largo alcance frente a los costosos combatientes de superficie, para contrarrestar eficazmente los retos A2/AD.

“Conectar y listo” fue el canto de sirena en el que cayeron muchos en la década de 1990. Este fue especialmente el caso de la Marina de Estados Unidos a la hora de construir las próximas generaciones de buques de guerra destinados a dominar alta mar en el “momento unipolar” de Estados Unidos. Inexplicablemente, después de haber hecho el trabajo estratégico pesado para derrotar a la Unión Soviética en la Guerra Fría, los estrategas estadounidenses se volvieron hacia sus aliados europeos en busca de inspiración para la próxima fragata de la Marina.

No importaba que los europeos estuvieran crónicamente infrafinanciando su defensa o que esencialmente esperaran que los estadounidenses les protegieran si estallaba la guerra con los soviéticos. Pero los planificadores de defensa estadounidenses pensaron que los europeos podrían haber dado con algo.

En concreto, la Marina quería imitar las fragatas multipropósito (FREMM) de las armadas francesa e italiana. De hecho, la clase Constellation está siendo construida por un fabricante naval italiano. La fragata de misiles guiados de la clase Constellation fue el resultado de estas cavilaciones de los planificadores de defensa estadounidenses.

Especificaciones de la Clase Constellation

Los buques de guerra poseerán un radar de vigilancia aérea Enterprise (EASR), el sistema de combate Aegis Baseline 10 (BL10) y un sistema de lanzamiento vertical Mk 41 (el buque de guerra tiene 32 celdas de sistema de lanzamiento vertical). Hay una variedad de otros sistemas a bordo que lo convierten en un sistema vanguardista y único en la flota estadounidense. La clase Constellation tendrá un desplazamiento de 7.291 toneladas. La Marina tiene cuatro unidades en construcción.

La fragata puede utilizarse para múltiples misiones, desde la guerra antisuperficie hasta la guerra electrónica, pasando por la guerra antisubmarina. Pero la Marina debe tener cuidado de que su nuevo buque de guerra no se convierta en un “comodín para todo” y un “maestro para nada”. Sobre todo, teniendo en cuenta el brutal fracaso que supuso durante 20 años el destructor de clase Zumwalt o el Buque de Combate Litoral (LCS).

De hecho, las nuevas fragatas de misiles guiados no son realmente fragatas.

La clase Constellation es mucho más grande que la fragata media. Sin embargo, curiosamente, la nueva fragata de la Marina que puede hacerlo todo para todos -y que es más grande que cualquier otra fragata conocida- carece aparentemente del número necesario de tubos de lanzamiento vertical de misiles.

Esto es un gran problema, teniendo en cuenta que se trata de una fragata de misiles guiados.

Esto se convirtió en un punto de preocupación para los diseñadores de la Marina estadounidense después de que los rebeldes Houthi, con base en Yemen y respaldados por Irán, decidieran arrasar Oriente Medio. Al convertirse en un impedimento para la navegación internacional tanto en el Mar Rojo como en el Estrecho de Bab El-Mandeb, la Marina estadounidense se vio obstaculizada al principio por la severidad y el carácter poco convencional de la amenaza de los Houthi para sus buques de guerra. Debido a esta falta de capacidad de lanzamiento vertical, las cuatro fragatas de la clase Constellation que se están construyendo se están retrasando al menos hasta 2027.

¿Cómo hará frente la clase Constellation a la amenaza A2/AD?

Dada la cantidad de drones y misiles antibuque que los Houthis han lanzado contra los buques de guerra estadounidenses que intentan proteger las rutas marítimas internacionales de los Houthis, a los planificadores de la Marina les preocupa que su nueva fragata de misiles guiados carezca de un número suficiente de lanzamisiles para hacer frente al tipo de amenazas a las que se enfrentarán estos buques de guerra.

Y si los Houthis están causando ampollas entre los diseñadores de la nueva fragata, imagínense lo que los sistemas antiacceso/denegación de área (A2/AD) chinos o incluso rusos harán a los buques de guerra de la US Navy en las condiciones actuales.

Todo esto significa, sin embargo, que la clase Constellation va a tener que pasar más tiempo en construcción. En un momento en que el nuevo buque de guerra es muy necesario, sobre todo porque los cruceros de la clase Ticonderoga (las nuevas fragatas desempeñarán algunas de las funciones que solían desempeñar los cruceros) que pueblan la flota estadounidense están envejeciendo fuera del servicio.

Francamente, es absurdo que la Marina no supusiera que necesitaría mucha más potencia de fuego para superar las amenazas de tipo A2/AD a los buques de guerra de superficie de la que había invertido en la clase Constellation. La amenaza A2/AD no es nueva. El desarrollo de estos sistemas por parte de China ha estado rondando las mentes de los planificadores de guerra naval durante casi una década. Todo el mundo sabe que Rusia dispone de capacidades similares.

También lo sabe Irán (y, por tanto, sus representantes, como los houthis y probablemente Hezbolá).

Luego está la pregunta: ¿habrá alguna vez suficientes misiles para proteger a un buque de guerra de superficie estadounidense del tipo de fuego infernal que los rivales autocráticos de Estados Unidos desplegarán contra ellos?

La Marina necesita innovar de verdad, no mordisquear los márgenes

La Marina debería poner toda la carne en el asador para superar las inmensas amenazas A2/AD que se ciernen sobre sus buques de guerra de superficie. Los láseres, las armas hipersónicas, los submarinos y los aviones no tripulados serían mucho más útiles para superar el desafío A2/AD que cualquier combatiente de superficie en el que la Marina esté gastando enormes sumas de dinero. En lugar de ello, se ofrece otra costosa plataforma de armamento que podría no estar a la altura de las circunstancias.

Dado el pobre historial de la Marina a la hora de elegir nuevos buques de guerra para la flota desde el final de la Guerra Fría, los expertos se muestran muy escépticos acerca de las promesas de la clase Constellation.

Brandon J. Weichert