María Antonia Walpurgis nació el 18 de julio de 1724. Inició sus estudios en Munich con Giovanni Ferrandini, y los continuó, después de su matrimonio, con Nicolo Porpora, que la animó a estudiar canto y fue su maestro de capilla, y con Johan Adolf Hasse.
Es recordada como mecenas de músicos y literatos. Ella misma fue poetisa y escritora y Hasse, Ferrandini y otros compusieron música a muchas de sus obras.
También escribió el libreto de todas sus cantatas y óperas líricas y el de la cantata de Hasse La conversione de Sant´Agostino.
Gracias a ella se estrenó en Munich la Ópera de Gluck Orfeo ed Euridice.
Además, mantuvo una relación epistolar con Federico II el Grande de Prusia, también músico y compositor, para intercambiar ideas. Esta relación la animço mucho en sus actividades.
María Antonia Walpurgis compuso dos óperas, Il trionfo della fedeltà y Talestri (aunque se dice que recibió alguna ayuda en la orquestación de Porpora y Hasse, y de Metastasio en el libreto).
Son totalmente suyas, con seguridad, una serie de arias, intermezzos, motetes y pequeños trabajos para instrumentos.
A la muerte de su marido, en 1763, Antonio se quedó sola con un niño pequeño, por lo que debió atender el reino durante muchos años, tarea en la que demostró ser una persona de gran inteligencia y cultura.
Cuando su hijo accedió al trono, en 1771, ella pudo viajar a Italia, el país de la música y la lengua que había estudiado.
Por aquella época se convirtió en académica de la Arcadia, en Roma, con el nombre de Ermelinda Talea (y el seudónimo de E.T.P.A., Ermelinda Talea Pastora de Arcadia).
En Roma conoció al padre Eximeno, estudioso español, que dedicó su libro De los orígenes y la realidad de la música, con la historia de sus avances, su decadencia y su renovación, a la princesa María Antonia Walpurgis.
En la dedicatoria escribe: “Alimentada por una educación digna del trono imperial en el que “nacisteis”, vos sola desmentís la vulgar acusación contra vuestro sexo; vuestras dotes singulares demuestran que la debilidad de espíritu, de la que comúnmente se le acusa, no es defecto físico de la mujer, sino consecuencia de una educación negligente”.
María Antonia Walpurgis tuvo como alumno al compositor Naumann.
