Mariana de Austria
Mediados del siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 174 x 126 cmDepósito en otra institución
Tras la muerte de María Ana el 13 de mayo de 1646 -hija de Felipe III y emperatriz del Sacro Imperio por su matrimonio con Fernando III de Habsburgo-, se hizo necesario reforzar de nuevo los vínculos familiares y políticos entre las dos ramas de la Casa de Austria iniciando las negociaciones para el matrimonio de Baltasar Carlos y su prima Mariana. Con motivo de tal compromiso, "la corte española había pedido un informe sobre el desarrollo de la archiduquesa y había obtenido la información de que era el vivo retrato de su madre española, que había recibido una amplia formación y que estaba tan familiarizada con las virtudes, usos y costumbres, así como con la lengua de Castilla, que casi podría tomársela por española" (9 de julio de 1646, Madrid, AHN, Secretaría de Estado, leg. 2653, f. 2). Estas palabras manifiestan que su madre conservó las costumbres españolas y es lógico pensar que se enviara un retrato de la archiduquesa para que todos pudiesen verla, quizás este ejemplar del Museo del Prado en el que podría estar guardando luto, pues las negociaciones empezaron sólo un mes después de la muerte de su madre. Mariana está vestida de la misma manera que Claudia de Médici en el retrato que también realizó Luycks (Viena, Kunsthistorisches Museum, GG-3225), donde también guarda luto. Además, si lo comparamos con el resto de los retratos conservados de Mariana, comprobamos que el entorno en él es mucho más sobrio: no hay cortinajes, ni flores, ni abanicos, etc. Quizá ocurre algo parecido a las habitaciones que ocupaban las viudas al comienzo de su luto (Texto extractado de Cobo, G.: "Entre Viena y Madrid: Intercambios de retratos en la familia Habsburgo durante el siglo XVII", Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, LXXXII, 2016, p. 155).
