Máxima Zorreguieta es la reina consorte de los Países Bajos desde el 30 de abril en 2013. La argentina está en boca de todos por el estreno de la serie sobre su vida, que muy pronto también llegará a nuestro país. Pero es importante aclarar que la esposa del rey Guillermo Alejandro no fue la primera latina en llegar a la realeza europea.
La pionera fue la cubana María Teresa Mestre Batista, aunque ahora es más conocida como María Teresa de Luxemburgo, la gran duquesa consorte de Luxemburgo por su matrimonio con el gran duque Enrique de Luxemburgo, título que ostenta desde el 2000.
Lo curioso es que Máxima y María Teresa tienen varios puntos en común en sus respectivas historias de amor. Pues la argentina conoció a su ahora esposo en Barcelona durante su tiempo como estudiante y algo similar ocurrió entre los jefes de la realeza de Luxemburgo.
María Teresa es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad de Ginebra, al igual que su marido, y precisamente en dicho centro universitario se conocieron e iniciaron su noviazgo. De hecho, poco tiempo después del fallecimiento de su suegra, la gran duquesa Josefina Carlota, María Teresa reveló que la relación con la madre de su esposo nunca había sido buena debido a su origen cubano y plebeyo.
María Teresa de Luxemburgo proviene de las más prominentes y acaudaladas familias de Cuba (propietarios de ingenios azucareros y bancos): es hija de José Antonio Mestre y María Teresa Batista, originarios de La Habana. Pero su familia luego de la Revolución se instaló en Estados Unidos, más precisamente en Nueva York.
Se casó el 14 de febrero de 1981 en la Catedral de Santa María de Luxemburgo con el gran duque Enrique, quien por entonces era el gran duque heredero. Título al que accedió el 7 de octubre de 2000, cuando su padre, el gran duque Juan, abdicó.
Máxima Zorreguieta y otras plebeyas que son reinas en Europa
En un giro inesperado y romántico, Máxima Zorreguieta, Letizia Ortiz y Mary Donaldson lograron pasar de ser plebeyas a reinas consorte. Atrás quedaron los matrimonios por conveniencia y los protocolos arcaicos para dar paso al amor y la libertad de elección en la realeza.
Letizia Ortiz, periodista divorciada, se enamoró del príncipe heredero Felipe de Borbón. Su historia de amor prohibida culminó en una glamorosa boda en mayo de 2004, convirtiéndose en princesa de Asturias y finalmente en reina de España.
Máxima Zorreguieta, una ambiciosa economista argentina, conoció al príncipe heredero Guillermo Alejandro en la Feria de Abril de Sevilla. Su relación se convirtió en un asunto de Estado, pero finalmente fue aceptada como parte de la Casa Orange-Nassau, convirtiéndose en reina de Holanda.
Mary Donaldson, una australiana común, conoció al príncipe Federico de Dinamarca en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Después de mantener una relación a distancia, se comprometieron y contrajeron matrimonio en 2004.
Estas mujeres desafiaron las expectativas y conquistaron el corazón de sus respectivos príncipes herederos, convirtiéndose en reinas consorte. También se suman a esta lista Charlene de Mónaco, Rania de Jordania y Camilla Parker, quienes ganaron aceptación entre sus súbditos y lideraron las casas reales de Mónaco, Jordania y Reino Unido, respectivamente.
Y como caso adicional encontramos a Kate Middleton, una joven de clase media que está cada vez más cerca de convertirse en reina consorte de Reino Unido. Su romance con el príncipe William inició en 2001, y si todo va según lo previsto, ella podrá acceder a ese trono algún día.
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