Marta Pastur, testigo del fuego de Copenhague: "Hay una pena enorme" - La Nueva España

Marta Pastur, testigo del fuego de Copenhague: "Hay una pena enorme"

Un bombero, en una de las zonas donde se concentran los escombros del incendio en la Bolsa de Copenhague.

Un bombero, en una de las zonas donde se concentran los escombros del incendio en la Bolsa de Copenhague. / EFE

A. Rubiera

A. Rubiera

"Era mi torre preferida. Preciosa". La ovetense Marta Pastur, de 27 años, residente en Copenhague desde hace casi un lustro, fue una de las testigos del humo que el martes en la capital de Dinamarca presagiaba una debacle. El que salía del incendio que convirtió en escombros una parte de la historia de la ciudad: la de la antigua Bolsa, un inmueble construido en la segunda década de 1600, parcialmente consumido por las llamas.

Marta Pastur, testigo del fuego de Copenhague: "Hay una pena enorme"

El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Dinamarca, Mikkelsen, con la punta recuperada de la torre. / EFE

Pastur, que nunca llegó a visitar por dentro el edificio, lamenta mucho lo sucedido pero no es comparable a lo que sienten sus convecinos. "Los daneses tienen una pena enorme porque a lo largo de la historia se les han quemado muchos edificios y este era de los pocos muy antiguos que les quedaba", relata esta pedagoga especializada en Neuropsicología que en el 2020 fundó en Copenhague una academia de español. El martes, al salir de casa en dirección a su trabajo "me olió a quemado; y eso que vivo lejos de la zona de la Bolsa. Y según me iba acercando el olor era más intenso. Luego ya vi la humareda. Paré con la bicicleta a ver lo que sucedía y las mujeres danesas que estaban a mi lado ya comentaban el gran disgusto por lo sucedido". Una pena que ayer se percibía en toda la ciudad mientras las autoridades y expertos seguían pendientes del suceso. Según la policía danesa la investigación de las causas del incendio podría durar "varios meses". "Poco después del estallido del incendio se abrió una investigación y hemos hecho varios interrogatorios, asegurado la vigilancia y dado una serie de pasos. Pero todavía queda una parte, sobre todo porque aún no hemos podido hacer los exámenes técnicos", señaló el subcomisario Brian Belling. El fuego asoló la mitad del edificio, cuya fachada y techo estaban siendo restaurados, y causó el derrumbe de parte de la techumbre y de la icónica aguja de su torre –cuya punta fue recuperada ayer–. "Era mi favorita de la ciudad", dice Pastur, "con sus colas de lagartos entrelazadas", recuerda. Al menos cientos de obras de arte de su interior pudieron ser salvadas. Una parte de los trabajos de ayer se centraron en estabilizar y asegurar que no se derrumben los muros de la parte quemada, para lo que se colocaron 40 contenedores llenos de cemento en su exterior. La Cámara de Comercio de la ciudad garantiza que habrá restauración.

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Marta Pastur. / LNE

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