Esta es la historia de Margarita, la princesa rebelde de Inglaterra

La Princesa Margarita fue uno de los personajes más aclamados de The Crown por su carácter indomable, rebelde y audaz, pero sus problemas de adicción le provocaron diversos padecimientos con los que tuvo que lidiar durante su vida. Por el 93 aniversario de su nacimiento, te contamos cómo fue la vida de la Condesa de Snowdon.

Margarita Rose Windsor nació el 21 d agosto de 1930 en el Castillo de Glamis, en Escocia. Fue hija de Jorge VI y de Elizabeth Bowes-Lyon, por lo que tenía el tratamiento de alteza real y princesa del Reino Unido desde que llegó al mundo.

Durante su infancia demostró un gran talento para el canto, pero se vio afectado con el paso de los años por su adicción a los cigarrillos.

Cuando cumplió 20 años, se enamoró del capitán Peter Townsend, ayudante de su padre, pero hubo una serie de acontecimientos que complicaron su relación, como los 16 años de diferencia que se llevaban, además del hecho de que se encontraba casado. Aún así mantuvieron una relación clandestina por algunos años.

La Princesa decidió “anteponer sus obligaciones a su vida personal” y terminó su relación. Trató de seguir con su vida disimulando su dolor por Townsend con una vida llena de placeres, pero enloqueció cuando se enteró que él se comprometió con una joven belga de 19 años de edad.

Ante tal situación, Margarita decidió casarse con el fotógrafo Antony Armstrong-Jones en 1960, algo que nadie tenía en mente hasta que los jóvenes decidieron hacer pública su relación tras poco más de dos años de conocerse y sus familiares tuvieron que aceptar su decisión a pesar de que no estaban muy conformes de que se tratara de un plebeyo.

Pero su pasión por la fotografía no cambió y desde entonces comenzaron los reclamos de Margarita, que no entendía por qué al joven no le gustaba quedarse en el Palacio, mientras que él comenzó a dejar notas con insultos desagradables para su mujer, además de despreciar el protocolo que seguían los integrantes de la Familia Real.

La Princesa Margarita entró en depresión y su autoestima vino a la baja, por lo que terminó perdiendo la alegría que la caracterizaba. Encontró refugio en el alcohol y el tabaco, pues se dice que llegó a consumir unos 60 cigarrillos al día y, antes del mediodía, ya consumía una copa de vodka y media botella de vino.

Fue entonces que se convirtió en alcohólica crónica y su carácter se volvió malencarado. A pesar de ello duró 18 años casada con Antony, hasta que se divorciaron en 1978, convirtiéndose en la primer miembro de la familia que protagonizaba un divorcio desde el rey Enrique VIII en 1540.

Fue entonces que comenzó a vivir un calvario por sus adicciones; así como una serie de enfermedades como hepatitis, gastroenteritis y hasta una neumonía. Los padecimientos la aquejaron durante 1978 y 7 años más tarde le tuvieron que extirpar parte de un pulmón debido al cáncer.

Empezó a perder la visión y la movilidad del lado izquierdo de su cuerpo, mientras que la fría relación con su familia potenció sus problemas de salud hasta que perdió la vida a los 71 años de edad el 9 de febrero de 2002 en Londres.