Luca Cadalora cuenta los secretos de las 500 de Gran Premio

Luca Cadalora cuenta los secretos de las 500 de Gran Premio

El campeón italiano recuerda aquellas motos tan salvajes
Fotos: MotoGP
Luca Cadalora fue Campeón del Mundo de 250 en 1991 y 1992 antes de pasar a 500, donde fue un piloto destacado hasta el año 1996. El italiano cuenta ahora algunos detalles de esas motos tan salvajes...

Luca Cadalora ganó su primer mundial en 1986 con la Garelli 125 (el penúltimo título de una 125 bicilíndrica) y se coronó con las Honda NSR 250 Rothmans en 1991 y 1992. A partir de 1993 y hasta 1996 fue un piloto destacado en 500: subcampeón del mundo en 1994 y tercero en 1995 y 1996, acumuló varias victorias y muchos podios en la “categoría reina”… cuando las motos eran aquellas ligeras y potentes 500 dos tiempos difíciles de domar. Luchó con Mick Doohan, Wayne Rainey (era su compañero de equipo cuando el americano sufrió su accidente), Kevin Schwantz o nuestro Alex Crivillé, entre otros. Luca corrió con Yamaha (Team Roberts) en 1993, 1994 y 1995, y con Honda en 1996. De 1997 a 2000 participó con diferentes motos y equipos, menos competitivos.

Crivillé, Doohan y Cadalora (Honda, GP Catalunya 1996)

Cadalora volvió hace poco a los paddock del Mundial como consejero de Valentino Rossi en MotoGP, y ahora en una entrevista publicada en Moto.It  confiesa algunos de los secretos técnicos de las 500 con las que él compitió. En los años 90 las 500 usaban todas motores V4 de dos tiempos y admisión por láminas: Honda, Yamaha, Suzuki y Cagiva. Salvo contados experimentos de Honda (y Cagiva) con sistemas de inyección, todas usaban carburadores, y la electrónica no tenía nada que ver con la sofisticación que luego alcanzarían las MotoGP. La mayor revolución llegó cuando en 1992 Honda introdujo el motor “Big Bang” que cambiaba el orden de encendido para que la entrega de potencia fuera menos salvaje y el neumático trasero tuviera mejor tracción, algo que enseguida los demás copiaron. 

Kenny Roberts y Luca Cadalora (Yamaha 1993)

Luca lo recuerda: “sí, para resolver el problema de la entrega de par Yamaha y Honda tenían los motores Big Bang con el encendido alterado, era lo normal a partir de mitad de los noventa. Pero en 1996 incluso el Big Bang de Honda ya tenía demasiado par: si acelerabas con ganas perdía tanta tracción que no compensaba. Por eso al año siguiente Honda volvió al encendido tradicional”. Al final, en aquella época lo que contaba era la muñeca derecha del piloto y la puesta a punto tradicional a base de las válvulas de escape, los propios escapes o las láminas. Aunque sí se probaron cosas…

Cuando en 1993 pasé a 500, con la YZR del Team Roberts, no había ningún tipo de ‘ayudas’ y la entrega de potencia de aquellos motores impresionaba mucho… Pero Cagiva y Honda hacían sus pruebas con la inyección y nosotros sí probamos algo en 1995: Yamaha nos puso un selector en el manillar que permitía cambiar a una curva de encendido con menos avance, unos cinco grados, lo que hacía la entrega de potencia algo más dulce. Se suponía que podíamos aprovecharla con agua… pero nunca la usamos y se descartó. Con Honda también probé algo, en 1996, en el cambio: nos hicieron probar a Doohan y a mí algo que se accionaba con un interruptor en la palanca de cambio, que estaba fija. Era una sensación extraña que la palanca no se moviera y no nos gustó a ninguno… creo que éramos muy tradicionales y no nos gustaban las cosas nuevas si no eran un avance muy claro”.

Crivillé, Cadalora, Doohan (Honda 1996)

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