Shaun of the Dead, la obra de zombis más británica del vecindario, cumple 20 años

El mito del muerto viviente siempre ha estado presente en la humanidad y en el mundo de las artes. Desde esclavos haitianos hasta momias faraónicas, desde no-muertos lentos hasta infectados veloces. En el cine los zombis han pasado por distintas rachas de popularidad y en la década de los 2000 sucedió algo curioso. A pesar de que la popularidad y presencia zombi era menor en comparación con las anteriores décadas, tres obras revolucionaron y mutaron su género: la dilogía 28 días después / 28 semanas después (2002, 2007), la serie televisiva The Walking Dead (2010 - 2022) y la comedia Shaun of the Dead (2004).

Shaun of the Dead se estrenó en primicia en Londres a finales de marzo y después a comienzos de abril en el resto de salas comerciales de Reino Unido. Su llegada a otros mercados fue inmediata, como en Estados Unidos, o con meses de retraso, como a finales de octubre en España. Lo que comenzó como una adaptación de un sketch cómico del programa televisivo Spaced, de unos años atrás, derivó en la Trilogía del Cornetto, la obra más popular de sus implicados. The Three Flavours Cornetto Trilogy consta de tres películas, dirigidas por Edgar Wright y protagonizadas por sus amigos Simon Pegg y Nick Frost, en las que se parodian a distintos géneros fílmicos, como el policíaco Hot Fuzz (2007) o la desventura apocalíptica The World's End (2013). Para algunos fans las peripecias extraterrestres de Paul (2011) sería una integrante apócrifa de la trilogía, a pesar de no estar dirigida por Wright.




Un día normal en la vida de Shaun, un tipo corriente

Coescrita y protagonizada por Simon Pegg, en esta obra de terror comedia romántica conocemos a un peculiar elenco de gente corriente (como diría la banda Pulp) que se enfrenta al apocalipsis zombi en Londres de un día para otro. Shaun es un treintañero como otro cualquiera, trabaja en una tienda de electrodomésticos, vive con dos amigos, tiene conflictos con su padrastro y su relación sentimental con su novia está estancada. Su vida es tranquila y poco estimulante en esta vida moderna, pero todo cambiará en una mañana. En el ultramarinos del barrio no le atendió nadie, los runners corren con ansía, se escuchan lamentos por las calles, la gente muerde a las palomas sin motivo y las mujeres borrachas se cuelan en el jardín de los vecinos. Por desgracia esto sólo es el comienzo, pues pronto llegarán los muertos vivientes y se cortará el suministro de cerveza en el pub.

La película ofreció momentos memorables como la introducción costumbrista, las canciones hindi sobre los muertos, las imitaciones de gorilas, las peleas musicales, la compra de un cucurucho de Cornetto, peleas, muertes, el encuentro doppelgänger y la paliza al ritmo de Queen que siguen grabadas en el imaginario popular a día de hoy. Un equilibrio perfecto entre humor, terror y amor que contó con las actuaciones de los mencionados Simon Pegg y Nick Frost así como de Kate Ashfield, Lucy Davis, Bill Nighy, Penelope Wilton y Dylan Moran.


Legado cultural

Como curiosidades del impacto cultural que supuso Shaun of The Dead, las compañías jugueteras diseñaron figuras de coleccionismo, los fans realizaron parodias, se programaron videojuegos (tanto oficiales para navegadores de Internet como mods fans para Project Zomboid), los cinéfilos reunieron todas las ediciones especiales e internacionales (incluida la versión española, bautizada como Zombies Party), y el propio Edgar Wright celebró el vigésimo aniversario en sus redes sociales.