Santoral del 8 de septiembre: día de la Natividad de Santa María Virgen

Los Evangelios ofrecen poca información sobre el nacimiento de la Virgen María, madre de Jesucristo. La Iglesia Católica conmemora la Natividad de la madre de Jesucristo en base a distintas tradiciones que se remontan al siglo V y, en especial, sobre el Protoevangelio de Santiago.

Escrito en el siglo II, es uno de los textos “apócrifos” que completan las narraciones de los Evangelios de Mateo y Lucas sobre la infancia de Jesús. El Protoevangelio, o Libro de Santiago, afirma que los padres de María fueron Joaquín y Ana.

Joaquín no podía tener hijos, por lo cual se fue al desierto donde ayunó durante 40 días. Entristecida, Ana le pidió a Dios tener un hijo. “Y he aquí que un ángel del Señor apareció y le dijo: el Señor ha escuchado y atendido tu súplica. Concebirás, parirás y se hablará de tu progenitura en toda la tierra”, según el Libro de Santiago.

En tanto, Joaquín tuvo una revelación semejante y volvió del desierto para reunirse con su mujer, aunque la concepción fue por obra del Espíritu Santo. El Libro de Santiago dice: “Y los meses de Ana se cumplieron y, al noveno, dio a luz. Preguntó a la partera: ¿Qué he parido? La partera contestó: una niña. Y Ana repuso: mi alma se glorificado en este día. Y acostó a la niña en su cama. Y transcurridos los días legales, se lavó, dio el pecho a la niña y la llamó María”.

Según el mismo relato, a los dos años María fue llevada al Templo, origen de la fiesta de la Presentación. A los 12 años, entre los años 20 y 18 a.C., fue desposada con José. Según este relato, José era viudo, anciano y tenía otros hijos.

El 5 de julio de 1987 el Papa Juan Pablo II, al referirse al lugar de nacimiento de María, dijo que “una antigua tradición, a la cual se hace referencia en un apócrifo del siglo II, el Protoevangelio de Santiago, sitúa en Jerusalén, junto al templo, la casa en que nació la Virgen. Los cristianos, desde el siglo V en adelante, han celebrado la memoria de la Natividad de María en la gran iglesia construida frente al templo, sobre la Piscina Probática, donde Jesús curó al paralítico”.

Agregó: “Los cruzados encontraron sólo ruinas de esa antigua iglesia, pero construyeron una a su lado, dedicada a Santa María en el lugar de su nacimiento, hoy denominada iglesia de Santa Ana. Sea cual fuere la verdad histórica, permanece el hecho de que, en ese lugar, desde sus orígenes, se venera la memoria del nacimiento de la Madre del Redentor”.

Hace un año, el Papa Francisco dio tres enseñanzas sobre la fiesta de la Natividad de la Virgen. “Nos recuerda que Dios es fiel a sus promesas y que, a través de María, ha querido habitar entre nosotros”, afirmó.

Después invitó a pedir a “nuestra Madre que nos ayude a redescubrir la belleza de ser hijos de Dios y, superando las diferencias y los conflictos, nos ayude a vivir como hermanos”.

Por último, agregó que el día de la Natividad de María recuerda que “como hermanos y hermanas de Jesús, María es también nuestra Madre” y alentó: “¡Formemos una familia con Jesús y María!”.

Otros Santos del 8 de septiembre

• Santo Tomás de Villanueva. (1486-1555). Nació en Fuenllana (España) y perteneció a la orden de los agustinos. Confesor de Carlos V, asumió como arzobispo de Valencia en 1544. En 1550 fundó el Colegio-Seminario de la Presentación para la formación del clero e intentó la evangelización de los moros. Canonizado por el papa Alejandro VII en 1688.
  
• San Adriano de Nicomedia. (¿?). Oficial pagano de la corte imperial de Nicomedia (actual Turquía) al presenciar el martirio de 23 cristianos les pidió a los verdugos que lo contaran entre las víctimas porque también creía en Cristo. Hecho prisionero, tras negarse a apostatar, fue condenado a la hoguera. Sus reliquias fueron llevadas a Roma y San Adriano fue muy popular, como patrono de soldados y carniceros.
  
• San Corbiniano de Freising. (680-725). Uno de los primeros que predicó el Evangelio en Baviera (actual Alemania) había nacido en Francia y vivido como eremita. El papa Gregorio II lo envío a predicar a Baviera. Estableció su sede en Freising.
  
• San Isaac de Armenia. (346-438). Consagrado sacerdote al quedar viudo sucedió en el gobierno de la Iglesia de Armenia a su padre, Nerses. Tradujo al armenio las Sagradas Escrituras. En 428, durante la invasión de los persas, fue desterrado.
  
• San Sergio. (¿?-701). Oriundo de Siria, educado en Palermo (actual Italia), bautizó al rey de los sajones occidentales en 689 y consagró obispo de Nortumbria a Willibrordo. Fue sepultado en San Pedro. Santo