La emperatriz consorte Luisa de Orleáns (francés: Louise d’Orleans), (Palermo, Reino exiliado de las Dos Sicilias, 3 de abril de 1812-Palacio de las Tullerías, Imperio francés, 11 de octure de 1850) fue Princesa de Orleans por nacimiento y por matrimonio (con Napoleón III de Francia) en 1832, Emperatriz consorte de Francia desde ese año hasta su prematura muerte en 1850.
Nacimiento y primeros años[]
Luisa María Teresa Carlota Isabel de Borbón-Orleans y Borbón-Nápoles y Sicilia (francés: Louise Marie Thérèse Charlotte Isabelle de Bourbon-Orleans (o d’Orleans) et Bourbon-Naples et Sicile) fue primera hija de Luis Felipe III de Orleans, primo quinto de Luis XVII y Duque de Orleans, Chatres y Valois. Su abuelo, Luis Felipe II de Orleans, fue partícipe de la revolución francesa, llegando a mantener diversos puestos políticos y a tomar el nombre de Felipe Igualdad.
Su padre vivía exiliado desde la revolución.Sin embargo, en 1808 se establece en la corte exiliada de Fernando III de Sicilia (y IV de Nápoles) en la ciudad de Palermo. Desde esta ciudad, observa como Napoleón parte a la conquista de Rusia.
Es ahí, donde en 1809 desposa a la princesa María Amalia de Sicilia y en 1810 tiene a su primer hijo, Fernando Felipe de Orleans (1810-1842).
Es en la ciudad siciliana, que en 1812 (3 de abril) nace la princesa Luisa. La victoria de Napoleón sobre Rusia y España suponen que desde Palermo el rey Fernando III abidque sus poderes en favor de Joaquín Murat en 1813.
La abdicación sin embargo venía con sus condiciones y una de ellas era la de mantener asegurada la posición de los miembros de la Familia Borbón-Dos Sicilias. Por ello, María Amalia y sus hijos eran intocables para las fuerzas francesas.
A pesar de este hecho, muchos Borbones deciden emigrar en busca de asilo en otros países, escogiendo María Amalia, Luis Felipe y su prole la neutral Suiza que, si bien era un estado satélite de Francia, tenía su posición especial al habérsele concedido en 1803 un estatus especial.
Princesa en el exilio y vuelta de los Orleans[]
Luisa se crió en la ciudad de Berna, capital de Suiza, donde recibió una educación burguesa y rica.
En 1830, a raíz de la toma de poder de Napoleón II, la tensión en Francia aumenta. Muchos revolucionarios exigían la vuelta de la familia real francesa, y varios proponían a Luis Felipe como nuevo monarca. La precaria situación en Francia además se entorpece con la mudanza de Napoleón II de París a Roma, desde donde gobierna a duras penas.
Luis Felipe III (quien había adoptado el nombre civil de Louis-Philippe Orleans) decide, prudentemente, apoyar a Napoleón II para no entorpecer más su precaria situación. Es entonces que abdica sus derechos sobre la corona francesa en su hijo Fernando Felipe, aunque el heredero real era Carlos, Duque de Chatres.
Cuando Sièyes (y, subsecuentemente, Napoleón II) toman de nuevo el poder, los embarricados, quienes habían perdido el apoyo popular, deciden pues rendirse. Carlos de Borbón abandona Europa y Luis de Orleans es permitido viajar de nuevo a Francia. Es entonces cuando la vida de la familia da un nuevo vuelco, ya que son recibidos en Francia como parte de la nobleza del imperio.
Napoleón II agradece a Luis Felipe, re-instaurando el título de “Duque de Orleans” y nombrando a Luisa como “Princesa de Orleans”. Luis Felipe quería asentar su posición aún más e intenta casar a Luisa con el emperador, pero este se opone desde Roma. Cuando en 1832 Napoleón II muere, Luis Felipe no reconoce a su madre como regente, sino que en cambio es uno de los primeros en proponer a Napoleón de Irlanda, Príncipe de Úlster como Napoleón III. Cuando Carlos-Napoleón de Irlanda vuelve a Francia y se corona como Napoleón III, Luis Felipe es convertido en Ministro del Imperio y este intenta de nuevo buscar un matrimonio para su hija, quien ahora era una joven muy bonita. Napoleón III se muestra muy interesado en la princesa de Orleans, además de que un matrimonio entre un Bonaparte y un Borbón sería la última manera de unificar ambas dinastías, por no decir que los Orleans, a diferencia de sus primos lejanos los Borbones (Luis XVI, y sus hermanos Luis y Carlos) eran bastante populares y corría el riesgo de una revuelta pro-orleanista. Además, el siempre importante nacionalismo italiano en el reinado de Napoleón III fue complacido por el matrimonio del Bonaparte con una princesa nacida en Italia.
Emperatriz consorte[]
El matrimonio se celebró el 18 de marzo de 1833. Napoleón III y Luisa no congeniaron al principio pero, y tras unas largas veladas de celebración en la ciudad de Turín, Luisa se queda embarazada de su primer hijo.
Luisa María se dedicó en cuerpo y alma a obras de calidad, así como a cuidar de sus hijos. Su primer vástago, Napoleón Luis Bonaparte y Orleans (1833-1834) nacía el mismo año del matrimonio sietemesino en noviembre. El joven príncipe, quien recibe los títulos de Príncipe Imperial de Francia y Duque de París, fallece sin embargo a los pocos meses de unas fiebres altas.
Amoríos[]
La pareja imperial se distancia por la muerte de su único hijo juntos. Por ello, se empiezan a conocer escarceos amorosos de Napoleón, lo cual deja destrozada a la princesa consorte. Ella entonces empieza a ser cortejada por Leopoldo, Duque de Saalfeld quien, aunque mucho mayor, la acomplece y complementa. Se cree que de los descendientes de la princesa, 3 son hijos del Duque de Saalfeld.
En 1837, después del nacimiento del segundo supuesto hijo de Leopoldo, Napoleón Luis Felipe, Duque de Anjou, la pareja de amantes se distanció, ya que Napoleón III (por aquel entonces príncipe imperial) sospechaba y no toleraba la relación entre su esposa y el duque de Saalfeld.
Es entonces cuando la princesa se refugia en los brazos de su cuñado político, Albert von Mecklemburg-Schwerin (1812-1843). Juntos tienen supuestamente dos hijos: Fernando Luis Bonaparte y Orleans, Duque de Turín en 1838 y Alejandro.
Fallecimiento[]
La reina, quien a pesar de su escandalosa (pero disctreta) vida amorosa era muy querida por el pueblo, se entera en 1850 de la muerte de su padre, lo que le da tal pena y la deja tanto en shock que fallece poco después, el 11 de septiembre de 1850.