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Historias
Cinco a�os de su muerte

Larry Fortensky, el octavo y �ltimo marido de Elizabeth Taylor que no dej� su trabajo de obrero de la construcci�n tras casarse con la diva

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Se conocieron en una cl�nica de desintoxicaci�n en 1988 y tres a�os despu�s contrajeron matrimonio. Hasta que la actriz le pidi� el divorcio en 1996. Aunque nunca le pidi� nada, a Fortensky ya no le falt� dinero hasta su muerte.

La actriz y su marido, en 1991.
La actriz y su marido, en 1991.GTRES

En 1988, Elizabeth Taylor ingresaba una vez m�s en la cl�nica de desintoxicaci�n Betty Ford por su adicci�n a las pastillas. En este centro californiano era una paciente m�s. Se hac�a la cama, limpiaba la habitaci�n, fregaba el suelo... En aquel momento se encontraba internado por su adicci�n a la cerveza un apuesto y fornido trabajador de la construcci�n que llam� la atenci�n de la protagonista de Gigante por su larga melena rubia rizada. Era Larry Fortensky. El 7 de julio de hace cinco a�os fallec�a el octavo y �ltimo marido de la diva de los ojos violeta.

Tal y como recordaba Fortensky, la Taylor era una mujer dulce, simp�tica, divertida y hermosa que en seguida congeni� con �l. La mayor�a de los amigos de Elizabeth Taylor eran gays o playboys millonarios que anhelaban jovencitas glamurosas. En esta ocasi�n, la int�rprete quer�a a alguien m�s terrenal y tras seis semanas internos, la pareja se volvi� inseparable. Pero su relaci�n era un secreto. Donde quiera que Larry estuviera, Taylor enviaba su limusina con su ch�fer de confianza para buscarle. En las navidades de 1988, la actriz quiso celebrar las fiestas con �l en su mansi�n de Bel Air, de donde ya no se movi� hasta que la pareja se divorci�. Los 20 a�os de diferencia entre la pareja no importaban.

Larry estaba extasiado. Solo hab�a visto casas relativamente similares mientras trabajaba, por lo que estar en el interior de esa fortaleza de 650 metros cuadrados y casi 1,3 hect�reas de un jard�n cuidadosamente dise�ado era algo m�s que un sue�o. En las paredes colgaban obras de arte de Van Gogh, Pissarro o Degas, la caja fuerte atesoraba el diamante Krupp de 33,19 quilates (rebautizado tras su fallecimiento como el diamante Elizabeth Taylor), la perla Peregrina que perteneci� a los Borbones (subastada por 9 millones de euros), el parure de esmeraldas y diamantes de Bvlgari, el broche pr�ncipe de Gales de platino, oro y diamantes que perteneci� a la duquesa de Windsor y un sinf�n de reliquias que convirtieron a la actriz en la mayor coleccionista privada de joyas del mundo. Para mantener aquella infraestructura, Fortensky se qued� boquiabierto cuando ve�a a los guardias de seguridad (ex agentes del Mossad), el jardinero, las criadas, la cocinera, la asistente personal...

La pareja se cas� en 1991.
La pareja se cas� en 1991.GTRES

Para los ambientes hollywoodienses, Larry era demasiado tosco. Su novia se gast� una fortuna en refinarle tanto f�sica como educacionalmente, se codeaba con la princesa Margarita de Inglaterra y otras celebridades, odiaba que le llamaran se�or Taylor y siempre le cost� acostumbrarse al circo medi�tico que se montaba cuando la Taylor aparec�a en p�blico rodeada de una corte de paparazzi. Los mismos que intentaron sabotear con helic�pteros su boda celebrada el 6 de octubre de 1991 en Neverland, el fastuoso rancho que por aquel entonces pose�a el �ntimo amigo de la novia, Michael Jackson. Uno de los fot�grafos incluso se lanz� en paraca�das, pero fue detenido. La madrina de Taylor fue la cantante Carole Bayer Sager (ex mujer del afamado compositor Burt Bacharach) y el padrino de Fortensky recay� en Jos� Eber, estilista personal de la actriz.

La aclamada periodista de cotilleos Liz Smith, �ntima de la reci�n casada desde hac�a d�cadas, fue la �nica autorizada para relatar aquel evento vendido por algo m�s de 1,2 millones de d�lares con fines ben�ficos. No en vano, Elizabeth Taylor siempre fue una de las grandes abanderadas para la lucha contra el sida. Entre los invitados estaban Liza Minnelli, Brooke Shields, Gregory Peck, Nancy Reagan, Macaulay Culkin o Franco Zeffirelli. A sus espaldas, Larry ten�a dos divorcios sin hijos y Elizabeth, siete separaciones, cuatro hijos, nietos...

A pesar de su estatus adquirido, Fortensky no dej� de trabajar en la construcci�n, por lo que su esposa ordenaba que la comida de su chef personal se le enviara en t�per a su lugar de trabajo. Sus colegas alucinaban. En m�s de una ocasi�n cambiaba el mono por elegantes trajes hechos a medida para cumplir con la ajetreada agenda social de su esposa o ped�a unos d�as de permiso para recorrerse el mundo. En una ocasi�n viajaron a Jap�n donde la actriz pag� 30.000 d�lares en un restaurante por cenar carne de ternera. En el hogar conyugal tambi�n hab�a peque�os caprichos. El obrero le regal� su perrita maltesa Sugar, que trajo a Oviedo cuando recogi� el Pr�ncipe de Asturias a la Concordia en 1992, y Taylor aleccion� a su loro Alvin (fotografiado junto a ella en la piscina por Richard Avedon) para que llamara a su esposo "Larry".

Con Don Felipe, para recoger le Pr�ncipe de Asturias de la Concordia.
Con Don Felipe, para recoger le Pr�ncipe de Asturias de la Concordia.GTRES

As� era el nivel de lujo de un hombre nacido en hogar desestructurado cuyo sue�o se desvaneci� en 1996, cuando Elizabeth solicit� el divorcio. Pero siguieron siendo grandes amigos ya que Larry jam�s pleite� por una tajada de la vasta fortuna de la actriz estimada en 600 millones de d�lares. S�, obtuvo 1,5 millones de d�lares que pronto se esfumaron tras comprar una casita en Temecula (California) y los gastos m�dicos ocasionados por varios accidentes laborales, hasta que una fatal ca�da en 1999 por ir borracho le oblig� a jubilarse antes de tiempo.

Antes de su fallecimiento, Larry confes� al diario Daily Mail que jam�s le pidi� dinero a su ex mujer, pero la protagonista de Cleopatra ten�a una sensibilidad especial que le hac�a presagiar que algo malo suced�a. A ra�z de aquel accidente, le ingres� 1.000 d�lares mensuales hasta su fallecimiento o bancarrota. La int�rprete falleci� en 2011 dejando en su testamento a su �ltimo marido la nada desde�able cantidad de 825.000 d�lares.

Durante los �ltimos a�os de su vida estaba muy demacrado, desali�ado, padec�a c�ncer de piel, ten�a p�rdida de memoria a corto plazo, sufr�a de obesidad m�rbida; Larry Fortensky pas� los �ltimos a�os de su vida junto a su hermana Donna en un b�ngalo alquilado de dos habitaciones en Menifee, a dos horas de Los �ngeles. Una septicemia acab� con su vida. Larry Fortensky ten�a 64 a�os.

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