Ese año ganó el título de Novato del año de la Liga Americana al dejar promedio ofensivo de 266, producto de 142 hits en 533 turnos al bate, fue el líder en bases robadas en la Liga Americana con 21 superado en todas las Grandes Ligas, solamente, por Willie Mays quien robó 40 bases vistiendo la camiseta de los Gigantes de Nueva York, equipo que pertenecía a la Liga Nacional. Ese año de estreno fue el primero de sus 9 lideratos consecutivos de bases robadas, récord aún vigente en cualquier departamento ofensivo de las Grandes Ligas.

Se combinó con el segunda base Nellie Fox para convertirse en una de las mejores combinaciones de doble plays alrededor de la segunda almohadilla;  además Aparicio fue el primer campocorto que combinó una gran defensa con una ofensiva oportuna, pues su velocidad revolucionó al béisbol en la década de 1950 y 1960.

En 1958 consiguió el primero de sus 5 guantes de oro consecutivos como campocorto, así como la primera de sus 13 convocatorias al juego de estrellas.

Aparicio vistió la camiseta de los Medias Blancas de Chicago, Orioles de Baltimore y Medias Rojas de Boston, jugó 2.599 juegos, todos como campocorto donde dictó cátedra; al momento de su retiro, en 1973, era el líder histórico de las grandes ligas en partidos jugados, total chances, con 12.564, asistencias, con 8.016 y doble matanzas, con 1.553, para los jugadores de la posición seis.

Al momento de colgar los ganchos, Aparicio era el campocorto con más Guantes de Oro ganados en toda la historia del Béisbol, luego fue superado sólo por los 13 de Ozzie Smith y los 11 de Omar Vizquel. Además, Aparicio empató el récord de 8 temporadas consecutivas con el mejor promedio defensivo de un SS, establecido por Everett Scott y repetido por Lou Boudreau.

Aparicio fue el pelotero que devolvió, al béisbol de las Grandes Ligas, la emoción que genera el robo de bases. Fue el primer  Jugador latinoamericano en  ser líder en bases robadas en una temporada en la Liga Americana, además fue el primero en lograrlo en dos temporadas consecutivas, por si fuera poco fue el primer pelotero latinoamericano en robar 50 bases o más en tres temporadas consecutivas, lo logró en las campañas 1959, 1960 y 1961.

 Aparicio, en total conectó 2.677 hits en 10.230 turnos al bate, 394 dobles, 92 triples, 83 cuadrangulares, 91 carreras impulsadas, 1.335 carreras anotas, 506 bases robadas, para un buen Average de 262 puntos, un OBP de 311, un Slugging de 343 y un OPS de 653. Sus 2,677 hits como campocorto fueron un récord hasta que Derek Jeter lo rompió el 17 de agosto de 2009.

Formó parte del equipo de los Orioles de Baltimore que ganaran la Serie Mundial de 1966, ante los Dodgers de los Ángeles. Aparicio fue exaltado al Salón de la Fama de las Grandes Ligas con el 84,62 % de los votos, en el año 1984, junto a Don Drysdale, Rick Ferrell y Harmon Killebrew.

Después de su retiro como pelotero activo de Grandes Ligas, Aparicio regresó a Venezuela y permaneció ligado al béisbol donde dirigió a las Águilas del Zulia, Cardenales de Lara, Navegantes del Magallanes, Petroleros de Cabimas y Tiburones de La Guaira.

A principios de la década de 1980 se convirtió en comentarista de Radio Caracas Televisión en la Liga Venezolana. De Béisbol Profesional.

La ciudad de Maracaibo sigue recordando cada 18 de noviembre el aniversario del debut de Luis Aparicio (cuando recibió el bate de parte de su padre Luis Aparicio “El Grande”). Cada año el premio que lleva su nombre se le entrega al mejor jugador venezolano de Grandes Ligas en homenaje a su trayectoria y en memoria de su padre.

Hoy en “La Tribuna del Béisbol” le deseamos Feliz Cumpleaños a Don Luis Aparicio.

Héctor Valor se despide, hasta una nueva edición de: “La Tribuna del Béisbol”.

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