La familia real de Suecia se ha puesto de tiros largos para la cena de gala ofrecida en honor de don Felipe y doña Letizia en el palacio real de Estocolmo, lugar en el que esta mañana los reyes ya fueron recibidos con motivo de su primer viaje de Estado a Suecia.
La princesa Victoria, heredera del trono sueco, ha combinado la Tiara Kokosnick con un vestido de flores de la diseñadora sueca Frida Jonsven que se puso para algunas de las fotografías oficiales con las que el año pasado celebró su décimo aniversario de bodas. Curiosamente, no ha sido el único déjà vu que ha habido esta noche en relación a esa sesión de fotos, ya que la reina Letizia se ha presentado asimismo con un vestido de la colección exclusiva H&M Conscious que Victoria de Suecia lució en otra de las imágenes de su aniversario de bodas.
La Tiara Kokosnick perteneció originariamente a Margarita de Connaught, ,a primera esposa del rey Gustavo VI Adolfo de Suecia, de quien después de su repentina muerte a los 38 años pasó a manos de su nuera, la princesa Sibylla, madre del actual rey. Margarita de Connaught nació siendo nieta de la reina Victoria de Reino Unido y miembro de la familia real británica, en cuyo joyero encontramos varias tiaras de este tipo de diseño inspirado en el tocado ruso kokoshnik.
La princesa Sofía, esposa del príncipe Carlos Felipe de Suecia, ha recordado también su boda escogiendo la tiara que le regalaron sus suegros los reyes con motivo de ese día. En su caso, la ha combinado con un vestido blanco de SSfiYAA, una firma de moda londinense en la que también confió Meghan Markle para uno de sus actos oficiales como duquesa de Sussex.
En cuanto a la reina Silvia, ha lucido la Tiara de los Camafeos, una de las piezas más especiales de su joyero. Fue la que llevaron tanto ella como la princesa Victoria el día de sus bodas, aunque por supuesto su origen es mucho más remoto. Los cinco camafeos que incluye la diadema fueron muy populares en la joyería del primer Imperio francés, y de esta época data precisamente.
La tiara perteneció originariamente a la esposa de Napoleón, la emperatriz Josefina. Que en la actualidad esté en poder de la familia real sueca se debe a que la nieta de la emperatriz, Josefina de Leuchtenberg, se casó con el rey Oscar I de Suecia. La tradición de lucirla con motivo de las bodas reales comenzó con la boda en 1961 de la princesa Birgitta, hermana mayor del actual monarca de Suecia, y podría tener su explicación en el motivo escogido para adornar el camafeo central de la tiara: el mito de la historia de amor entre Cupido y Psique.
