Últimos momentos de vida de María Luisa Cedeño permitieron revelar mordidas

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(CRHoy.com) Los últimos momentos de vida de María Luisa Cedeño permitieron que las mordeduras que sufrió antes de ser asesinada se revelaran.

El odontólogo forense José Manuel Fernández señaló la mañana de este martes en el juicio que se sigue contra tres hombres por el crimen, que el cuerpo de la víctima reaccionó a las lesiones hasta que esta falleció, lo que dejó marcas que luego pudieron ser fotografiadas y comparadas con las impresiones dentales de las siete personas que estaban en el hotel La Mansión Inn, en playa Manuel Antonio de Quepos, la madrugada del 20 de julio de 2020 (lugar y momento del hecho).

Sin embargo, ¿pudieron cambiar esas mordeduras de tamaño? Esa fue una de las preguntas que marcaron el interrogatorio de la defensa del administrador Luis Carlos Miranda, a cargo del abogado Érick Gatgens.

Tras una discusión de casi 10 minutos, que incluyó la medición de la presidenta del Tribunal Penal de Quepos, Sandra Arrieta, el perito respondió: “En el momento en que a mí me muerden, yo no tengo nada. Es hasta después que empiezan a marcarse. Entonces, que la persona todavía tenga un tiempo de vitalidad es lo que permite que la lesión se revele. Y se va a revelar por los cambios que hay nivel celular, todos los que he explicado (inflamación, equimosis, dolor, entre otras), pero cambios no va a haber”.

Gatgens replicó si la hinchazón modifica o no el tamaño de las impresiones dentales en la piel, el especialista contestó:

“En la piel podrían cambiarlas, dependiendo del grado de inflamación. En piel sí, a nivel dental no. Si un sitio está muy inflamado, va a cambiar su arquitectura normal, va a haber inflamación, va a haber edema, eso va a cambiar la forma natural del tejido o de un órgano. En términos dentales, los dientes no van a sufrir alteración porque los dientes, si se inflaman, no se inflaman en las estructuras, sino en el nervio”.

Al respecto, el representante de la familia de la víctima, Alfonso Ruiz, explicó:

“La lesión se causa estando en vida y de eso no ha habido ninguna duda. Esa lesión deja de evolucionar en el momento en el que la persona fallece. Lo que pasa es que hay una circunstancia particular en la pregunta que hace la defensa, porque hay una variable que no conocemos, que es cuánto tiempo después de la mordedura la persona falleció. Y eso no lo sabe nadie. Entonces lo que el doctor puede aseverar que es la impronta dental queda en la piel y a partir de ese momento no se modifica después de que la persona fallece. Por eso es que él da absoluta credibilidad a las muestras que el toma en el cuerpo de la ofendida”.

Consultado por CRHoy.com, con relación a si en alguna oportunidad se midió la inflamación de las heridas, el jurista dijo que la patóloga Silvia Fernández indicó en uno de sus informes que todo cuerpo en estado de descomposición se genera un periodo de hinchazón que luego reduce. “En las fotografías que tenemos de la autopsia no se observan esos fenómenos ya”, abonó.

La ofendida presentaba tres mordeduras en mejilla y antebrazo derechos, atribuidas en la acusación al empresario Harry Bodaan; así como el seno izquierdo, achacada por la fiscala Grettel Rosales a Miranda. Estas presuntamente se dieron durante una agresión sexual por la que se señala como el aparente autor al bailarín Teodoro Herrera. Posteriormente, la mujer murió producto de un desacomodo de sus vértebras cervicales.

Medición de dientes

Érick Gatgens también enfocó parte de su cuestionario a la forma en la que se llevó a cabo la medición de las piezas dentales de los sospechosos.

Sobre ese particular, el odontólogo forense José Manuel Fernández, reconoció que no la hizo. Pero resaltó que para ello, se basó en su lugar en una superposición de las transparencias digitales escaneadas -por la Unidad de Imagen y Sonido del Organismo de Investigación Judicial (OIJ)- de los moldes de la mordida de los imputados que, insiste, guarda una dimensión uno a uno. Mencionó que hubiese sido “complementario” medir los dientes o el diastema encontrado en la dentadura del encartado Luis Carlos Miranda, y que no las incluyó para evitar cargar de datos complejos su reporte.

Este medio consultó al fiscal Édgar Ramírez en relación con ese punto, a lo que recalcó lo expresado por el experto. “La medición está contenida en la superposión que él (Fernández) hace”, manifestó el representante del Ministerio Público.

Para llevar a cabo el análisis del caso del administrador (único en el que se han abordado fechas), el perito tomó del 29 al 31 de julio de 2020.