La vida trágica y enigmática de María, 'Reina de los Escoceses'

La vida trágica y enigmática de María, 'Reina de los Escoceses'

  • Una exposición repasa al mito y al personaje histórico de María I de Escocia (1542-1587),  ejecutada por su prima Isabel I de Inglaterra.
  • La monarca enviudó a los 19 años, su segundo marido fue asesinado y el tercero forzó su abdicación. Vivió cautiva durante casi dos décadas en varios castillos.
  • Envuelta en un contexto religioso y político complejo, era para los católicos de Inglaterra la legítima soberana del trono inglés.
Retrato conmemorativo de María I de Escocia realizado en torno al año 16oo. A la izquierda una escena ilustra el momento de su ejecución
Retrato conmemorativo de María I de Escocia realizado en torno al año 16oo. A la izquierda una escena ilustra el momento de su ejecución
© Blairs Museum Trust
Retrato conmemorativo de María I de Escocia realizado en torno al año 16oo. A la izquierda una escena ilustra el momento de su ejecución

Coronada como reina de Escocia cuando tenía 9 meses, criada en la corte de Francia y convertida en una joven sofisticada y elegante, recluida por orden de su prima la reina Isabel I de Inglaterra durante casi dos décadas, acusada de conspirar en varias ocasiones para asesinarla y ejecutada a los 45 años.

María I de Escocia (1542-1587) —María Estuardo, hija de Jacobo V de Escocia y María de Guisa—  se ha convertido en la figura histórica más atractiva de entre los monarcas que reinaron en el territorio (entonces una corona independiente de Inglaterra) por su vida atribulada, trágica y enigmática.

La Galería Nacional de Escocia, en Edimburgo, explora los aspectos reales y mitificados del personaje en Mary, Queen of Scots (María, Reina de los Escoceses), una muestra que se puede visitar en la capital escocesa hasta el 17 de noviembre y que arroja luz sobre la historia de la monarca con una colección de pinturas, dibujos, joyería, textiles, muebles, mapas y documentos.

Acusada de casarse con el asesino de su marido

La enviaron a Francia con 5 años, para educarse en una de las cortes más poderosas y exuberantes del momento. Se casó con el joven Francisco II de Francia (que murió poco después, a los 16 años). A los 19, viuda, volvió a Escocia exhibiendo su pálida elegancia con un espectacular guardarropa y una colección de joyas de las que el museo expone algunas de las más refinadas.

Con sus otros dos matrimonios no tuvo más que problemas: el diletante y soberbio Enrique Estuardo era un estorbo para ella, la cosa no mejoró cuando él murió asesinado y ella se casó con el Conde de Bothwell, señalado como el culpable del crimen del anterior marido. La nobleza se sublevó ante el escándalo e hizo abdicar a la reina, que cayó directa en las redes de Isabel I. El museo, situado en el mismo lugar en el que murió Enrique Estuardo, recoge testimonios de la época y objetos relativos al crimen.

Apasionada de las mascaradas, la caza y la cetrería

Tocaba el laúd, jugaba a las cartas hasta entrada la noche, destacaba como costurera y era una apasionada de las mascaradas, la caza y la cetrería. Estaba envuelta en un contexto religioso y político complejo al ser la representante para los católicos la legítima soberana del trono inglés y provocó varias rebeliones que Isabel I vio como una amenaza.

La exposición examina además el papel de la reina en la Europa renacentista con referencias a otras mujeres coetáneas —como María de Guisa (su madre, noble francesa), María Tudor, Isabel I y la noble francoitaliana Catalina de Médici— e incluye mapas e instrumentos científicos como un astrolabio del siglo XV que ilustran el rápido avance y los descubrimientos de la época.

No se sabe con seguridad si María estuvo involucrada en confabulaciones para asesinar a la Reina Virgen o si la inculparon, pero igualmente sufrió las consecuencias: 18 años y medio de cautiverio en diferentes castillos y finalmente la ejecución. La exposición cuenta con el libro de horas que parece ser que portaba el día que murió y exhibe obras de la época que ilustran sus últimos momentos —vestida de color rojo, el color asociado a los mártires católicos— ante el verdugo que le cortaría la cabeza.

Mostrar comentarios