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Mar�a, hija de Gary Cooper: "Pap� me ense�� a boxear para defenderme de los chicos que no eran tan caballeros"

Cine

Pap� que est�s en los cielosNOTICIA

La �nica hija de Gary Cooper descubre la faceta m�s desconocida del �dolo en v�speras de la publicaci�n de un libro en espa�ol sobre su carrera

De vez en cuando existen los milagros. Aunque est�n envueltos en celulosa. Ah� radicaba la magia de Hollywood, que comercializaba productos con denominaci�n de origen exquisitamente dise�ados. De all� surgi� Gary Cooper, ep�tome de su cine. Sin embargo, Coop -como le llamaban los �ntimos- no hubiera sido tan magno sin Ver�nica Balfe, una exquisita dama de la alta sociedad neoyorquina con la que estuvo casado hasta su fallecimiento en 1961. Su t�o fue, ni m�s ni menos, que Cedric Gibbons, dise�ador del Oscar. Por cierto, la primera pel�cula de la historia ganadora de uno fue Alas (1927), donde Cooper aparec�a noventa segundos. "Mam� era muy atl�tica, hermosa, la perfecta mezcla entre sofisticaci�n y simplicidad, extremadamente t�mida y muy buena organizando cosas. Mis padres se complementaron perfectamente", asiente Mar�a Cooper Janis, su �nica hija, que atiende en exclusiva a LOC desde su apartamento en Park Avenue (Nueva York).

Mar�a est� exultante. Por primera vez se publica en castellano el libro m�s completo jam�s editado en esta lengua sobre la filmograf�a de su padre. Se titula El universo de Gary Cooper (Ed. Notorious) y est� prologado por ella. A trav�s de sus ojos, la heredera de ese mismo universo desnuda con cari�o a esta gran leyenda. Bienvenidos al viejo Hollywood.

Humanicemos a la estrella.
Mi padre jam�s se consider� como tal. Carec�a de ego y no le gustaba que los dem�s se regocijaran en �l. Era carism�tico, con un gran sentido del humor y de la justicia, muy sencillo y nada artificial.
De peque�a, alrededor del piano sol�an cantar Judy Garland o Frank Sinatra. �Menudo glamour!
Bueno, eran amigos de mi padre. Pero �l siempre insisti� en que fuera una chica corriente como las dem�s. Ten�a que hacer mi cama, fregar los platos o limpiar mi habitaci�n.
�Fue muy protector cuando usted lleg� a la adolescencia?
�Por Dios! �S�! Much�simo (carcajadas). Los chicos con los que empezaba a salir estaban aterrados, especialmente los aspirantes a actores. Estos ten�an un problema doble. Primero, porque conoc�an a Gary Cooper y luego porque le ped�an salir conmigo. �Te cuento un secreto? Tendr�a unos diez a�os y me dijo: "Vas a ser una chica muy atractiva y como algunos hombres no son unos caballeros vas a tener que defenderte". Mi padre entrenaba mucho en casa, ten�a varios sacos de boxeo y me ense�� unos cuantos movimientos.
En el pr�logo del libro cuenta que en el universo de su padre hay personajes tan ilustres como el Sha de Persia o Grace Kelly. �Alguna an�cdota sobre ellos?
Fuimos con mis padres a Par�s con el Sha de Persia a cenar y despu�s a un night club. El protocolo entorno a su majestad establec�a que los m�sicos no pod�an parar de tocar mientras �l estuviera en la pista. Bail� con �l, era un bailar�n excepcional, pero se estaba haciendo tarde, vi que mis padres miraban su reloj y me hac�an una se�al como de 'ya es hora de marcharse'. Y yo pens�: "�Qu� puedo hacer? Estoy bailando con el Sha". As� que mi padre se levant�, me toc� el hombro y dijo: "Disculpe, majestad, es hora de que mi hija regrese a casa". As� de simple. El Sha se ri� y los m�sicos dejaron de tocar.
�Y con Grace?
Ten�a 14 o 15 a�os y siempre la vi con mi padre durante el rodaje de Solo ante el peligro (1952). Pero cuando mi marido, Byron Janis -uno de los mejores pianistas del mundo- dio conciertos en el sur de Francia nos encontramos cuando ya era princesa. Incluso una de las actuaciones tuvo lugar en palacio y luego cenamos junto a ella y el pr�ncipe Rainiero. Era una mujer exquisita y encantadora que admiraba las artes. En casa tenemos una foto preciosa en el backstage donde aparece Grace, Mar�a Callas, Byron...
Gary estuvo muy vinculado a Espa�a gracias a Picasso.
Fueron �ntimos amigos. Estuvimos con mis padres muchas veces en La Californie -su villa en Cannes- con su esposa Jacqueline y despu�s en su otra casa cuando se mud�. Tras la muerte de mi padre sigui� mi amistad junto a mi esposo. Detr�s del hombre siempre estuvo el creador. Recuerdo que una noche fuimos a cenar y tras comer pescado puso las espinas sobre el plato de forma armoniosa. Not� que cualquier cosa era una fuente posible para crear. Sin embargo, no le gustaba demasiado la m�sica.
�Es cierto que le ense�� a disparar?
No. Lo que hicieron fue poner unas cuantas latas en el patio y empezaron a practicar. Mi padre era un excelente tirador, pero Picasso no era muy bueno (risas) y Jacqueline nos sugiri� a mi madre y a m� que nos escondi�ramos tras las esculturas porque disparaba por todos lados. Pap� fall� los tiros para no herir su sensibilidad (sonr�e).
En el momento �lgido del 'star system', su padre trabaj� para Samuel Goldwyn y los Warner, �qui�nes fueron m�s tiranos?
Uff... (risas) No s� qu� contestar. Eran unos hombres muy duros. Aquella generaci�n ten�a una creatividad enorme, eran inmigrantes que empezaron de cero y crearon imperios. Hollywood es un negocio en el que debes ser inteligente y creativo. Y esto no lo consigues siendo precisamente un gatito.
�Sufri� alguna injusticia con los contratos?
Todos padecieron en alg�n momento dado. El star system no fue muy amable con sus estrellas. Los estudios las creaban, dise�aban las campa�as publicitarias, invert�an en su propiedad (int�rpretes), no permit�an un mal comportamiento, controlaban las entrevistas, dec�an d�nde ten�an que comer, a qui�n pod�an ver en una cita...
�C�mo fue la relaci�n de Gary Cooper con las temidas columnistas de cotilleo Hedda Hopper o Louella Parsons?
La m�xima de mi padre fue siempre la de ser gentil con todos. Hedda y Louella eran muy poderosas. Por eso, todos los actores quer�an que escribieran bien sobre ellos, las invitaban a todas las fiestas y las sentaban en las mejores mesas. Es aquello de "yo te rasco la espalda y t� me rascas la m�a".
El gran esc�ndalo en la vida de su padre fue su romance con Patricia Neal durante el rodaje de 'El manantial' (1949), se qued� embarazada, abort�, sus padres se separaron...
Patricia y yo no nos hablamos durante a�os, pero cuando sufri� los infartos cerebrales le escrib� una carta y tomamos el t� en mi casa. Tiempo despu�s le escribi� una nota maravillosa a mi madre cuando enviud� por segunda vez y cuando me dijo que su marido, Roald Dahl -autor de Matilda- le hab�a dejado por su mejor amiga le dije que fuera a ver a la madre Dolores Hart -primera actriz que bes� a Elvis Presley en el cine y actual abadesa en el convento de Regina Laudis- en busca de consejo. Nos reconciliamos. El perd�n es fundamental en la vida.

Gary Cooper empez� cobrando 20 d�lares por pel�cula y tres d�cadas despu�s toc� techo con Veracruz (1954), donde se embols� 500.000 m�s un 10 por ciento de la recaudaci�n. En aquel cl�sico le tiraba los trastos a Sarita Montiel: "No la conoc� personalmente", asegura Mar�a. Y a punto estuvo, pero a la Montiel le dio pereza. En el 2012, la manchega estaba en Nueva York porque el Instituto Cervantes le hizo un homenaje, la llam� a su m�vil y quise propiciar un encuentro entre ambas: "�Ay, hijo!, estoy sin maquillar, sin vestir... �Sab�as que Mar�a quiso meterse a monja?", me confes�. Excusas de diva.