Para conmemorar el sexagésimo aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y Francia en 2024, la Ciudad Prohibida en Beijing y el Palacio de Versalles en París se han unido para celebrar intercambios culturales y lazos históricos al organizar una destacada exposición en el Museo del Palacio en Beijing.
Un total de 200 exquisitos artefactos están en exhibición, incluyendo reliquias que testimonian las interacciones entre el Emperador Kangxi de la Dinastía Qing de China (1644-1911) y el Rey Luis XIV de Francia, así como objetos a medida del período Qianlong de la Dinastía Qing.
Sobre la historia viva de China y Francia
Como prominentes representantes de las civilizaciones oriental y occidental, China y Francia tienen una larga historia de intercambios culturales, a pesar de las distancias geográficas que los separan.
Tanto la Ciudad Prohibida como el Palacio de Versalles han servido como epicentros políticos y culturales que han influenciado las tendencias globales. Hoy en día, son símbolos de las respectivas historias y culturas de sus países, encarnando sus tradiciones únicas y cualidades espirituales.
Es especialmente notable que los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores francés alberguen una carta escrita a mano por el Rey Luis XIV dirigida al Emperador Kangxi, fechada en 1688, subrayando las conexiones históricas entre China y Francia. Aunque la carta misma no llegó a Kangxi, este recibió un regalo notable de Luis XIV: un reloj de bolsillo de bronce dorado intrincadamente elaborado.
Uno de los puntos destacados de la exposición es este reloj de bolsillo, un testimonio de la relación especial entre los dos imperios. Adornado con esmalte translúcido azul y lirios dorados, símbolos de la corte real francesa, y presentando un retrato de Luis XIV junto con un dragón dorado de cinco garras meticulosamente tallado que representa a China, el reloj epitomiza la sofisticación y profundidad de los intercambios culturales sino-franceses.
