Reina Letizia, suplemento dominical

La biografía de la consorte se puede contar a través de las secciones de la revista de fin de semana de un periódico.
Letizia Ortiz posa por su 40º cumpleaños con Felipe de Borbón y sus hijas Leonor y Sofía
Letizia Ortiz posa por su 40º cumpleaños con Felipe de Borbón y sus hijas Leonor y SofíaHandout/Getty Images

La biografía de Letizia Ortiz Roscasolano nos la han contado como un cuento de hadas (cómo olvidar a esa vecina de Oviedo asegurando en 2003 que su paisana desde niña ya tenía “cara de princesa”) pero la personalidad de la reina se puede concretar con las secciones de un suplemento dominical sin necesidad de recurrir a la narración breve infantil más popular

Actualidad 

La reina es licenciada en Ciencias de la Información, rama Periodismo, por la Universidad Complutense de Madrid. Arrancó su carrera televisiva en la sede madrileña de la cadena estadounidense Bloomberg, especializada en economía, finanzas y mercados, después de hacer prácticas en los diarios La Nueva España y ABC y en la agencia de noticias EFE y colaborar con el periódico Siglo 21 durante sus estudios de Doctorado en México. Más tarde fichó por CNN+ donde ejerció tareas de reportera, redactora y presentadora. En el año 2000 entró a formar parte de la plantilla de Televisión Española, donde trabajó en el equipo de edición de la segunda entrega del Telediario y se hizo cargo de presentar Informe Semanal. Tras presentar el Telediario matinal, los especiales sobre el Euro (“Los precios no cambian, solo cambia la moneda”, nos recordaba desde el otro lado de la pantalla) y ocupar el puesto de enviada especial a diferentes partes del mundo para cubrir acontecimientos de actualidad, fue nombrada copresentadora de la segunda edición del Telediario

La reina Letizia durante su etapa como periodista.

TVE

Como informadora cubrió sucesos como los atentados de las Torres Gemelas, la invasión de Irak o el hundimiento del petrolero Prestige frente a las costas gallegas. De esta última experiencia aprendió que “Cuando estoy fuera haciendo reportajes sobre asuntos trágicos, es fácil conmoverte y emocionarte; sin embargo, es tal el volumen y la rapidez con la que trabajas que, hasta que no has acabado el último directo y estás en la habitación del hotel, no te paras a pensar en lo terrible que es lo que has visto”. Después de narrar pedacitos de la historia pasó a protagonizarla.

Historia

Felipe V, duque de Anjou y nieto del Rey sol francés, fue el primer Borbón en reinar en España. Conocido como El animoso, a pesar de dar meritorias muestras de lo contrario, arrancó su gobierno en 1700 tras la muerte de su tío-abuelo Carlos II, de la dinastía de los Habsburgo y víctima de la política familiar de matrimonios consanguíneos. Tres siglos y tres años después, no exentos de sobresaltos naturalmente, el hijo del rey Juan Carlos I, al que habían bautizado con el nombre de Felipe en recuerdo de aquel lejano pariente que vino desde Versalles a regañadientes, anunció que se casaba por amor. Un hecho sin precedentes en la corona española, porque lo del tatarabuelo y su malograda prima tuvo más notas políticas de reconciliación que de flor de romance, a pesar de la convicción de la coplilla. 

La reina Letizia y el rey Felipe durante su petición de mano en 2003.

Casa Real /Gtres

La prometida del heredero es de origen nacional (nacida en Oviedo y residente en Madrid) como solo lo fueron antes que ella los consortes de Felipe II (Ana de Austria), Isabel II (Francisco de Asís de Borbón) y del aludido Alfonso XII (María de las Mercedes de Orleans). Doña Letizia ha marcado la diferencia siendo la primera reina con carrera universitaria, vida laboral y origen plebeyo. Su padre, Jesús Ortiz, era periodista y su madre, Paloma Rocasolano, enfermera. Don Felipe y doña Letizia se casaron el 22 de mayo de 2004 en la catedral  de Santa María la Real de la Almudena de Madrid. Ella lo hizo coronada con la diadema conocida como la prusiana, propiedad de su suegra, la reina, ahora emérita, Sofía. Obra de los hermanos berlineses Robert y Louis Koch, fue el regalo de bodas del káiser Guillermo II y la emperatriz Victoria Augusta a su única hija, la princesa Victoria Luisa de Prusia. Esta le entregó la joya a su hija Federica Hannover con motivo de su enlace con el rey Pablo I de Grecia, después la soberana helena se la legó a su hija Sofía cuando se casó con Juan Carlos de Borbón.

Placeres

A la asturiana le gusta viajar. En Nueva York se reunieron la presentadora y el entonces príncipe de Asturias la Fiesta del 12 de Octubre de 2003 dejando plantado al padre en el desfile de las Fuerzas Armadas como advertencia de que su promesa de casarse iba en serio. Como novios también viajaron a la República Dominicana y en velero costearon la isla de La Cabrera. La luna de miel de los reyes arrancó con una gira nacional con paradas en Cuenca, Albarracín, Zaragoza, Sos del Rey Católico, Olite y San Sebastián. Después volaron a Jordania, acompañados de la reina Sofía y la infanta Cristina, para asistir a la boda del príncipe Hamzah bin Hussein y Noor bint Asem. Reaparecieron un mes después vestidos de luto en el Vaticano, donde recibieron la bendición del papa Juan Pablo II. Los tortolitos se habían perdido en lujosos hoteles de Camboya, Fiji (donde se alojaron como señor y señora Smith), Samoa, EEUU y México. La amiga entrañable del emérito, Corinna Larsen, hizo las funciones de agencia de viajes. Según una información del diario The Telegraph, esta turné secreta por el extranjero costó 467.000 dólares que pagaron Juan Carlos de Borbón y la empresa Navilot.

La familia real disfruta de las vacaciones de Semana Santa (hasta el incidente entre la dos reinas la misa de Pascua de 2018) y las de verano, oficialmente, en el Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca, desde 1973. Don Felipe y doña Letizia, generalmente acompañados de sus hijas, han empleado las privadas para recorrer destinos como el Algarve portugués, Grecia, el Adriático o la Costa Azul.

Una de las mayores preocupaciones de doña Letizia es la alimentación. En 2015 fue nombrada embajadora especial de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En un vídeo-discurso de 2020 la consorte mostró su inquietud por el crecimiento de “las cifras de desnutrición, de carencia de micronutrientes, de sobrepeso y de obesidad (…) Es también una prioridad de salud pública vinculada además a la degradación del medioambiente en su sentido más amplio, a la pérdida de diversidad agrobiológica, al desperdicio alimentario y al deber de asegurar medios de vida dignos a los trabajadores de la cadena alimentaria”. 

En su lista de restaurantes favoritos figuran diverxo, Portonovo, La negra Tomasa, Ten con Ten -los tres en Madrid-, y El Txoko Martin en Mallorca. A la reina le gusta la comida india, la italiana y el marisco. También ha trascendido que puntuó con nota las croquetas del restaurante Peyma en Lavapiés, donde también pidió sepia. Según el diario El Español en el Pabellón del Príncipe donde residen los soberanos “la llegada de Letizia a Zarzuela supuso una revolución en las cocinas de palacio. Consciente de los beneficios de mantener una alimentación saludable, realizó varios cambios para que tanto ella como su familia pudieran seguir una dieta en la que las verduras, las proteínas, las frutas y las grasas saludables fueran la base de todos los platos, eliminando el azúcar y cualquier ultraprocesado”. 

La reina Letizia brindando durante un acto militar. 

Chema Clares/ Gtres.

En el vídeo facilitado por la Casa Real para dar a conocer la intimidad del rey en su 50º cumpleaños se incluyó una escena de la familia comiendo. “Umm, qué rica esta sopa”, dice el jefe del Estado antes de probarla. Él bebe vino blanco, mientras que su mujer y la princesa Leonor y la infanta Sofía se reparten el agua. La reina es abstemia, por esa razón no prueba el cava cuando brindan en las cenas de gala o en otros actos. “Yo como no bebo, me acerco la copa solo, luego me critican porque dicen que no bebo, pero es que no bebo nada de vino. Yo ni café ni vino. Soy incapaz. Pero es que ni siquiera con amigos. Ahora soy abstemia completamente”, le confió al general Jaime Domínguez-Buj durante su visita a la Academia de Artillería de Segovia hace siete años. Los medios presentes pudieron recoger la confesión gracias a un micrófono encendido. 

Recomendaciones

Felipe de Borbón y Letizia Ortiz festejaron su compromiso haciéndose entrega de un par de regalos por ambas partes. Él la obsequió con un anillo de diamantes talla baguete montados en oro blanco de la joyería Suárez y un juego caído en desuso formado por un colgante y unos pendientes de perlas y zafiros que había pertenecido a su abuela paterna, María de las Mercedes de Borbón y Orleans, condesa de Barcelona. Ella le hizo entrega de un par de gemelos de zafiro y oro blanco que le hizo enseñar, orgullosa de su compra, a la prensa acreditada en el patio de los Austrias del Palacio de El Pardo y “una joya literaria, un libro muy bonito que estaba buscando hace tiempo de 1850 de Mariano José de Larra, una edición preciosa, con una historia caballeresca del siglo XV. Bueno, un libro que quería para él”. Se trataba de El doncel de don Enrique el Doliente, publicado originalmente en 1834. La ovetense es una gran lectora y como Leonor Izquierdo, esposa de Antonio Machado, también se casó con un profesor con vocación literaria mayor que ella. Entre los autores favoritos de la consorte figuran nombres como Marta Sanz, Elena Favilli, Friedrich Nietzsche,  Soren Kierkegaard, Slavoj Zizek, Mary Beard, Siri Hustvedt, Ryszard Kapuscinski, Jonathan Franzen o Haruki Murakami. En el perfil de la reina Letizia de la web de Casa Real se destaca la siguiente cita de su majestad: “Leer es una buena manera de conectar con otros, de ensanchar nuestra vida. Es la base de todo aprendizaje y, por tanto, de todo proceso de comprensión del mundo y de nosotros mismos. Leer es una actitud vital, al leer obtenemos el beneficio de pensar, así que invertir esfuerzo en la lectura tiene ganancia asegurada, nulo riesgo y toda la rentabilidad”.

La reina e Isabelle Huppert en el Atlàntida Mallorca Film Fest.

© Gtres

Otra de las pasiones de la reina es el cine. La actriz Maribel Verdú, con la que ha coincido en varios actos, aseguró que “Letizia es una loca del cine, le encanta”. Según una información publicada recientemente, la reina tiene como rito acudir todos los viernes, acompañada por amigos, a un estreno. En numerosas ocasiones se ha dejado ver junto a su marido y sus hijas en diferentes salas de Madrid. Prefiere las sesiones en versión original a las dobladas en castellano. Desde el estío pasado asiste a clausura del Atlàntida Mallorca Film Fest donde ha entregado el premio Masters of Cinema a las actrices Judi Dench e Isabelle Huppert. El fundador de la plataforma Filmin, Jaume Ripoll, comentó que “Cuando su agenda se lo permite, doña Letizia ve hasta dos películas diarias y reconoce que por el cine español y europeo haría lo que fuera”, tras departir con ella en un besamanos. En 2016 viajó hasta Terrassa para asistir al rodaje Blackwood de Rodrigo Cortés tras haberse filtrado que había visitado a Penélope Cruz en el set de La reina de España dirigida por Fernando Trueba.

Perfil

De Letizia Ortiz Rocasolano se ha escrito mucho, de la persona y del personaje. De la periodista, de la princesa y de la reina. De la mujer y de la profesional. Cuenta con varias biografías, ninguna de ellas oficial o autorizada. La más polémica, aunque pasó sin pena ni gloria mediática, Adiós Princesa, del puño de su primo David Rocasolano. Otras son Letizia, la reina impaciente de Leonardo Faccio, Letizia de la A a la Z de Carlos García-Calvo, Princesa Letizia, por fin reina de María Teresa Campos o la última, Letizia Real, escrita por Mábel Galaz. Desde que cruzó la valla del Palacio de la Zarzuela solo ha concedido a una entrevista, al periódico ABC,el 7 de noviembre de 2003, en la que confesó sentir abrumada al “saber que se fijan en todo lo que hago, en lo que digo y en cómo lo digo”. Desde entonces hay que fijarse en sus discursos y en sus comentarios espontáneos. Durante el 150º aniversario de la Cruz Roja española se le escapó que no le importa que le llamen “reina de la felicidad, pienso que es un buen nombre”