El infortunado tío de Alfonso XIII

Historia

El infortunado tío de Alfonso XIII

Su vida está marcada por su valentía y también por la tragedia, que se cebó en él

Francisco de Paula de Borbón y Castellví retratado por Bernardo López Piquer
Francisco de Paula de Borbón y Castellví retratado por Bernardo López Piquer Archivo

Padre de Enrique y Alfonso de Borbón y León, capitanes de complemento de Caballería y de Infantería y servicio de Aviación, respectivamente, Francisco de Paula de Borbón y Castellví (Toulouse, 1853) fue distinguido por su heroica intervención en la batalla de Alcora con las tropas carlistas. Estaba en posesión de numerosas condecoraciones por su valor: desde la Medalla Conmemorativa de la Campaña de Cuba, en la que tomó parte, hasta la Gran Cruz de la orden del Mérito Militar con distintivo rojo y blanco, o la correspondiente a la orden de San Hermenegildo.

Restaurada la dinastía borbónica en la persona de Alfonso XII, Francisco de Paula fue nombrado general de brigada en la isla de Cuba, donde se casó con María Luisa de la Torre, con la que tuvo cinco hijos, entre ellos, Elena de Borbón y de la Torre, asesinada por unos milicianos al final de la madrileña calle Serrano el 24 de septiembre de 1936. La Guerra Civil española tiñó de sangre a la familia descendiente de una rama morganática de la Casa Real de los duques de Sevilla, a la que pertenecían por derecho propio Alfonso y Enrique. Al igual que Elena de Borbón y de la Torre, de 58 años cuando la cosieron a tiros, desposada con José de Oltra y Fullana, gentilhombre de cámara del rey Alfonso XIII, con el que tenía tres hijos: Elena, Consuelo y Alfonso Oltra y de Borbón.

Don Francisco de Paula se cuidó siempre de que sus hijos tuviesen títulos nobiliarios, y, entre ellos, cómo no, veló por su desventurada Elena, como lo prueba esta carta que escribió a Alfonso XIII el 2 de diciembre de 1929, cuya copia conservo en mi archivo: «Querido sobrino Alfonso: No he visto a Primo de Ribera [sic], pero sé que has hablado con él respecto a la conversación que tuve el gusto de tener contigo. Todos mis hijos tienen un título y dos con Grandeza, excepto Elena y Blanca. Yo quiero a todos mis hijos, pero al pedirte un título para Elena, que ya me dijo le habías prometido que le darías uno, era en mí pedirte a ti el dinero, pues ella no tiene para tanto […] Cierto que tanto Elena como Isabel son acreedoras a un título y cree que si yo pudiera, lo pagaría todo; pero también mis otros nietos pedirían… Y por lo tanto mi deber es circunscribirme a Elena, cuando yo la pueda evitar y evitarte a ti tanto gasto […] Haz, pues, un esfuerzo, pues mis razones te han de convencer para que tú no desoigas mis súplicas. Siempre tuyo afmo. Tío Paco».

Segundas nupcias

Tres años después de la muerte de su esposa a resultas del quinto parto, Francisco de Paula contrajo segunda nupcias con otra cubana, Felisa de León y Navarro de Balboa, nacida en 1862, hija de un miembro del Tribunal de Cuentas y de la segunda marquesa de Balboa. De ese matrimonio nacieron Enrique, Alfonso y otra dama, Blanca de Borbón y de León, que sería novia de don Jaime de Borbón y Battenberg, el segundogénito sordomudo de Alfonso XIII, antes de desposarse con Luis de Figueroa y convertirse así en la condesa de Romanones. Pero volvamos al cabeza de familia, Francisco de Paula. Fue un hombre ambicioso que, tras la muerte de su hermano Enrique, en 1894, reclamó para sí los derechos legítimos de la corona de Francia, titulándose como «Francisco III» y «duque de Anjou».

Sus disputas dinásticas con la rama de Orleans no tuvieron éxito, en vista de lo cual hizo de las armas casi una religión. En 1927, Alfonso XIII le concedió el collar del Toisón de Oro, la más alta condecoración de los Borbones de España, en reconocimiento por sus valiosos servicios. Sus hijos Alfonso y Enrique decidieron seguir desde jóvenes los pasos militares de su padre y, lo mismo que a él, les incomodaba ser considerados Borbones «de segunda división» a raíz del matrimonio morganático contraído por su abuelo paterno. Aun así, Enrique heredó de su abuela, Felisa Navarro de Balboa y Sánchez-Yebra, el marquesado de Balboa en 1917. Alfonso, por su parte, recibió el de Squilache de su tía materna, María del Pilar de León y de Gregorio, primera titular de esa distinción nobiliaria que ostenta hoy el hijo de aquél, Alfonso de Borbón y de Caralt, casado con la condesa de Casa Rojas. Todo queda en familia.