Final de locos en la quinta etapa de la 59ª edición de la Vuelta a Turquía, de 177,9 kilómetros entre Bodrum y Kusadasi. Una jornada que se ha decidido en un sprint más tenso de lo que pudiera parecer su desenlace y que se producía después de que el pelotón tirara por tierra la aventura del alemán Oliver Mattheis, el último de los seis fugados que rodaron en cabeza de carrera durante muchos kilómetros.
La aventura de Oliver Mattheis estaba condenada al fracaso por lo mucho que había en juego, por la voracidad del pelotón y por la diferencia de velocidad en las piernas del pelotón y del corredor del Bora, escuadra alemana que si no pasa nada ya lucirá el nuevo maillot con Red Bull en letras bien grandes en el Tour de Francia de este año.
El equipo Polti-Kometa tomó el control del pelotón a cinco kilómetros de meta y el alemán Lührs trató de sorprender, pero no pudo, antes de afrontar un final delicado por la curvas, por el estado del asfalto de alguna de ellas y por el estrechamiento que había a escasos 500 metros de la línea de meta, un estrechamiento que algunos ciclistas leyeron bien y otros no.
En la recta de meta, que picaba hacia arriba, Danny Van Poppel fue el primero en presentar candidatura a la victoria, pero fue el Team dsm el que mejor trabajó y en especial el líder de la prueba, el joven de 21 años Tobias Lund Andresen, que se impuso con autoridad mientras justo tras él su compañero en el equipo neerlandés Fabio Jakobsen bendecía justo tras él la victoria de su compañero.
Este viernes Tobias Lund defenderá el maillot de líder en la etapa reina de la Vuelta a Turquía, con el duro final en el puerto de primera categoría de Manisa.