Un médico sirio acusado de torturar a prisioneros afronta desde este miércoles juicio por crímenes contra la humanidad en un tribunal de Frankfurt, en el segundo proceso de estas características en Alemania sobre crímenes imputados al régimen del presidente sirio Bashar El Asad.
La Fiscalía Federal alemana acusa a Alaa M., de 36 años, de 18 casos de tortura de opositores al régimen sirio y de un asesinato por inyección de un detenido. El médico, que niega los cargos, presuntamente cometió estos delitos en hospitales militares de Homs y Damasco entre abril de 2011 y finales de 2012. Los crímenes fueron perpetrados hace un decenio, en los primeros meses de masivas protestas ciudadanas contra El Asad tras las que se desató la sangrienta guerra civil que aún sigue y que, según la ONU, ha provocado al menos medio millón de muertos.
El acusado, que afronta una posible condena de cadena perpetua, se presentó en la sala del Tribunal Superior Regional de Frankfurt con la cabeza cubierta por una capucha. El proceso se celebra en Alemania en virtud del principio de jurisdicción universal, que permite procesar a perpetradores de crímenes contra la humanidad cometidos fuera del país donde se halla el tribunal, e independientemente de la nacionalidad de los acusados.
Según este mismo principio, la semana pasada, el 13 de enero, el Tribunal Superior Regional de Coblenza condenó a cadena perpetua a un excoronel sirio por torturas en una cárcel de Damasco, tras haber emitido ya una primera sentencia en febrero de 2021 de cuatro años y medio de cárcel por complicidad en torturas contra un exagente raso.
Un hombre reclama libertad para Siria a las puertas del tribunal de Frankfurt que juzga al médico sirio Alaa M. por torturas
Según los elementos recogidos por la Fiscalía Federal, con sede en Karlsruhe, Alaa M. golpeó con una porra a un detenido, tras lo cual le habría “administrado una inyección con una sustancia letal (...) de la que este murió en pocos minutos”. También se sospecha que, en el verano de 2011, al inicio de las protestas ciudadanas contra Bashar El Asad, el médico acusado roció de alcohol los genitales de un adolescente y luego les prendió fuego, en la sala de urgencias del hospital militar de Homs.
La Fiscalía informó de que, cuando un preso detenido por participar en una manifestación contra el régimen sufrió un ataque epiléptico durante una sesión de tortura, Alaa M. fue llamado para corregir la situación, y entonces golpeó y pateó al detenido. Otro caso del que se le acusa incluye la corrección de una fractura ósea sin anestesia.
Lee tambiénCondena histórica en el primer juicio por crímenes del régimen sirio. Un tribunal de Alemania dicta cadena perpetua para un coronel de Bashar el Asad por torturas
Alaa M. residía desde 2015 en Alemania, en donde se instaló gracias a un visado alemán para sirios con profesiones en las que faltan efectivos en este país, como la medicina y la enfermería. Como cirujano ortopédico, trabajó en varios hospitales hasta que fue reconocido por refugiados sirios. En Alemania viven actualmente unos 800.000 sirios.
Cuando fue detenido en junio de 2020, Alaa M. trabajaba en una clínica de rehabilitación en Bad Wildungen, plácida ciudad balnearia del land de Hesse (por eso el juicio se celebra en Frankfurt). Sus colegas de la clínica no sabían nada de su terrible pasado. Desde su detención, estaba en prisión preventiva. La sentencia se espera hacia finales de este año 2022.
El terrible conflicto en Siria
Casi once años de guerra civil
El próximo marzo se cumplirán once años del comienzo de la sangrienta guerra civil en Siria, un conflicto a varias bandas entre el Gobierno presidido por Bashar El Asad y grupos opositores, agravado por la presencia de yihadistas de Estado Islámico (EI), algunos de los cuales siguen allí pese a que teóricamente fueron derrotados en marzo del 2019. Según estimaciones de la ONU, desde el inicio de la guerra siria han muerto medio millón de personas, y unos 6,6 millones han huido del país, convirtiéndose en refugiados. Otros 6,7 millones han tenido que abandonar sus hogares en el interior de Siria.