El 'vórtice' del mercado laboral del Reino Unido se hace cada vez más grande: no lo ha abandonado tanta gente en más de medio siglo
Economía

El 'vórtice' del mercado laboral del Reino Unido se hace cada vez más grande: no lo ha abandonado tanta gente en más de medio siglo

  • No dejan la fuerza laboral tantos británicos en 3 meses desde que hay datos
  • Por enfermedades de larga duración y al optar los jóvenes por estudiar
  • El desempleo baja al 3,5% hasta septiembre y vuelve a batir niveles de 1974
Foto: iStock

Aunque es el mercado laboral de EEUU el que concita las miradas de los mercados, el de Reino Unido sigue desafiando los manuales teóricos. Las cifras de desempleo hasta agosto dejan conclusiones demoledoras, como que no abandonaba tanta gente el mercado laboral en un período de tres meses desde hace más de medio siglo. El 'vórtice' generado durante la pandemia no da tregua.

Al igual que en el informe de septiembre, relativo a los tres meses hasta julio, el desempleo en Reino Unido ha caído inesperadamente al nivel más bajo desde 1974, precisamente porque la gente ha abandonado la fuerza de trabajo a un ritmo récord.

La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) recoge en su informe de septiembre que el 3,5% de los adultos buscaron trabajo en los tres meses hasta agosto, por debajo del 3,6% del mes anterior y del 3,8% del trimestre previo. En cualquier caso, una tasa que se registró por última vez hace 48 años. Los economistas no esperaban ningún cambio.

Lo que el organismo estadístico británico define como inactividad -el recuento de personas sin trabajo y que no buscan empleo- aumentó al mayor ritmo en un período de tres meses desde que se iniciaron los datos en 1971. Unas 252.000 personas se volvieron inactivas en los tres meses hasta agosto, con un aumento impulsado por las enfermedades de larga duración entre los trabajadores de más edad (+170.000 en el período) y los jóvenes que optan por los estudios (+34.000). El total de personas inactivas por enfermedad de larga duración roza ya los 2,5 millones.

"La tasa de inactividad económica aumentó en 0,6 puntos porcentuales hasta el 21,7% en junio-agosto de 2022, en comparación con el trimestre anterior", incide la ONS. En febrero de 2020 esta tasa era del 20,2%. La lectura conocida este martes deja el total de inactivos en 8,999 millones, un dato inferior a los 9,011 millones de mayo-julio de 2022, pero igualmente un máximo desde el estallido de la pandemia. En febrero de 2020 el dato era de 8,37 millones.

Las tasas de inactividad empezaron a descender de nuevo a principios de este año, aunque en mayo volvieron a subir bruscamente, en una tendencia que ha hecho saltar las alarmas entre los economistas.

El informe de septiembre también incluye otras cifras preocupantes, dada la actual coyuntura. El crecimiento de los ingresos medios, excluyendo los bonus, se aceleró en el trimestre hasta el 5,4% frente al 5,2% previo y el 5,3% que esperaban los economistas. Con todo, esta cifra sigue siendo poco más de la mitad de la tasa de inflación, lo que supone un fuerte recorte del nivel de vida de millones de hogares.

Para agravar el aumento de los salarios, se han perdido cientos de miles de trabajadores desde el comienzo de la pandemia, y hay pocos indicios por el momento, vistos los datos, de que la crisis del coste de la vida les impulse a volver.

Estas cifras ocultan algunas tendencias subyacentes preocupantes, avisa James Smith, analista de ING. "El empleo sigue estando muy por debajo de los niveles anteriores al virus, y el número de personas inactivas -es decir, que no trabajan ni buscan activamente un empleo- ha aumentado en más de medio millón desde que comenzó el covid. Aunque esta última cifra ha descendido ligeramente en los últimos datos, el número de personas clasificadas como enfermos de larga duración y fuera del mercado laboral ha seguido aumentando. Estas últimas han aumentado en casi 170.000 personas solo en los datos de los últimos tres meses. Es difícil escapar a la conclusión de que esto está relacionado, al menos en parte, con las presiones en el NHS (Sistema Nacional de Salud)", señala.

Los analistas de Bank of America (BofA) escribieron en una nota a los clientes la semana pasada: "Hay pruebas considerables de que el deterioro de los servicios sanitarios está teniendo un efecto de primer orden sobre el crecimiento potencial: el aumento de las enfermedades de los trabajadores ha reducido la oferta de mano de obra". "Cualquier retorno de la austeridad puede empeorar esa tendencia a la enfermedad", alertaban.

No obstante, quedan resquicios. Los economistas esperan una relajación gradual de las condiciones del mercado laboral y en los datos se observan algunas tímidas señales. Las vacantes cayeron en 46.000 en el tercer trimestre, el mayor descenso en más de dos años. El número de personas con trabajo se redujo en 109.000. Las encuestas sugieren que el cambio continuó en septiembre, ya que tanto los empresarios como los trabajadores se posicionaron para una posible recesión.

Pero más allá de esas señales, este conjunto de datos ensanchan la preocupación por la escasez de mano de obra, que está dificultando a las empresas encontrar el personal que necesitan para expandirse. También está avivando los aumentos salariales y la inflación, que el Banco de Inglaterra (BoE) ha prometido combatir con tipos de interés más altos.

El BoE ha subido los tipos de interés siete veces desde septiembre (hasta el 2,25%), y los mercados monetarios prevén un agresivo aumento de un punto porcentual cuando los responsables políticos se reúnan en noviembre, más todavía con los últimos acontecimientos aún recientes.

Los agresivos recortes fiscales anunciados por el Ejecutivo de Liz Truss han puesto al banco central en una difícil tesitura, teniendo que salir a comprar bonos cuando estaba inmerso en plena retirada de estímulos tras la pandemia, precisamente para combatir la inflación.

Ajeno a las consecuencias de esta estrechez del mercado laboral, el Ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, ha celebrado que las cifras indicaran la fortaleza del Reino Unido. "Los fundamentos de la economía británica siguen siendo resistentes, con el desempleo en su punto más bajo desde hace casi 50 años", ha dicho Kwarteng en un comunicado. El mercado la ha 'celebrado' con la libra esterlina debilitándose hasta un 0,5%, tocando los 1,0998 dólares.

En el terreno de los bonos las noticias no son mejores. Pese a que el BoE anunció ayer medidas para contener el shock que supondrá el fin de sus compras de emergencia al acabar estas, en teoría, el viernes 14, los rendimientos siguen disparados y los del gilt (bono soberano británico) a 30 años ya están en el 4,7%, acercándose al 5% que rasgaron justo antes de que el banco central interviniera.

"Si los mercados están más tranquilos de cara a la reunión de noviembre del Banco de Inglaterra, es más probable que opte por una subida de 75 puntos básicos. Pero si la volatilidad de los mercados persiste y la libra se debilita aún más, el Banco se verá muy presionado para actuar. Por lo tanto, por el momento, prevemos una subida de 100 puntos básicos", zanja Smith, de ING.

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