MARÍA CRISTINA DE HABSBURGO-LORENA (1858-1929)

María Cristina De Habsburgo-Lorena fue la segunda esposa del rey Alfonso XII de España. Mujer tímida, aunque culta e inteligente, tuvo que hacer frente al rechazo generalizado y la indiferencia de su esposo, impactado por la prematura muerte de su primera esposa, María de las Mercedes. Cuando falleció Alfonso, María Cristina se encontraba embarazada de tres meses y, durante diecisiete años, asumió la Regencia con el apoyo de la Iglesia y del ejército, hasta que su hijo Alfonso XIII cumplió la mayoría de edad.

Era muy piadosa y recibió el mote de “Doña Virtudes” de sus enemigos, pero gracias a su intervención se reanudaron las relaciones con la Santa Sede, disipando así a los carlistas. Inexperta en temas de política y con el objetivo de evitar los errores cometidos durante el reinado de Isabel II, se dejó aconsejar por los políticos Cánovas y Sagasta, y firmó el Pacto de El Pardo, que consistió en un sistema de alternancia bipartidista entre liberales y conservadores, más conocido como “turnismo”, consolidando así la Restauración hasta principios del XX. 

La intachable conducta y profesionalidad de María Cristina De Habsburgo-Lorena en los deberes constitucionales le hicieron ganarse el respeto del pueblo. Durante su regencia, se promulgaron, entre otras, la Ley de Sufragio Universal y la Ley de Asociaciones. Por otro lado, España perdió las últimas posesiones de su imperio en América y Asia. Su cuerpo reposa en el Panteón de reyes y reinas de El Escorial.