Princesa Margarita y sus historias más extravagantes reveladas

Una de las personalidades más llamativas y controversiales de la Familia Real Británica fue la de la princesa Margarita. Si has visto "The Crown", sabrás que su vida estuvo llena de altibajos e insatisfacciones que la llevaron por los caminos de varios vicios y manías. Por muchos hasta la fecha es vista como la oveja negra de la realeza, pero esto no era algo que le preocupara. 

Quien fue su biógrafo, Theo Aronson, la conoció muy bien y ha llegado a compartir información muy valiosa y de carácter personal sobre la hermana menor de la reina Isabel II, como aquella aseveración que alguna vez le expresó: "la desobediencia es mi diversión", confesó la princesa Margarita sin importar que perteneciera a la familia más estricta y formal del mundo. 

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Las personalidades de las dos hijas de la reina Isabel, la reina Madre y el rey Jorge VI fueron desde sus cortas edades muy distintas. Conforme fueron creciendo y después de que la princesa Isabel se convirtiera en la nueva monarca británica, Margarita del Reino Unido tuvo una imagen pública bastante controversial y difícil, que  a veces metió en aprietos a su reina y hermana. 

Durante sus 71 años de vida, Su Alteza Real Margaret reunió muchas experiencias y vivencias tan curiosas y extravagantes como su personalidad misma. Cuando falleció, se llevó consigo una parte muy especial de la Familia Real, parte de la alegría y diversión a pesar de todos los escándalos que le regaló a su estirpe. Repasemos algunas de las historias más interesantes de la princesa Margarita de Inglaterra. 

Las costumbres de la princesa Margarita

La princesa Margarita tenía una rutina matutina bastante peculiar, pues solía desayunar en punto de las 9 de la mañana en su cama, después de lo cual permanecía en sus aposentos por otras dos horas mientras escuchaba la radio y leía los periódicos. Los cigarrillos no dejaban de circular por sus dedos y a las 12 y media, le llegaba la hora de beber vodka. 

Durante las cenas familiares, ella y su esposo Anthony Armstrong-Jones, el conde de Snowdon, solían jugar cuando se aburrían, a costa de los demás. En cada ocasión en que alguien lanzara un comentario que consideraran absurdo, tomaban un trozo de pan y lo colocaban frente a ellos sobre la mesa. Era su famoso juego del pan y lo ganaba quien tuviera más panes. 

La relación de Margarita del Reino Unido y su esposo Tony se deterioró tanto que llegó al divorcio. Fue él el que tomó la decisión finalmente y la princesa fue notificada vía telefónica sobre este hecho por parte de su secretario privado. La respuesta de la royal fue: "Gracias, Nigel. Creo que son las mejores noticias que me has dado nunca".

La hermana de Isabel II del Reino Unido solía firmar sus cheques únicamente con su nombre, Margaret, sin su título real o apellido. En otro tipo de información, la princesa odiaba a las ardillas de una forma muy intensa, al grado del desquicio, y se le relacionó sentimentalmente con personajes como Mick Jagger y se dijo que el mismo Picasso tenía deseos de desposarla. 

Esta royal contaba con un humor e ingenios muy llamativos, tan libres al grado de considerárseles groseros y crueles. Nunca fue una mujer que reprimiera lo que pensaba o sentía. Además de esto, la madre de Sarah Chatto sabía muy bien cómo gastar y disfrutar de los placeres que solo puede otorgar el dinero. Cuando se trataba de viajes y ropa, no escatimaba.

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Cuando se casó, la Margarita, condesa de Snowdon, usó una diadema distinta a las de la colección de la Corona, pues eligió una de su colección personal. Se dice que este hecho buscó ser un acto de independencia y rebeldía, necesidades que también reflejaba con su pasión por beber y fumar, vicios que en algún momento buscó combinar y lograr de manera simultánea pegando cajas de cerillos a sus vasos para intentar encenderlos mientras tomaba un trago.