Parte 4. «Lorenzo de Médici: El Mecenas de Florencia» – Viaja con letras
Miguel Ángel

Parte 4. «Lorenzo de Médici: El Mecenas de Florencia»

Hablar sobre la familia Médici, es hablar sobre Renacimiento, enfocando este aspecto en la figura de un hombre, Lorenzo de Médici (“El Magnífico”), imponente líder florentino de la época en que vivió Miguel Ángel, aunque debo aclarar que no necesariamente es el periodo más importante para la familia Médici, ya que abarcan muchos episodios de la historia y en ocasiones no solo emplazados en Italia, también en las cortes francesas, en otras regiones de Italia, en Austria, hasta en el mismo Vaticano.

«Conspiración de los Pazzi«

Para ir introduciendo el tema de la relación de Miguel Ángel con la familia Médici, debemos iniciar hablando sobre uno de los episodios más importantes ocurrido en Florencia, la “Conspiración de los Pazzi”.

Los conspiradores atacaron el domingo 26 de abril de 1478 durante la misa en el Duomo. Un hombre llamado Bernardo Bandini Baroncelli es el primero en clavar una daga a Giuliano de Médici, hermano pequeño (el único varón) de Lorenzo de Médici. Luego otro atacante, Franceso de Pazzi va a rematarlo con repetidas puñaladas, logrando su deceso. Dos sacerdotes hicieron ademán de atacar al mismo Lorenzo, pero este logra huir.

Tal tamaña intriga, urdida por el clan de banqueros florentinos de los Pazzi (Franceso y Jacopo), junto al arzobispo de Pizza (Franceso Salviati), el papa Sixto IV y su sobrino Girolamo Riario, y por último el rey de Nápoles (Ferrante I). Era el segundo intento de golpe de estado en 12 años, y por poco pone a fin a la familia Médici. 

Pero con la huida de Lorenzo el golpe fracasó, y los Pazzi junto a sus cómplices pagaron un precio terrible. El líder Jacopo de Pazzi es capturado al día siguiente en una pequeña aldea de montaña, luego torturado y obligado a dar una confesión. Posteriormente el 28 de abril, él y Renato de Pazzi fueron colgados (ahorcados) desde las ventanas del Palazzo della Signoria. Miguel Ángel en los hombros de su padre es llevado a presenciar esta escena, que quizás sea el primero aproximamiento a la familia Médici y también a la política de su ciudad, una política dividida en facciones o familias rivales.

Lorenzo de Médici

Lorenzo es prácticamente un símbolo por sí mismo de la época en que vivió, representando la encarnación del hombre renacentista ideal (una forma metafórica de decirlo), era un dictador, poeta, banquero, padrino de familia (algo como un líder mafioso), músico, diplomático, coleccionista de libros, filósofo, amante del arte, mediador político, entre muchas cosas más que podría citar. Lorenzo al igual que su padre Piero y su abuelo Cosme, no poseía ningún título formal de duque o príncipe, pero a él le dieron un título honorífico dado a personalidades importantes, que le venía como anillo al dedo, “El Magnífico”.

Florencia desde la antigüedad era una república gobernada por una compleja institución según la cual el poder era compartido por lo miembros del sector más adinerado de la población masculina. Quienes desempeñaban los puestos más altos eran elegidos por un proceso al “azar” (se colocaban los nombres de candidatos en unos papeles en un saco, un método muy rudimentaria pero útil), para que ninguna familia o facción en específico se hiciese con el control. Sin embargo, los Médici seleccionaban a los funcionarios (accoppiatori) que elegían los nombres que iban a parar al saco, por lo que el poder estaba en hombres que en privado recibían órdenes de los Médici.

Es difícil definir a Lorenzo como una figura destacada en la historia o un sujeto vanal, ya que en él confluían dos personas (o más), un hombre piadoso o libertino, un intelectual o un farsante, en general son opiniones divididas, algunos lo aman y otros lo odian. En lo único que todos concuerdan es que era alguien de grandes habilidades, inteligencia sin igual y un escurridizo.

Un punto importante en su personalidad, es que su temperamento pudo verse afectado por el dolor, ya que padecía una enfermedad catalogada como “gota” o quizás una “espondilitis anquilosante”, aunque fuese lo que fuese afecto a su abuelo y a su padre, y a Lorenzo lo invalida en muchos pasajes de su vida hasta en estados avanzados donde podría ser el motivo de su muerte.

Miguel Ángel y el Magnífico

Lorenzo era dueño de más de cuarenta esculturas clásicas, además de algunos fragmentos arquitectónicos, 5.527 monedas, 63 vasijas, 127 joyas y una gran cantidad de obras a modo general, las cuales pronto denominaríamos arte contemporáneo, de artistas como Pollaiuolo y Uccello, así como esculturas de Donatello, Verrocchio y Bertoldo di Giovanni, quien era el experto en escultura de Lorenzo. Sus mejores obras estaban expuestas en el Palazzo Médici, en la Via Larga.

Lorenzo un día pregunta al artista florentino, Ghirlandaio, si podía recomendar a algún aprendiz prometedor para formarlo como escultor, y es ahí donde aparece el nombre de Miguel Ángel (junto a Granacci, compañero quien lo lleva a la academia de Ghirlandaio). El motivo de esto, era netamente el poder de ejercer influencia por medio del arte, ya que Lorenzo ejercía muchas veces de asesor cuando algún poderoso planeaba algún proyecto importante, acumulando así favores de ellos.

Un ejemplo de lo citado es cuando Lorenzo recomienda al pintor florentino, Filipino Lippi, al cardenal Carafa, un adinerado del sur de Italia. En este caso vemos como Lorenzo por medio de sus agentes comprobaba si Lippi estaba haciendo un buen trabajo y si el cardenal estaba conforme con lo realizado, ganando de esta forma un importante aliado político y comercial.

Por un tiempo siguió teniendo unos cuantos destacados pintores para recomendar, como Lippi, pero a finales de la década de 1480 se queda sin escultores de primera clase. El que tenía era Andrea Verrocchio, pero muere en Venecia (1488) y Antonio de Pollaiuolo (quien era la otra opción) se encuentra en Roma construyendo la tumba del papa Sixto IV (quizás por misma sugerencia de Lorenzo). Y cuando el duque de Milán le pide proponer a alguien para construir una grandiosa tumba, debe haber sido el momento en que solicita estos discípulos (Miguel Ángel y Granacci), al verse abarrotado de peticiones.

Los discípulos son puestos bajo instrucción de Bertoldo di Giovanni, un escultor de confianza de la casa de los Médici, discípulo de Donatello cuyo fuerte eran las pequeñas estatuillas (que para la miopía de Lorenzo eran ideales). Bertoldo si bien, no era alguien de grandes habilidades, era una buena elección para las pretensiones del mecenas de los Médici, al imbuir a los jóvenes en un estilo de mayor clasicismo. Lorenzo soñaba con reconstruir Florencia como una ciudad clásica (que es mucho de lo que vemos hoy en su arquitectura).

En el jardín de las esculturas de los Médici (Jardín de “San Marcos”), puede que haya sido el primer lugar donde Miguel Ángel realiza una obra en tres dimensiones. Como logra esculpir tan bien, que es un misterio si tenía esta habilidad adquirida de antes, y quizás mentía sobre que era su primera vez en este tipo de arte a modo de exaltar la calidad de lo realizado. Incluso se buscaron antecedentes sobre maestros que se encontraban en aquella época por Florencia (a modo de ver si tuvo una instrucción por alguno de ellos o no), pero nada con asidero concreto. Además, para Miguel Ángel decir que adquiere esta destreza por pura “brillantez” y habilidad “innata”, lo hacía más magnífico y por lo demás gana credibilidad considerando todo lo que se vendrá en su vida.

2 Comentarios

  • Andrea

    Buenísimo texto!! Me gustaría complementar el texto, nombrando una escultura de Miguel Ángel que a mi, me gusta mucho, DAVID!!
    La cual además nace en un momento en que la familia Medici fue derrocada y nace la nueva Signoria Republicana.

    • Sergio Torres

      Genial! interesante dato! La historia con los Médici da para hablar muchos artículos, de a poco he ido investigando más e iré (humildemente) completando este segmento. Y claro, algunos dicen que es casi como un emblema al estilo de la «Revolución Francesa», en contra del patriarcado erigido por los Médici

      Saludos Andrea!

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