Máximo Gorki

(Seud�nimo de Alex�i Maxim�vich Peshkov; Nijni-Novgorod, 1868 - Mosc�, 1936) Novelista y dramaturgo ruso, maestro del realismo socialista y una de las personalidades m�s relevantes de la cultura y de la literatura de su pa�s.

Máximo Gorki

Tras la muerte de su padre cuando contaba cuatro a�os de edad, Máximo Gorki hubo de trasladarse a vivir con la familia de su abuelo, en un ambiente peque�o-burgu�s venido a menos y en ocasiones rayano en la pobreza. Ese mundo de su ni�ez, que lo marc� decididamente, se recrea magistralmente en Mi infancia (1913-1914), primera parte de su trilog�a autobiogr�fica.

Gorki está considerado un modelo de escritor autodidacta. A los once a�os se march� de la casa de su abuelo y emprendi� una vida llena de aprendizajes incompletos, largas navegaciones por el r�o Volga y numerosos viajes al sur de Rusia y a Ucrania, que serían el tema del tambi�n autobiogr�fico libro Mis universidades (1923). El �xito literario le lleg� tras la publicaci�n del relato breve Makar Chudra en 1892, donde combina una descripci�n brillante de la naturaleza con un rico flujo narrativo interno para abordar el tema de la dignidad humana y la libertad en forma folclorista y ultra rom�ntica. Lo mismo puede decirse de La vieja Izergil (1895), que narra la historia de Danko, quien hace pedazos su coraz�n para iluminar el camino de la salvaci�n a su tribu.

De estos a�os son tambi�n una larga serie de relatos profundamente antiburgueses, que relatan las desesperadas y en la mayor�a de los casos in�tiles protestas de los desheredados contra el ethos capitalista que, tras la tardía penetración en el país de la revolución industrial, comenzaba a adue�arse de la sociedad rusa en el �ltimo tercio del siglo XIX. Entre ellos cabe se�alar Chelkash (1895), La canci�n del halc�n (1895), Konovalov (1896) y Veintis�is hombres y una mujer (1899). En los albores del siglo XX, Gorki escribe varias novelas sobre el mundo del comercio, como Foma Gordeev (1900) y Nosotros tres (1901), que si bien son vigorosas y de colorida expresi�n, padecen de cierta debilidad en su estructura.

Su primera obra de teatro, Los peque�os burgueses (1902), explora el tema de la rebeli�n contra la sociedad en un medio burgu�s e introduce por primera vez al h�roe que milita activamente en favor de la causa proletaria. Su segunda obra, Los bajos fondos (1903), goz� de un �xito fulminante. En ella se manifiesta una ret�rica heredera de los sermones religiosos, que acompa�ar� a buena parte de la obra posterior de Gorki y que ir� adquiriendo un car�cter abiertamente pol�tico.

El t�tulo m�s importante de ese giro proletario es La madre (1907), escrita durante un viaje que realiz� a Estados Unidos para recolectar fondos para la causa bolchevique. La novela narra la historia de una madre que adopta la causa del socialismo como una suerte de religi�n, despu�s de que su hijo, un activista pol�tico, es arrestado. Elogiada con entusiasmo por Lenin, adquiri� una injustificada fama durante el per�odo sovi�tico, como ejemplo del triunfo inevitable de las ideas comunistas.

En realidad, Gorki parecía menos interesado en esos devaneos proletarios que en la descripci�n de la vida provinciana y la decisiva futilidad de sus protagonistas, con un esp�ritu que parece ser deudor de la obra de León Tolstói y Antón Ch�jov. As�, sus piezas teatrales Los veraneantes (1905) y Los hijos del sol (1905), como sus obras en prosa La ciudad Okurov (1910) y La vida de Matvei Kozhemiakin (1911), indican su deseo de alejarse de los temas que dictaba la realidad inmediata, de la misma manera que se vio obligado a apartarse f�sicamente de Rusia por orden de las autoridades zaristas para instalarse en la isla de Capri.

La obra m�s caracter�stica de los a�os de su primer destierro es una novela escrita en primera persona, La confesi�n (1908), que evidencia su inter�s en la construcci�n de un Dios diferente para el imaginario popular. En 1913 se le permite regresar a Rusia, donde se vio abrumado por los excesos de la revoluci�n bolchevique y la guerra civil y sostuvo varias discusiones con Lenin, especialmente a causa de la pol�tica cultural comunista. Finalmente, esa disconformidad y su manifiesto apoyo a muchos intelectuales represaliados o forzados al exilio le hicieron tomar la decisi�n de abandonar nuevamente su tierra y volver a Capri, aunque formalmente aleg� razones de salud.

En la isla, en la d�cada de 1920, escribi� su mejor novela, El negocio de los Artamonov (1925), y emprendi� la monumental y �pica La vida de Klim Samgin, que la muerte no le permiti� concluir. Esas obras y algunas piezas para teatro escritas en esos a�os evidencian que le era imposible conciliar sus intereses art�sticos con la idea estalinista de la literatura. Sin embargo, en 1928 regres� nuevamente a Rusia, convirti�ndose en vocero del r�gimen de Stalin y abogado de la doctrina del realismo socialista, lo que tuvo un decisivo y nefasto efecto sobre su reputaci�n intelectual. Muri� en Mosc� en circunstancias que todav�a no han sido aclaradas.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].