Los Medici: De Cosme el Viejo a Savonarola - Historipedia

Los Medici: De Cosme el Viejo a Savonarola

La siguiente historia tiene lugar entre el año 1434 y el 1498 d.C.

ITALIA MODERNA 1: LOS MEDICI – de Cosme el Viejo a Savonarola

EL COMIENZO DEL RENACIMIENTO ITALIANO

Después de hablar del Imperio Romano y de la Italia Medieval, ahora toca hablar de la Italia Moderna. Para unos, la Edad Moderna llegó con la caída de Constantinopla y el Imperio Romano de Oriente, mejor conocido como el Imperio Bizantino. Para otros ocurrió con la llegada de América de Cristóbal Colón. Y para otros, la transición entre la Edad Media y la Edad Moderna se produjo gracias a un movimiento cultural y artístico conocido como Renacimiento.

Todo empieza a inicios del siglo 15, con lo poco que quedaba del Imperio Bizantino siendo rodeado por los turcos otomanos. La caída de Constantinopla era cuestión de tiempo; era la crónica de una muerte anunciada; y muchos griegos huyeron de los Balcanes y buscaron refugio en diferentes partes de Europa, pero sobre todo en Italia. Muchos de estos refugiados eran eruditos que llevaban consigo valiosos manuscritos, sobre todo de la época de la Grecia Clásica o la Antigua Roma. La idea era intentar salvar todo lo que pudieran.

Este Renacimiento empezó a vislumbrarse a finales de la Baja Edad Media. El auge de las universidades medievales expandió las ciencias, y buscó una regeneración más alejada de la religión, y el auge de la burguesía urbana, especialmente en Italia, trajo luchas políticas entre familias ricas que buscaban legitimación y prestigio, y eso lo conseguían patrocinando obras de arte, a través del mecenazgo.  

Además, muchos eruditos griegos huyeron del casi conquistado Imperio Bizantino y migraron a Italia para ponerse a salvo, y con ellos llevaban valiosos manuscritos sobre la época grecorromana clásica, como textos de Platón y cosas así.

Gracias a esto, los italianos de aquella época redescubrieron un montonazo de cosas nuevas que no estaban tan difundidas en su territorio, y el rollito retro se empezó a poner muy de moda. Esta recuperación de la cultura y el pensamiento de la Grecia y Roma clásicas fue llamado Renacimiento.

Dentro del Renacimiento encontramos el Humanismo, una nueva concepción del hombre y su relación con el mundo. Se pasó del rígido dogmatismo y teocentrismo medieval a una nueva era donde floreció el antropocentrismo, que ponía al hombre en el centro de todo, y no a Dios.

De todo lo relacionado con el arte renacentista hablaré en detalle en otro episodio aparte; ahora centrémonos en el tema que toca: la familia Medici, los señores de Florencia, ciudad en la que, por cierto, comenzó este Renacimiento.

LA FLORENCIA DE LOS MEDICI (Parte 1) (1434-1498)

En la última parte de la serie sobre la Italia Medieval os hablé mucho de la evolución política de Florencia y de cómo surgieron los primeros negocios bancarios.

Uno de los bancos más famosos de la ciudad fue el Banco Medici, fundado en 1397 por Giovanni di Bicci de Medici, o Juan de Medici. Este fue el primer miembro de la familia Medici en petarlo en este tipo de negocios. Los orígenes de esta familia son oscuros. Ellos mismos decían que su origen era humilde y rural, pero podrían habérselo inventado para ganarse a las clases populares. Lo seguro, es que pronto los Medici se convirtieron en una de las familias más ricas de la ciudad.

En aquella época, quien gobernaba Florencia era Rinaldo degli Albizzi, un noble también metido en negocios bancarios y rival de los Medici. Y es que estos Medici se habían convertido en los banqueros oficiales de los papas de Roma gracias a su amistad con el antipapa de Pisa Juan XXIII, y a los Albizzi eso les fastidiaba un montón.

También Giovanni invirtió muchas de sus ganancias en crear obras religiosas. Y se juntó con el escultor Donatello, autor de su David; o el arquitecto Filippo Brunelleschi, quien, como ya conté, fue el encargado de terminar la cúpula de la Catedral de Santa María del Fiore. Este también levantó la Basílica de San Lorenzo, que fue la iglesia de esta familia Medici.

Giovanni tuvo dos hijos: Cosme o Cósimo el Viejo y Lorenzo el Viejo. De ellos dos saldrían dos ramas diferentes de los Medici. La republicana, es decir, la de Cosme, gobernaría durante bastante tiempo la república; mientras que de la rama de Lorenzo saldría Cosme I, que siglo y medio después se convertiría en el 1º gran duque de la Toscana. Pero eso es otra historia.

Cosme el Viejo era un chaval espabilao. Tenía habilidad como financiero y también se metió en lucrativos negocios comerciales, como empresas de lana, de manufactura de seda y muchos más. Se casó con una hija de banqueros, Contessina de Bardi, y gracias a ello su influencia creció mucho más. Con ella tendría varios hijos, pero el más importante fue Pedro.

En 1429, su padre Giovanni la palmó, y Cosme heredó una fortuna y un floreciente negocio bancario. Sin embargo, justo ese año, Florencia se metió en guerra contra la República de Lucca, sus vecinos. Los lucanos, con ayuda del famoso condotiero (o líder mercenario) Francesco de Sforza, lograron una serie de victorias.

La vergonzosa paz de 1433 hizo que la popularidad de Albizzi cayera en picado, siendo acusado por Cosme, quien estaba metido en política, de imprudente. Albizzi, que le tenía ganas, logró que el gonfaloniero Bernardo Guadagni le condenase a muerte a Cosme. Sin embargo, gracias a la influencia de éste, logró que su condena fuera solo diez años de destierro en Padua. Desde allí, y luego desde Venecia, donde había una sucursal de su banco, Cosme y su hermano Lorenzo se ganaron el apoyo de los venecianos y de su dogo Francesco Foscari, y también del papa Eugenio IV. Toda esta presión, unida a la fuga de capitales de Florencia, y una crisis económica y social que acabó con protestas, hizo que Cosme pudiese volver a su ciudad y Albizzi se tuviera que dar el piro.

Así, en 1434, gracias a su poder e influencia, y sobornos varios, claro está, Cosme el Viejo se hizo con el control de Florencia con el cargo de gonfaloniero de justicia, aunque también dirigió Hacienda y también acabó con tanto sorteo y creó la Comisión de los Diez, un consejo que asumió gran parte del poder político de Florencia, y que tenía el poder de elegir muchísimos cargos. Estableció la paz con las demás repúblicas y estados vecinos y creó un clima estable para los negocios. Con todo esto, Cosme el Viejo se convirtió en el Señor de Florencia.

El tipo se mudó al Palacio Medici-Riccardi, situado en la vía larga de Florencia, y su arquitecto fue Michelozzo di Bartolomeo. Aparte, hacia 1440, Cosme le ordenó también la construcción de una lujosa villa en la localidad de Caffagiolo, a 25 km al norte de Florencia. También estaba la Villa Careggi, la cual Cosme regaló al filósofo florentino Marsilio Ficino, quien convirtió aquel lugar en una especie de academia platónica.

Cosme estaba obsesionado con los libros, y creó varias enormes bibliotecas para guardar todas las obras que fue adquiriendo a lo largo de su vida. Le flipaba esto del Renacimiento y patrocinó muchísimo este deseo de muchos italianos por renovar la civilización grecorromana a través de la literatura y el arte.

En 1440 se celebró un concilio en Florencia muy importante. Se estaba negociando la reunificación de las Iglesias católica y ortodoxa, pues el emperador bizantino Juan VII Paleólogo necesitaba todos los apoyos posibles ante la invasión otomana. Al final no se llegó a nada y 13 años después Constantinopla sería tomada por los turcos.

En 1450 llegó al poder del Ducado de Milán el condotiero Francisco Sforza, y fue éste quien puso fin a las disputas de Milán con Florencia y con Nápoles gracias a la Paz de Lodi. De hecho, parece que fue el propio Cosme quien animó al Sforza a tomar el poder de Milán antes de que lo hicieran los venecianos. Gracias a este pacto, hubo muchos años de relativa paz que favoreció la expansión del movimiento renacentista.

Francisco Sforza parece que fue un gobernante bastante querido que convirtió su ciudad en un centro cultural renacentista. Creó un eficiente sistema de impuestos y fundó hospitales, palacios y canales. También obtuvo el control de Génova un tiempo, pero en los últimos años de su vida sufrió gota e hidropesía. Acabó muriendo en 1466.

Apenas dos años antes, en 1464, también murió Cosme el Viejo, y todo su poder fue heredado por su hijo Pedro, o Piero de Medici. El tipo tenía casi 50 años cuando se hizo con las riendas de Florencia, y le apodaron el gotoso porque padecía esta enfermedad. Sólo vivió 6 años más.

Con Lucrecia Tornabuoni, Pedro había tenido varios hijos: Blanca, Lucrecia, apodada Nannina, Lorenzo de Medici y Juliano de Medici.

Durante su mandato, exigió a la Señoría florentina que le devolviesen el dinero que su padre había prestado a la República, y eso provocó la ira del banquero Luca Pitti, un aliado suyo. Bueno, ahora ya no. Éste se alió con el duque de Ferrara, Borso de Este, y su hermano, Ercole De Este, y trató de dar un golpe de estado, pero fracasó y Luca Pitti fue condenado a muerte, aunque luego sería perdonado.

Por cierto, tiempo antes, Luca Pitti ordenó la construcción de un enorme palacio para su familia, el Palacio Pitti. Se trata de un palacio renacentista bastante imponente situado al sur de la ciudad.

En 1465, el escudo de los Medici cambió definitivamente gracias al rey de Francia Luis XI. Su escudo tradicional estaba representado por 6 bolas rojas simbolizando a besantes, una moneda florentina anterior a los florines. Pues este rey dejó a la familia Medici que una de ellas tuviera tres lirios típicos de los emblemas franceses.

Tras el fallecimiento de su padre, en 1469 llegó al poder de Florencia el Medici más famoso: Lorenzo el Magnífico. Lorenzo de Medici es famoso porque, en plena efervescencia del Renacimiento, intentó convertir a Florencia en la nueva Atenas, un lugar lleno de arte y cultura. Eso de la banca se la sudaba bastante, y él prefería leer, filosofar, las fiestas cortesanas o los torneos de justas. Aun así, tuvo el gobierno de facto de Florencia, algo que conseguía a través de sobornos a políticos.

Lorenzo se había casado con Clarisa Orsini, una noble romana muy bien posicionada, y con ella tuvo diez hijos. De todas formas, la mujer era muy católica, y eso contrastaba con el humanismo de Lorenzo, y este tuvo diferentes amantes, como la florentina Lucrecia Donati.

Lorenzo siguió con los negocios de su familia, pero hubo una serie de problemas que tuvo que resolver. La competencia había aumentado, y los Medici tuvieron que cerrar muchas sucursales bancarias (como las de Milán, Londres o Brujas). Para compensar esta pérdida de ingresos, Lorenzo comenzó a invertir en restaurar tierras agrarias en la zona de Pisa, negocio que funcionó la mar de bien.

Aparte estaba la rivalidad de los Medici con la segunda familia más importante de la ciudad, la de los Pazzi, siendo el líder de la familia Jacopo de Pazzi. Estos eran famosos porque un antepasado suyo parece que hizo alguna proeza en la conquista de Jerusalén durante la 1ª Cruzada. A pesar de que Blanca de Medici y Guillermo de Pazzi se casaron, la rivalidad entre estas familias continuó con funestas consecuencias. Luego lo veremos.

Lorenzo dedicó buena parte de sus ingresos al mecenazgo de artistas. Por ejemplo, Verrocchio fue el principal escultor de los Medici. Leonardo da Vinci también trabajó para ellos durante una temporada. Sandro Botticelli pintó varias de sus más famosas obras para esta familia. Su obra el nacimiento de Venus, que presentaba un cuerpo desnudo, algo muy llamativo en la época. También el tipo pintó a Simonetta Vespucci, mujer con la cual estaba obsesionado y usó como modelo en varias obras.

Se cuenta que fue Lorenzo quien recomendó al papa los servicios de Botticelli, junto a los de Miguel Ángel, para pintar la Capilla Sixtina, situada al lado de la nueva Basílica de San Pedro, todavía en construcción.  

Luego también ocurrió la Crisis del Alumbre. El alumbre era un mineral que se usaba mucho para fabricar vidrio, curtidos o tintes, el problema era que las minas estaban en Anatolia y los otomanos ya no dejaban pasar. Por suerte, se encontró una mina en los Estados Pontificios, la mina de Tolfa, y el papa Sixto IV dio a Lorenzo derechos para explotarla. En Volterra también se encontró otra, la mina del Sasso. Recordemos que Volterra estaba en territorio Medici, pero los volterranos querían encargarse ellos mismos de la explotación, y no Lorenzo. Pues nada, aunque Lorenzo era un tipo que abogaba por la paz, aquí hubo guerra.  

El condotiero Federico de Montefeltro, también duque de Urbino, fue enviado para destrozar a estos volterranos rebeldes. La ciudad fue saqueada y muchas familias de Volterra fueron exiliadas. Para evitar más rebeliones, Lorenzo ordenó construir una fortaleza conocida como Rocca Nuova, y unas potentes murallas que la unían a la Roca Vieja, la fortaleza antigua. El lugar fue poco después usado como prisión.

Ahora volvamos un segundo a Milán. Tras la muerte de Francisco Sforza, comenzó a gobernar su hijo Galeazzo María Sforza. Este duque patrocinó mucho las artes y la música en la ciudad, pero también tuvo fama de ser un déspota, un sádico, y de llevar una vida bastante lujuriosa. Se decía que cualquiera que le llevase la contraria acababa bastante mal, con torturas y amputaciones.  

Este ambicioso duque, en 1473, conquistó la ciudad de Ímola, señorío del débil Taddeo Manfredi. Luego ofreció la mano de su hija Caterina Sforza al sobrino del papa Sixto IV, Girolamo Riario, y con ello también iba la compra de Imola por el papado. Esto entró en conflicto con Florencia, pues Lorenzo reclamaba aquella ciudad como suya por un acuerdo con Manfredi. Para concluir el acuerdo, el papado tenía que pagar, pero el Banco Medici se negó a financiar más a la Santa Sede. Esto fue aprovechado por los Pazzi, los rivales de los Medici, y con ello empezó el buen rollo financiero entre los Pazzi y Roma. E Ímola acabó en manos de Riario y Caterina.  

Todo esto iba a complicarse. Como ya digo, el duque de Milán tenía a saco de enemigos, como Giovanni Andrea Lampugnani, quien había perdido muchas tierras por culpa del Sforza, y decidió conspirar con otra gente para cargárselo. 

El día de San Stefano de 1476, los conspiradores esperaron a que Galeazzo María Sforza saliera de una misa. Cuando salió, Lampugnani le empezó a apuñalar, y luego llegaron los demás a pincharle más.

Los conspiradores pudieron huir menos Lampugnani, que se enredó con unas telas de la iglesia y acabó siendo asesinado. De todas formas, el resto de conspiradores fueron encontrados en los días siguientes y acabaron ejecutados. Pero se dice que los verdaderos cabecillas de esta conspiración no fueron ellos, sino otra gente más poderosa, y que este hecho guarda relación con lo siguiente.

Y es que en 1478 ocurrió la Conjura de los Pazzi, que seguramente os sonará porque estos hechos desencadenan los acontecimientos del videojuego Assassin’s Creed II. Para entender esta conspiración tenemos que saber que esto de que las arcas de la Santa Sede dependiesen tanto de los negocios de los Medici no gustaba a todos en Roma.

El sobrino del papa, el ya mencionado Girolamo Riario, ahora conde de Imola y jefe de los ejércitos de la Iglesia, convenció a Sixto IV de que perjudicase a Lorenzo tanto como pudiera. Y si podían quitárselo de en medio, mejor que mejor.

Detrás de toda la conspiración parece que estaban Jacopo de Pazzi y su sobrino Francesco de Pazzi, rivales de toda la vida de Lorenzo. Y luego también estaba Francesco Salviati, el arzobispo de Pisa. Los Salviati era otra de las familias más importantes de Florencia.

Por último, habría que añadir al rey de Nápoles Ferrante I, o Fernando I. Como ya conté, Nápoles tenía rey, era un reino, pero estaba dentro de la Corona de Aragón, y esta Corona estaba dentro de la Monarquía Hispánica creada por la unión de los Reyes Católicos unos añitos antes. En los vídeos de Historia de España Medieval lo cuento mejor.

El caso es que el 25 de abril de 1478, Francesco de Pazzi, quien era tesorero del papa, el mercader Bernardo Bandini y los sacerdotes Antonio Maffei y Stefano de Bagnone trataron de asesinar a Lorenzo el Magnífico y a su hermano Giuliano a las puertas de la Basílica de Santa María del Fiore. La cosa salió regular: Giuliano acabó muerto, pero Lorenzo sólo fue herido en el cuello, y sobrevivió. Parece que gracias a que el poeta Poliziano le defendió.

Los Pazzi fueron capturados por ciudadanos partidarios de los Medici, y les acabaron linchando hasta que esta familia fue prácticamente exterminada.

A pesar de que el golpe salió como el ojete, el papa Sixto IV decidió cancelar todos sus negocios con los Medici, excomulgarles, y toda la pesca, y esto provocó una buena crisis para la economía de esta familia.

De todas formas, Lorenzo fue listo y no hizo ni caso, y empezó a fortificar su poder en la república florentina. Creó para ello, el Consejo de los 70, de gran poder político, pues sus miembros elegían a los miembros de la Señoría, es decir, al gobierno de Florencia. Estos miembros, por supuesto, eran amigotes de Lorenzo. Aquí Lorenzo comenzó a volverse más autócrata que otra cosa.

Entonces el papa instó al rey Ferrante I de Nápoles a invadir la Toscana, y su hijo Alfonso de Calabria obtendría una gran victoria en la Batalla de Poggio Imperiale, en 1479. De todas formas, Lorenzo viajó a Nápoles y negoció con Ferrante I para que dejara la conspiración, y no se sabe bien cómo mierda le convenció, pero funcionó, y el rey de Nápoles retiró a sus tropas.

Con el tiempo, el papa Sixto IV se volvió a hacer amigo de Lorenzo. De todas formas, su sobrino Riario todavía andaba libre como conde de Imola y Forli liándola parda por Italia. Así en 1482 comenzó la Guerra de Ferrara, o la Guerra de la Sal. Ocurrió porque Riario convenció a Venecia de declarar la guerra a Ferrara, una ciudad importante por el comercio de sal, gobernada por Hércules I o Ercole dEste.

Riario y Venecia fueron apoyados por el papa y Génova, mientras que Ferrara por Nápoles, Mántua, Bolonia y Urbino.

Tras dos años de luchas, Venecia venció y se firmó la paz en 1484.

En 1487, Lorenzo el Magnifico se metió en guerra con la República de Génova por el control de una población llamada Sarzana, ubicada en un punto estratégico de la ruta comercial de la Strada Romea, que unía la Toscana con Francia. La campaña del Medici fue un éxito y en aquel lugar ordenó construir una potente ciudadela para mantener aquel lugar alejado de sus rivales. Y también reformaron el cercano Castillo de Sarzanello. De todas formas, este sitio no duraría mucho en poder toscano.

Por cierto, en 1488 ocurrió la Conspiración de los hermanos Orsi, quienes aprovecharon el descontento en la ciudad de Forli para tomarla, y asesinaron a puñaladas a su señor: Girolamo Riario. Dicen que Lorenzo el Magnífico fue uno de los que estuvo tras esta conspiración como venganza por la muerte de su hermano. Los hijos de Riario fueron hechos prisioneros, y su madre, Caterina Sforza, amenazó diciendo obscenidades desde lo alto de una muralla. La leyenda dice que cuando los Orsi amenazaron con cargarse a los críos, Caterina enseñó su vagina diciendo: aquí tengo lo necesario para hacer otros. Al final, gracias a la ayuda de Ludovico Sforza, Caterina logró recuperar el control de la ciudad.

En los últimos años de su vida, Lorenzo el Magnífico tuvo una salud un tanto delicada, y residió en sus villas campestres. Lorenzo el Magnífico murió en 1492, justo el mismo año en el que Cristóbal Colón llegó a América.

Vale, ahora entramos en un periodo de la historia de Italia bastante movido. Y es que en lo que queda de siglo 15 y gran parte del siglo 16 tuvieron lugar las Guerras Italianas, 8 conflictos que pondrían toda la península patas arriba. En otro vídeo explicaré todas ellas de forma más detallada, ahora veremos todo un poquito por encima.

Resulta que, en el Ducado de Milán, gobernaba el hijo del anterior duque asesinado. Ese era Gian Galeazzo Sforza, pero cuando comenzó a reinar tenía 7 años, así que su tío Ludovico Sforza actuó como regente, pero pronto le arrebató todo el poder.

Cuando cumplió 19 años, el chaval fue casado con Isabel de Aragón, una princesa de Nápoles, nieta de Ferrante I, y se cuenta que en la boda se llevó a cabo el considerado primer ballet clásico, creado por el maestro de la danza italiana Bergonzio di Botta.

Por su parte, Ludovico, quien seguía teniendo todo el poder, se casó con Beatriz de Este, hija de Hércules de Este, el duque de Ferrara. Se cuenta que Leonardo da Vinci estuvo en esta boda haciendo alguno de sus shows. Fue esta Beatriz quien llenó el Palacio de los Sforza de fiestas y encuentros culturales de lo más diverso.

Pronto comenzó una rivalidad malsana entre las dos esposas por ver quien de sus hijos heredaría el trono milanés, y eso llevó a Isabel a pedir ayuda a su padre, Alfonso II, ahora rey de Nápoles. 

Ludovico, viendo la que se le venía encima, decidió aliarse con el joven rey de Francia Carlos VIII, y le convenció para que invadiera Nápoles, diciéndole que ese reino pertenecía en el pasado a los Anjou y por lo tanto a Francia. Así, en 1494, el status quo conseguido en la Paz de Lodi se fue a tomar por saco, y comenzó la primera de estas guerras italianas donde se dieron de leches franceses, noritalianos, el papado, napolitanos y por ende también los Reyes Católicos.

Florencia en ese año estaba gobernada por el hijo de Lorenzo el Magnífico, Pedro II el Fatuo, o el Infortunado, un joven arrogante e indisciplinado.

Este estaba aliado con Nápoles en contra de Francia, aunque poco después prefirió pactar con el francés a cambio de darle 200.000 ducados y dejarle temporalmente un montón de fortalezas por toda la Toscana. Los políticos florentinos vieron esto como una temeridad, era como dejar que les conquistaran, así que se rebelaron contra Pedro II y le echaron de la ciudad junto con parte de su familia cercana. Por cierto, algunos de los críticos de Pedro II eran los Medici de la rama Popolari, es decir, la de Lorenzo el Viejo, quienes defendían más libertad democrática.

La República de Florencia pasó a estar gobernada como antaño, fuera del control Medici, pero fue un desastre. Sarzana cayó bajo poder francés y fue vendida a Génova, y Pisa se independizó durante una temporada reinstaurando una breve república.

Pero lo peor estaba por llegar. Y es que ahora toca hablar de un fraile mu loco llamado Girolamo Savonarola. Este dominico se convirtió en el dueño de Florencia durante los siguientes 4 años, y esto lo consiguió gracias a su personal magnetismo y sus discursos apocalípticos. Predicaba contra la corrupción de los Medici y de los Borgia, y profetizaba la llegada de un rey salvador, que él creía que era el rey francés invasor. De hecho, dejó entrar a sus tropas sin ponerles ninguna objeción.

Savonarola odiaba el lujo y todo esto del renacimiento, y organizó la famosa hoguera de las vanidades, donde los florentinos fueron instados a arrojar al fuego cualquier objeto lujoso, piezas de arte, perfumes, espejos, cosméticos y hasta libros que Savonarola considerada pecaminosos. Prohibió el alcohol, el juego, la ropa indecente y persiguió la homosexualidad y la sodomía con aún más dureza.

Debido a todo el caos que provocó en la sociedad florentina, en 1498 se celebró la ejecución de Savonarola por la Inquisición, al parecer por blasfemar contra el papa Alejandro VI, mejor conocido como Rodrigo Borgia. Pronto los Medici volverían al poder de Florencia; lo veremos en un próximo capítulo.