Adelaida de Francia (1732-1800), una figura histórica fascinante, fue una princesa francesa, cuarta hija de los reyes Luis XV de Francia y María Leszczynska. Nació en el Palacio de Versalles el 23 de marzo de 1732. Desde su nacimiento hasta la muerte de su hermana mayor Luisa en 1733, fue conocida como Madame Quatrième (Madame Cuarta). Posteriormente, fue conocida como Madame Adelaida desde 1737 a 1755, y luego desde 1759 hasta su muerte.
En sus primeros años, Adelaida fue criada en la corte de Versalles con sus hermanas mayores y su hermano, Luis, delfín de Francia. Su padre la quería mucho y se divertía llamándola Madame Torchon ("Sra. Paño"), debido a su gusto por los trabajos domésticos. Sin embargo, las tres niñas vivían a la sombra de su hermano Luis.
Adelaida nunca se casó. Para finales de la década de 1740, cuando llegó a la edad en que normalmente las princesas se casaban, no había potenciales consortes disponibles en Europa, por lo que prefirió quedarse soltera en lugar de casarse con alguien que no era un monarca o heredero de un trono.
Adelaida y sus hermanas eran conocidas como las Mesdames de Francia1. Junto a su hermana Sofía, era poseedora del ducado de Louvois, título otorgado por su sobrino Luis XVI. Dotada de un carácter vivaz, supo imponerse como una auténtica cabeza de familia entre sus hermanas.
En 1791, sobrecogida por los preludios de la revolución, salió de Francia con su hermana Victoria, y se fueron a Roma. En 1796 se trasladaron a Nápoles, creyéndose más seguras, pero tuvieron que salir de allí en 17992. Finalmente, Adelaida de Francia falleció el 27 de febrero de 1800 en Trieste, Italia.
La vida de Adelaida de Francia es un testimonio de la historia de la realeza francesa durante el siglo XVIII, una época de grandes cambios y revoluciones. Su historia nos recuerda la complejidad y la riqueza de la historia de Francia.