¿Por qué despidieron a Jesús Solari de la presidencia ejecutiva del IRTP? - Lima Gris
Connect with us

Columnistas

¿Por qué despidieron a Jesús Solari de la presidencia ejecutiva del IRTP?

En algunos medios han pretendido inmolar al funcionario renunciante; pero no se menciona que Solari Díaz fue designado sin cumplir el perfil que requería el puesto y que, en lugar de priorizar la productividad laboral, durante su gestión se apostó por los amiguismos y los recomendados.

Avatar photo

Published

on

Ayer presentó su renuncia al cargo de presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP) Jesús Solari Díaz.

¿Cuáles son las razones de este despido, disfrazado como “renuncia”?

Hay que recordar que desde diciembre de 2022 cuando asumió la presidencia ejecutiva, Jesús Solari Díaz fue cuestionado no solo por su poca experiencia en la gestión pública, sino, por la presunta falsedad genérica que encarna su maestría online en una universidad mexicana que no tiene refrendo de Sunedu.

Solari para ser nombrado presidente ejecutivo hizo cambiar su perfil en la web oficial del IRTP para colgar uno nuevo donde señalaba que era magíster, pero cuando Lima Gris denunció que su “maestría” no figuraba en Sunedu, a los pocos minutos retiraron de la web la información forzada.

No cabe duda que ese es el cuestionamiento más duro que Solari Díaz afronta, porque conforme al cuadro del Manual de clasificador de cargos del IRTP basta ser bachiller con maestría, o ser licenciado para asumir aquel alto cargo, así como una experiencia general de 8 años. Y Solari apenas es licenciado de la Universidad Garcilaso de la Vega y en más de 4 meses al frente del canal del Estado, jamás salió a decir nada de nada de su maestría online.

Además, resulta hilarante leer la carta de renuncia de Jesús Solari a la presidencia ejecutiva cuando menciona que su propósito fue que el IRTP “sea un espacio de encuentro, diálogo y debate abierto en el que se escuchen y se representen todas las voces de nuestra sociedad”.

Si eso fuera cierto ¿entonces, por qué en la gerencia de Prensa la productora general, Nelly Torres, llamada así por la gerente verdadera Mónica Vargas, vetaba los tuits de Keiko Fujimori y ordenaba no poncharlos?

¿Por qué desde hace buen tiempo en los programas políticos Cara a Cara, Rimanchik y ahora Diálogo Abierto no desfiló el APRA, el Fujimorismo y los simpatizantes de Perú Libre y de la izquierda ultra? ¿O en su defecto, los del PPC, Avanza País y Renovación Popular?

¿Por qué a los sets de la avenida José Gálvez siempre acuden los “caseritos” vinculados al caviarismo y al Partido Morado?

Esos personajes que su único afán es pegarse al poder de turno tienen una data impresionante de asistencia. Basta visualizar los archivos de la página web para comprobar el sesgo militante de TV Perú.

Aquel favoritismo se intensificó ferozmente desde el gobierno de Martín Vizcarra y la encargatura de Francisco Sagasti. Y lamentablemente se da porque algunos periodistas que laboran en los noticieros y programas periodísticos son confesos caviarones, antifujimoristas, antiapristas, antiderecha, antiporkys, anticastillistas, anticerrronistas. Sin contemplar que laboran en el canal de todos los peruanos y que deben ser plurales, neutros, tolerantes e inclusivos, porque según los principios rectores del IRTP deben ofrecer información, entretenimiento y cultura. Aunque parece que no entienden que no están para imponer su ideología caviar, ni para discriminar a la clase política que no es de su agrado.

La también cuestionada ministra de Cultura Leslie Urteaga le pidió la renuncia a Solari porque la presión de los Dircom del gobierno exigía explicaciones a la política de cobertura de la gerencia de Prensa a cargo de Mónica Vargas (ex redactora de agencia de noticias) de las actividades oficiales que implica difundir a toda la nación lo que la presidenta Dina Boluarte contemple en su agenda.

Estas actividades oficiales incluyen también las del primer ministro Otárola, conforme lo señala el artículo 123º de la Constitución que establece: “Ser, después del presidente de la República, el portavoz autorizado del gobierno”. Sin embargo, cuando terminaba el Consejo de ministros y el premier brindaba al país su informe de los acuerdos adoptados, lo asignaban a la señal en vivo del circuito cerrado del cable y de la Televisión Digital Terrestre (TDT) de Tv Perú; marginándolo de la cobertura nacional que ofrece la señal abierta del canal 7. Vale decir, a la señal con mayor alcance y que es medible.

Solari marginó al premier y censuró sus intervenciones y solo lo trasmitió en el canal de noticias de cable. En cambio, sí daba señal abierta a la presidente Boluarte; entonces es falso cuando afirman que ha sido echado por no colaborar con la mandataria.  

Este mismo criterio lo utilizan para los presidentes de los otros dos poderes del Estado: Legislativo y Judicial. Es decir, solo una pequeña porción del universo total de televidentes y de la sociedad de todo el país se entera de los acuerdos tomados en el Consejo de ministros. Sin duda, una aberración comunicacional producto de la animadversión política caviar.  

Según nuestras fuentes, otro punto en contra de Jesús Solari es haber generado poderes fantasmas. Una prueba de ello es Eduardo Guzmán (tristemente celebre expresidente del IRTP) a quien lo habría convertido en su “asesor” y valiéndose de su paso por el IRTP le aconsejó volver a poner en la pantalla programas que él creó, como, por ejemplo ¿Qué Está Pasando? que Fernando Aliaga, antecesor de Solari, cerró por improductivo.

Es decir, Solari le habría dado poderes que no correspondían, para que se convierta en el “presidente ejecutivo en la sombra”. Y valiéndose de esta confianza Guzmán Iturbe tampoco habría dudado en aplicar un presunto “tráfico de influencias”.

El último viernes 26 de mayo, al promediar las once de la mañana, Guzmán llegó a Tv Perú con un recomendado ¿o para convencer de cerrar el trato de una venta de enlatados, o para entregar un puesto de trabajo con sueldo voluminoso?

La foto en la sala VIP de Tv Perú registra el protagonismo sigiloso de Eduardo Guzmán.

De esa forma, en otras áreas habría creado “gerentes en la sombra”. Como en Radio Nacional del Perú, donde manda Francisco Mejorada Chauca. Este “trovador” convenció al gerente de Radio Carlos Fonseca, otro caviar antifujimorista y exmano derecha de Clara Elvira Ospina, de rotar a trabajadores que le hacían mella.

El “trovador” Mejorada Chauca es el mismo personaje que en un audio que publicó Lima Gris le mentó la madre e insultó sin piedad a la ex jefa de RR. HH. Marta Aguirre.

Aquella vez, Solari tapó el proceso administrativo que se le inició a Mejorada Chauca y frenó las investigaciones en su contra, por ser causal de despido… pero finalmente le salvó la vida.

Un tercer caso del poder en la sombra de Guzmán Iturbe, es Nelly Torres. Ella sería en la práctica la gerente de prensa, mientras que la verdadera gerente de prensa Mónica Vargas, solo se dedica a firmar los documentos de la burocracia y ha abandonado el manejo periodístico y de contenidos en los que Nelly Torres habría impuesto sus caprichos, rotando a trabajadores a su antojo y eliminando a los que no son de su grupo. Y, lo más sorprendente, empoderando un matriarcado, por ahora, irrebatible.

Nelly Torres también ha sido el brazo derecho de Eduardo Guzmán.

Jesús Solari ya estaba en capilla desde hace tiempo, pero se ha sostenido por su protectora, la ministra de Cultura Leslie Urteaga, que lo defendió a morir. No olvidemos que en los últimos meses la ministra de Cultura tuvo más exposición mediática en el canal, que la propia Jefe de Estado y que el premier Otárola. Sin duda, con otro ministro/a de Cultura, hace tiempo hubiera salido por los cuestionamientos a su maestría online.

En twitter circula un vídeo de una periodista que repregunta a Dina Boluarte sobre lo que publicó Hildebrandt en sus trece, respecto a los muertos de la crisis política del sur. Esa reportera, es nada menos que Cintya Malpartida; es la misma que estuvo en el despacho de Pedro Castillo cuando anunció el golpe de Estado y que fue convocada por Betssy Chávez y que a la postre ante la Fiscalía terminó acusando a Betssy de estar presente en el discurso del profesor chotano junto al expremier Aníbal Torres.

Aquello, deja entrever que la actitud de esta periodista con su repregunta a la mandataria (Dina Boluarte antes no quiso responder a otro periodista quien formuló la pregunta sobre los muertos) es la más clara posición de respeto a la libertad de prensa y opinión del gobierno. Y actualmente, no habido represalias contra la reportera Malpartida, quien sigue laborando en Tv Perú.

Por lo tanto, es mentira que despiden a Solari por la pregunta incomoda de la periodista.

¿De qué respeto a la libertad de prensa habla Solari? si fue él quien echó a Carlos Cornejo de Rimanchik por opinar contra el gobierno de Dina Boluarte en plena crisis política del sur.

Solari despidió al periodista porque quiso ganarse ave marías con el gobierno de Boluarte. Entonces, ¿dónde queda la tesis que lo expectoran porque no quiere apoyar al gobierno desde su gestión?

Todo eso es una patraña más de la narrativa caviar.

¿El IRTP cuándo dejará de ser una chacra al servicio de las camarillas de turno?

Solo esperamos que lleguen nuevos vientos. Una nueva propuesta empresarial libre de gérmenes políticos y de voluntades caprichosas que, en lugar de priorizar la eficiencia y productividad laboral, hasta hoy ha apostado por los compadrazgos, amiguismos y recomendados. Es decir, sin ningún filtro que enarbole la meritocracia.

Comentarios

Luis Felipe Alpaca es egresado de la carrera de Derecho y Ciencias Políticas y estudió Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza; asimismo estudió en la Escuela de Escritura Creativa del CCPUCP, y tiene un Diplomado de Especialista en Derecho Comercial por la Escuela Superior de Negocios. Ha sido Editor de Cultura del Diario 16, y actualmente es Editor General del Grupo Editorial Lima Gris, y es conductor del programa radial Lima Gris Radio por La estación Planicie 91.5 de la FM. Como gestor cultural ha organizado y curado exposiciones de arte y eventos ligados a los derechos culturales. Asimismo es corrector de estilo, y ha escrito más de 400 artículos relacionados a cultura, actualidad y política. Como activista social ha sido miembro de la Red del Patrimonio Cultural con el afán de defender patrimonios inmateriales y materiales como el desaparecido Palais Concert, y el Complejo Arqueológico Puruchuco. Actualmente es miembro del Colectivo Antropoceno Identidad, y ha recorrido distintas regiones del país para brindar apoyo, encuentros y conferencias en universidades con temas relacionados al arte ancestral y la cultura originaria.

Click to comment

Leave a Reply

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Libertad bajo Palabra / Percy Vilchez Salvatierra

Elogio crítico de Mario Vargas Llosa en su 88 cumpleaños

Lee la columna de Percy Vílchez Salvatierra

Avatar photo

Published

on

Mario Vargas Llosa ha cumplido 88 años y se ha convertido, al fin, en el último anciano venerable de nuestra tribu y, seguramente, entre los que requieren de algún favor suyo se han erigido los besamanos y las pasadas de mano y de franela. Tal vez, los que gustan de sus libros recordarán algún pasaje o alguna anécdota que corresponda a sus persistentes lecturas y afectos. Los que odian y detestan todo lo que es superior rumiarán sus frágiles iras en sus diminutos espacios y solo pasará sobre ellos la nada y el viento del desdén del universo entero. Todo eso es meritorio y ejemplifica la categoría de cada quien pues cada uno juzga y valora según sus capacidades e intenciones.

El caso es que para todo los peruanos, les guste o no, MVLL es, desde hace más de medio siglo, el mandarín de nuestra literatura siendo descolocado únicamente por Miguel Gutiérrez en términos de destreza y ambición narrativa (hasta la fecha ambos no tienen rivales y están en la cima de los narradores aunque siendo abiertamente antípodas respecto de sus logros sociales y económicos).

Tal es la importancia de Vargas Llosa para los escritores peruanos que en el curso de las últimas dos décadas se me ha hecho inevitable escribir varios textos acerca del Nobel arequipeño, generalmente, en contra suya, pero tratando de ser justo, siempre.
En este orden de ideas, en un ensayo mío de hace dos años (Algunos Apuntes en los Márgenes de la Estética, la Inteligencia y el Marketing Literario en el Perú Contemporáneo) comparé al cumpleañero con Miguel Gutiérrez y sostuve (y sostengo) que respecto de la entrega a sus propuestas literarias y a la defensa de sus ideas políticas ambos autores son ejemplares, pese a que uno puede y debe disentir de las ideas de ambos.

Ahora, en lo personal, debo agregar que Conversación en la Catedral (la única obra que MVLL necesitó escribir o que se atrevió a escribir aún bajo el riesgo de matarse escribiendo a tal punto que de haber seguido en esa onda seguramente no habría vivido hasta estos tiempos) y La Casa Verde (que podría haber sido escrita por Faulkner si el bravo autor nacido en Mississippi hubiera conocido Piura y la Amazonía) se mantienen vigentes entre sus novelas. Las demás me parece que han envejecido mal salvo por estar llenas de curiosidades menores (como El Paraíso en la Otra Esquina o Travesuras de una Niña Mala). Ahora mismo reviso algunas páginas de varias novelas suyas y el lenguaje expuesto no me satisface. Lo hallo seco, sin vida. Puede ser una falsa impresión, pero desde hace mucho creo que sin el andamiaje técnico primordial de su propuesta inicial, su obra tendría muy poco que mostrar y ofrecer salvo que se asuma como entretenimiento. No cumple con la magna exigencia que Serge Diaghilev espetó a Jean Cocteau: ¡Étonnez moi! (anécdota conocida gracias al ensayo de MVLLL sobre Nabokov, etc.), pero ese es otro tema.

En todo caso, guardo distancias de todos aquellos que intentan negar a MVLL o que lo odian por un tema ideológico, pues creo que en ese campo, MVLL solo ha tenido la desgracia de estar a destiempo en cada una de sus intensas militancias, ya que cuando defendía el socialismo, esta doctrina era ya indefendible y cuando se pasó al liberalismo, pasó lo mismo.
Lo que nadie puede negar es que en ambos bandos demostró una testarudez y una belicosidad tremenda. Inclusive hasta el año pasado cuando no debería haberse preocupado por nada que no sea vivir tranquilo insistió en la literatura e insistió en la crítica política para mayor exaltación de aquellos que lo odian o que creen que pueden igualarlo sin realizar genuinas proezas.

Estas dos grandes pasiones singulares, la literatura y la política, lo enaltecerán siempre y lo vincularán de manera permanente con todos los grandes peruanos que han tenido un rol preponderante en el imaginario intelectual del país desde González Prada (de quien no debemos olvidar jamás que fue tan fino como poeta, como incendiario en su rol de ensayista político) pasando por Haya y Mariátegui (que fueron, en sus inicios, poetas) y hasta la actualidad.

Finalmente, MVLL ha ofrecido a la literatura peruana y a todo joven que imprime algunas líneas sobre un papel o un documento de Word en su computadora una inmensa lección de vida. Me refiero a que el autor de La Verdad de las Mentiras (enorme libro de reseñas literarias y ensayos breves sobre escritores) ha creído siempre que se puede escribir todo o acerca de todo siempre y cuando exista un impacto personal profundo en el autor (propósito imprescindible de todo gran escritor). Esta consigna es un mérito mayúsculo, y él la intentó cumplir durante casi toda la vida. El problema es que escribir todo o acerca de todo solo puede ser efectivo cuando se ha vivido todo o cuando se cuenta con el talento de un genio, pero MVLL no cumple con esa prerrogativa. Le falta gracia a su imaginación mecánica, le falta poesía y aliento. Aun así es importante, pero no solo por sus novelas sesenteras, sus premios o por su posición sino por su entrega a sus pasiones y por haber vivido como le vino en gana.
Considero, en este sentido, que la mayor virtud del gran viejo ha sido su afán polemista y el no temer medirse con cualquiera.

En la novela aprendió, sin duda alguna, de varios maestros, pero quiso retar a Flaubert y a Faulkner y no obtuvo pocas preseas por ese lado, pese a lo que he expuesto inicialmente. En el orden de las reflexiones o los ensayos, Historia de un Deicidio debe ser, dentro de la historia de la literatura, la más exhaustiva muestra de obsesión y agotamiento de las búsquedas y hallazgos de un escritor sobre otro escritor contemporáneo (MVLL estaba aún en su periodo más inspirado cuando compuso este ensayo portentoso). En el campo del pensamiento diverso y, sobre todo, político, Contra Viento y Marea es lo mejor que expuso. En este sentido, se midió, en el momento justo, hasta con Sartre y Camus, en este libro, cuando era prácticamente “nadie”, lo que es un mérito respecto del peruano promedio en general y el escritor peruano promedio en particular. Gran actitud, gran pretensión, gran carácter (al menos, en el campo literario).

Se merece cumplir muchos años más y esperemos que así sea. Su presencia es benéfica para el mundo pese al insignificante odio “progre” y a que casi siempre hemos estado en desacuerdo con sus ideas.

Larga vida, viejo. Eres el último peruano al que se le puede llamar así (“viejo”) como una muestra de aprecio sin incidir en la farsa o el cinismo.

Comentarios
Continue Reading

Libertad bajo Palabra / Percy Vilchez Salvatierra

Ochenta años de Juan Ojeda

Elogio del máximo poeta peruano del último medio siglo.

Avatar photo

Published

on

Juan Ojeda, leyenda de la poesía peruana, que hace medio siglo ofrendó su existencia carnal en el altar de su propio delirio sobre el asfalto de la cuadra 23 de la Avenida Arequipa, hoy cumpliría ochenta años.

Poeta de grandes ambiciones y profundas intuiciones conjugó una erudición real (no impostada al modo de los seguidores de Pound) con la turbulencia de un ánima sacudida por el estruendo de lo extraordinario y lo infernal.

Su poesía es el testimonio de alguien que quiso ver el paraíso en medio de las ruinas de su propio ser y terminó arrancándose los ojos, aunque atisbó los predios celestiales puestos al fin sobre la tierra al alcance de cualquiera (como nos indica su poema “Elogio de la infancia”) aunque no dejó, ni por un instante, su posición muy bien anclada en medio de las riberas de la muerte y el olvido.

Quienes dicen que este escritor genera ciertas resistencias no calibran o no se atreven a exponer con claridad la incapacidad del literato promedio para profundizar en el vasto imaginario ojediano. Tal es así que basta una conversación con cualquiera que algo sepa sobre la poesía hecha en Perú para que se evidencie una total admiración por el aeda porteño y un entendimiento ecuménico respecto de su determinación como el mayor poeta peruano del último medio siglo.

Sin embargo, hay mucho de mala suerte en el devenir de Ojeda. Tres veces le preparamos sendos homenajes junto a Rafo León y siempre pasó algo que evitó su realización (lo que nunca pasó con ningún otro autor en el curso de los 245 episodios de la última proyección de Libertad Bajo Palabra).

Luego, debe haber cierto cálculo político de mucha gente en el soslayamiento de este intrincado autor, pues si se le posiciona, ipso facto, la mayoría de los poetas del sesenta y setenta desaparecerían de sus puestos actuales excepto Hinostroza.

Quizás, el regionalismo en boga haya resultado contraproducente puesto que en Chimbote hay una suerte de apropiación del aeda (hasta una suerte de celo) que dificulta las relaciones públicas en torno al ensalzamiento del vate.

Tal vez, incluso, los marcos tan limitados de la crítica académica en boga mucho más afincada en los estudios culturales que en la propia literatura tenga algo que ver y ni se diga de la crítica a secas que prácticamente no existe.

En fin, bienaventurados sean todos aquellos que entiendan.

(Columna publicada en Diario UNO)

Comentarios
Continue Reading

Libertad bajo Palabra / Percy Vilchez Salvatierra

Tres años sin Luis Bedoya Reyes

Lee la columna de Percy Vílchez Salvatierra

Avatar photo

Published

on

La muerte de Bedoya, hace tres años, constituyó la partida de un hombre que se dedicó a la política en un medio muy difícil (casi imposible, de hecho: el Perú) y que tuvo una prestancia existencial más o menos hidalga, no exenta de tropiezos y excesos, pero la vida es así y no hay nadie perfecto.

En algún momento, quizás llevado por la retórica cuando el finado cumplió cien años, incidí en el exceso de llamarlo “estadista”, pero esa expresión fue eso, precisamente, un exceso o, en todo caso, un involuntario gesto “político”.

Es un estadista, claro, si lo comparamos con López Aliaga o con Antauro (con Castillo ni se diga) o con cualquier candidato actual, pero esta circunstancia solo nos demuestra una realidad infernal que debe ser alterada por y para el bienestar de la población: el Perú nunca ha tenido estadistas ni políticos de gran proyección (nunca, salvo en los años veinte y treinta del siglo pasado).

En este sentido, la generación de Bedoya tuvo varios buenos gerentes, pero nada más puesto que, en general, nunca llegó a ofrecer una lectura propia de la realidad nacional y de nuestros procesos históricos, ni un gran plan nacional, ni un programa político contundente, ni, mucho menos, una esperanza en un futuro mejor para todos.

En el orden de lo hasta aquí expuesto, el enaltecimiento o el desdén que produjo el deceso del fundador del PPC, partido sumamente desgastado ahora mismo, pero que nunca tuvo ningún propósito mayúsculo o trascendental (toda la verdad tiene que ser dicha), nos demuestra la falta de equilibrio y de un sentido crítico justo respecto de su memoria.

Así, no faltan ni faltarán quienes sobredimensionen la construcción del Zanjón que es positiva, sin duda alguna, si se le compara con la nada, pero que, en realidad, solo refleja el subdesarrollo ingente que siempre ha afectado al país incluso en el nivel de las inteligencias y los individuos, sobre todo, los políticos, ¿acaso no hubiera sido una proyección más ambiciosa y digna de elogios la construcción de un tren subterráneo como han tenido las grandes metrópolis del mundo desde hace más de cien años o la implementación de nuevas redes de tranvías?

Por el otro lado, se le juzga o le juzgarán con demasiado encono los que critiquen el caso Cromotex, (sesgadamente, claro) dejando, al mismo tiempo, muy tranquilo a Cerpa Cartolini, que era uno de los principales dirigentes en el sindicato correspondiente, cuyo fin de vida es ampliamente conocido dada su valía en la estructura jerárquica del MRTA. Entonces, un desalojo altamente violento de la fábrica Cromotex debió ser evitado, pero no puede hacerse responsable solo a Bedoya (que era el abogado de Mussiris, dueño de la empresa), sino, también, a los que exacerbaron el ánimo de los obreros.

¿Hasta cuándo se insistirá en la villanía de justificar todas las acciones del bando con el que uno simpatiza solo por esa razón? Por otro lado, es interesante que esto sucediera, precisamente en plena realización de la Asamblea Constituyente que no pocos de los izquierdistas de aquellos tiempos detestaban aun en el seno de la misma institución asambleísta. Critica, autocrítica y más crítica, siempre.

Asimismo, no faltan ni faltarán los que denuncien la debilidad de Bedoya cuando supo las turbias actividades de su hijo Luis Bedoya de Vivanco junto a Montesinos. En este caso, la conducta de los “críticos” aquí nominados exhibe no solo la impiedad sino el puritanismo en boga de no pocos termocéfalos, ¿acaso querían que él mismo flagelara a su hijo y lo depositara dentro de la cárcel para que puedan afirmar que actuó conforme a los estándares enfermizos que le exigen a todos en este mundo siempre y cuando no sean partícipes de sus argollas?
Por supuesto, el viejo derechista debió quedarse callado o ser más duro y cabal, pero esa debilidad respecto de su hijo lo muestra mucho más humano y vulnerable que tanto censor y reprimido presumiblemente hipócrita que pontifica sobre moral todo el tiempo sin entender ni atender razones y argumentos. Este trance dificilísimo y vergonzoso que se derivó de la develación pública del vladivideo pertinente, por otro lado, reflejó, también, la precariedad criolla del buen Tucán pues no era un coloso, pero tampoco un desgraciado que iba a hundir aún más a su hijo solo porque así lo han dispuesto los inquisidores sin vida de siempre. Quizás, este extremo de no haber sido un desgraciado es lo más halagüeño que se pueda decir de un político peruano.

Hay que reconocer en el famoso líder pepecista, sí, un gran sentido de lo pragmático (que, paradójicamente, le jugó en contra pues le impido ser más visionario) y una acertada exaltación de las clases medias, pero nada más. Se podría decir que fue casi lo mismo que Belaunde aunque con más malicia y criollismo de por medio y mucho más carácter.
Tengo la impresión de que hubiera hecho un gobierno mucho mejor que cualquier gobierno del arquitecto, pero la gente tan negativa que ha tenido papeles más o menos importantes en el PPC los últimos treinta años acaso se hubieran empoderado de una manera mucho más grave que la de Kouri y CIA si el Tucán hubiera gobernado al país entero alguna vez, así que lo que no sucedió, en este caso, está muy bien que no haya sucedido. En todo caso, no se le puede endilgar a un hombre las consecuencias de las instituciones que haya fundado, pero sí se puede ver la calidad del legado que ha dejado.

Finalmente, el legado concreto de Bedoya no es demasiado brillante, pero es inconmensurable al lado de cualquier político de los últimos 30 años. Lo preocupante es por qué no han surgido políticos con mejores condiciones, talentos y aptitudes que asuman los puestos siempre vacantes de legítimos padres de la patria. Es muy necesario que se puedan cubrir todos estos puestos vacantes, pronto.

Además, debemos agregar que el último caballero de la política peruana partió de esta tierra un 18 de Marzo de hace tres años y la congoja que embargó a sus familiares y amigos aun cuando no pueda ser compartida por todos sí debería ser objeto de reflexión por todos los que se muestran interesados en la política no solo como un atajo a la cumbre del lobbysmo y el confort a costa de la integridad y la moral sino como una manifestación de la actividad más importante a la que un buen ciudadano se puede dedicar luego de haber asumido una responsabilidad cívica plena.

Piénsese en todo esto en tanto se desea que el legado público del buen Tucán pase a mejores manos..
¡Pax Vobiscum!

Comentarios
Continue Reading

Libertad bajo Palabra / Percy Vilchez Salvatierra

Retrato de un antireferente social a la deriva

Lee la columna de Percy Vílchez Salvatierra

Avatar photo

Published

on

Catilina era como Fouché, pero encontró a su máximo crítico en Cicerón, que lo destruyó. El otro se supo mover con más sigilo y ese acaso sea su mayor mérito.

Sobre los hombros de Catilina y Fouché no puede edificarse nada sino las heces de una nación. Sin embargo, sin alcantarillas, ninguna entidad moderna se sostiene. Es decir, acaso la existencia de gente como ellos sea necesaria y hasta funcional, pero no sirven para fundar una nación, sino un club de ladrones o una sociedad bien organizada para delinquir a todo dar.
Todo esto no significa que los grandes hombres no sean, también, grandes maliciosos que hacen y deshacen todo tipo de negocios, pero no solo son eso.

En este sentido, Roma fue César, pero también, Cicerón…e, incluso, Catilina.
El Perú, en cambio, no es ni una cosa ni la otra aunque proliferan émulos tácitos de Fouché que ni siquiera saben de la existencia del retorcido francés y seguidores inconscientes de Catilina (los que son legión).

El Perú, ante esta circunstancia, solo sigue muriendo y no hay ni homenajes ni ejemplares individuos que enaltezcan y superen a los grandes tribunos del pasado que nunca llegaron al poder (acaso una exhibición del ensañamiento de la fortuna contra el país entero), pero que tuvieron óptimas condiciones personales para ejercer el gobierno. Y esto es doblemente grave porque fueron muy pocos los merecedores de este honor (es obvio que el país siempre tuvo un déficit de grandes hombres, etc.) y al ser tan pocos deberían ser enaltecidos, el doble, el triple…

Así, se ha pasado el 13 de Febrero sin que a nadie le importe Sánchez Carrión y este mismo 22 que ya casi acaba, sin que ni los apristas (mayoritariamente) hayan ensalzado a Haya de la Torre. Siendo que estas dos fechas deberían ser conmemoraciones de júbilo nacional, las ruinas actuales del país, no hallan una mejor fundamentación que esta ignorancia y esta desidia que va a la par del encumbramiento de tipejos que no deberían servir ni siquiera como operadores políticos, pero que asumen no solo cargos públicos, sino, incluso, de representación en la estructura de sus propios “partidos”. ¡Anathema!

Tal es así que podemos indicar sin exagerar que una de las mayores desgracias nacionales es que cualquiera llega a ejercer el poder sin tener ningún talento para tales funciones
Si se atribuye todo esto al favor de los dioses y no se advierte que todo esto es solo el ensañamiento de todos ellos no solo contra el país sino contra los supuestos favorecidos, no se ha entendido absolutamente nada. Véase, sino, el destino final de los presidentes del presente siglo.

P.S.
Fouché era genial (aunque repudiable, al mismo tiempo), pero no era un hombre como Mario o Sila. Entiendo porque le fascina a mucha gente medianamente instruida, pero ni la misma Francia se habría levantado teniéndolo al frente. Lo que es curioso porque no se habría levantado sin tenerlo en las catacumbas.

Acaso sea necesaria la presencia de gente como Fouché, pero no constituye ni puede desearse que constituyan a una nación.

Comentarios
Continue Reading

Libertad bajo Palabra / Percy Vilchez Salvatierra

Once Upon a Time in Hollywood: Nadie es invencible

Lee la columna de Percy Vílchez Salvatierra

Avatar photo

Published

on

En “Once Upon a Time in Hollywood” se sugiere que Alí habría matado a Bruce Lee si hubieran peleado alguna vez. Al parecer, el mismo Bruce habría dicho algo en ese sentido. Objetivamente, solo si Bruce hubiera dominado el Dim Mak (como un Tanaka, según “Bloodsport”) o algún golpe letal semejante, podría haberle hecho daño al gran campeón inmortal de los pesos pesados del box.

Pero, nadie es invencible y, así, en la realidad, Alí nunca le dio la revancha a Foreman por “The Rumble in the Jungle” (Kinshasa, 30 de Octubre de 1974). De haberlo hecho, George lo habría matado…

En la película de Tarantino, Cliff Booth dice que si un tipo como Bruce peleara contra Alí, sería un cadáver en cuestión de minutos y no solo aniquila totalmente la jactancia del actor chino-estadounidense sino que hasta le da a probar el sabor de uno de los vehículos del set contra el que hace volar al capo artista marcial.

Pero, detuvieron la pelea. De haber seguido, el volumen y poder físico del otro habrían auspiciado no los mejores resultados para Bruce dado que alguien de peso inferior puede ganarle a otro más pesado si tiene un dominio mayor de las artes de la pelea, pero si los contendientes van más o menos parejos en técnica, el peso es decisivo y, por eso, existen las categorías en casi todas las artes marciales.

Volviendo al caso de Alí, que roza la maravilla pura, puesto que el solo hecho de haberse impuesto a Foreman, que había destruido a oponentes con los que Alí había sufrido para ganar o que incluso le habían ganado de forma durísima (el caso de Frazier es el más relevante y trágico), implica un ejercicio de pundonor e inteligencia pocas veces visto en un ring. Por ello debe decirse que su victoria sobre Foreman fue similar a las mayores proezas que ha cantado la épica ya que era tan imposible como matar a un dragón aún en el mundo de la fantasía.
Muy bien, Alí derrotó a Foreman con astucia y un enorme control mental, no fajándose de pe a pa como había pasado en su enfrentamiento con Frazier (quien le hizo mucho daño con su artillería dactilar). Dicho sea de paso, el modo en el que Foreman había acabado con el gran Smoking Joe (cuando todos gritaban que George detuviera la masacre porque parecía que iba a matar al campeón en el ring), solo hacia presagiar que Alí sino salía lisiado, por lo menos, se tendría que retirar del boxeo. Es en ese punto en el que se da a notar la leyenda de aquel combate sobre el que se han escrito libros como The Fight (1975) de Norman Mailer (acaso el mayor documento literario boxistico de la historia) y se han hecho películas (p.ej. Ali -2001- de Michael Mann) al respecto.

En síntesis, Alí era incomparable y un gran boxeador, acaso el más grande de todos los tiempos, pero nunca más le dio la revancha a Foreman y el otro quedó tan estupefacto que, quizás, tampoco la pidió. Pero, con la lección aprendida y con el orden psicológico adecuado, a Alí no podría haberle ido mejor que a Frazier.

Todo esto no pasó, pero podría haber pasado. Tal vez, en esta hipotética revancha de “The Rumble in the Jungle”, Alí nos habría sorprendido con alguna nueva treta improvisada en el acto o quizás no.

En todo caso, larga vida a Alí y a Bruce, a Foreman y a Frazier que nos sirven para recordar, en este día y para siempre, que nadie es invencible.

Comentarios
Continue Reading

Libertad bajo Palabra / Percy Vilchez Salvatierra

Lima, Arguedas y Alegría

Lee la columna de Percy Vílchez Salvatierra

Avatar photo

Published

on

El 18 de Enero es un día complicado en la historia de Lima. Tal es así que no pocos se preguntan si hay algo que celebrar en esta fecha habida cuenta que el centralismo capitalino es uno de los más grandes lastres que padece el país desde el punto de vista de la administración pública y la política. Además, otros tantos contraponen a la fundación española de Lima, el nacimiento de José María Arguedas, como si fuesen dos realidades inconciliables.

Se enfrentan, así, dos formas de entender el Perú que no son edificantes ni concluyentes y se dejan de lado muchas cosas. Se olvida, por ejemplo, que, un día como hoy, pero en 1883, Lima estaba bajo el poder execrable de los invasores chilenos debido a una traición de Piérola que evitó la arremetida de Cáceres sobre la turba sureña alcoholizada luego del incendio de Chorrillos.

Se olvida, también, a los héroes de la resistencia de Miraflores. Se olvidan los vicios de Lima y la gran crítica que formula en su contra Thorndike en “El Año de la Barbarie”, a caballo entre el burdel y el convento, el sahumerio y la cocaína, etc.

Se olvida como Lima ha encumbrado y aun encumbra a los grandes negocios al margen de la ley y las grandes mecidas de los más grandes corruptos y, al mismo tiempo, destruye a sus poetas más notables y los sepulta como si fueran cualquier desperdicio en una secuencia ininterrumpida que va desde Martín Adán hasta Carlos Oliva.

En lo particular, cada uno de estos temas da mucho que pensar, pero debo señalar algunos elementos de crítica respecto de Arguedas y el aniversario de su nacimiento.

Evidentemente, el desarrollo de este problema requiere una cierta extensión que no voy a realizar ahora, pero sí puedo adelantar que se ha sobredimensionado a Arguedas por puro utilitarismo político.

A Ciro Alegría, en cambio, se le ha soslayado siguiendo la misma pauta de valoración política antes que literaria, aunque con un resultado inverso. He allí un equívoco y una injusticia. Además, una canallada.

Sin duda, Arguedas es un escritor más o menos importante en la tradición narrativa peruana (siempre muy alicaída en líneas generales), pero no es por eso que se le celebra sino por una cierta idea de peruanidad que no se puede compartir salvo que se asuma la derrota como un factor definitivo. Él mismo no puede ser un modelo de lo que debe ser un peruano. Sensible, sí, pero débil. Patriota, sí, pero con la vista puesta demasiado abajo y en el pasado. Tenía fe en cambiar el mundo, pero escogió una opción inviable para todo aquel que sea un genuino amante de la libertad.

Amaba al país, o a cierta idea de país, pero desestimaba la completud del mismo. En este punto, se debe oponer a Chocano, cuya visión integradora otorga más bríos a la identidad nacional. Pero, claro, los enclenques (como los vocingleros de las redes que no aguantan un round en ninguna parte ni pueden escribir un artículo de oposición salvo ligeras proposiciones pseudoinsultativas) son legión en el Perú y no pueden enaltecer a un individuo fuerte y de carácter por lo que deben recurrir perennemente a alguien más dolido y digno de conmiseración.

Alegría, por otro lado, es mucho más valioso que Arguedas no solo por la calidad poética de su prosa* sino que fue, tanto en el nivel de las obras como en lo personal, un tipo mucho más entero cuya obra sí debería ser puesta en primer plano en el imaginario colectivo puesto que es mucho más edificante ya que presenta una forma de vida mestiza menos triste y vencida que la arguediana, pero su tendencia política, acaso más escéptica y lúcida, provoca resquemores y se hace imperdonable. También, se enumera en su contra que haya sido aprista pese a que dejó ese partido en 1948, cuando ya no se podía hacer mucho por él.

Me sorprende, solo en este sentido, la ceguera de la intelligentzia nacional que no ha hecho de un libro como “El Mundo es Ancho y Ajeno”, ¡vaya título sublevante!, una carta de indignación fundamental entre otras cosas.

Respecto del 489 aniversario de Lima solo cabe apuntar que no existe ninguna necesidad más primordial que restarle hegemonía a la capital para que la descentralización sea una posibilidad concreta y no el embuste que es en gran parte en la actualidad y para que la democracia sea al fin una realidad.

El Perú debe dejar de identificarse con Lima pues hasta ahora lo que se enaltece en una fecha como esta es un pasado totalmente inexistente y no las múltiples variaciones de una Lima que dejó de ser “limeña” cuando el desborde popular y la irrupción de las barriadas en el mapa de la tres veces coronada Ciudad de los Reyes.

Claro está que este último propósito deberá ser realizado por políticos genuinamente pensantes y no por los vacuos exponentes del gobierno presente como López Aliaga y todos sus adláteres.

*”El nombre del perro se entendía, pues era más gris que Wanka, ¿pero el de ésta? Sin embargo, nadie preguntó al Simón la razón de ese apelativo. Él mismo, tal vez, la ignoraba. Wanka fue una aguerrida tribu del tiempo incaico. LA PALABRA, ACASO, LE BROTÓ DEL PECHO COMO BROTA UNA ESTRELLA DE LA SOMBRA. “Wanka”, dijo con el acento que habría podido emplear para decir: “He allí un bravo destino”. Y no hay que extrañarse de que fuera así, tratándose de un perro”.

Ciro Alegría. Los Perros Hambrientos (II Historias de perros).

Comentarios
Continue Reading

Libertad bajo Palabra / Percy Vilchez Salvatierra

Recordando a Pablo Macera, tras cuatro años de su muerte

Hace cuatro años, falleció Pablo Macera. En esa ocasión escribí, ni bien me enteré de la noticia, unas reflexiones que aún considero vigentes y por eso las comparto ahora, en el aniversario de su muerte.

Avatar photo

Published

on

Es difícil pensar el Perú, peor aún es esforzarse por su transformación o por encauzar su dirección (su falta de dirección). Quienes lo intentan, generalmente, pagan caro esa osadía, esa vanidad, esa voluntad de sacrificio (según el carácter y la intención de cada uno). Macera en su debilidad errática (anterior, aún, a su inclusión en el Fujimorismo) representa, como pocos, varias de las consecuencias que lleva amar al Perú y no poder hacer nada con él ni por él. ¡Paz a sus huesos!

Es muy importante ver en la muerte de Macera una gran posibilidad para atender a la larga lista de personalidades cuyo paso a la Historia se ha frustrado por propia mano, pero añadiéndole la carga de una desgracia particular, debida, quizás, a la estructura de beneficios (escasos) y maltratos (innumerables) que el Perú brinda a sus intelectuales. Por ello, en sus años de senectud, en lugar de ser un anciano venerable que orientase al país y a los gobiernos que se iban turnando decidió servir al fujimorismo en el período en el que este movimiento político ya no tenía ni siquiera la ambición utópica de engendrar una justificación, es decir, el tercer periodo del Fujimorato, el más arbitrario de aquella mediocre dictadura.

Acaso haya creído, en cierto arrebato falsamente taumatúrgico, que Fujimori nunca iba a dejar el poder y por eso quiso entrar allí para iluminar al autócrata que solo se supeditaba a la bestia montesinista. Error carísimo, desde luego, pero que en nada es incoherente con sus ambiguas presuposiciones antidemocráticas. Recuérdese que fue durante años una especie de oráculo de la izquierda más radical del país, aunque ilustrada, claro, Por lo tanto, su viraje hacia el autoritarismo, con ansias o visos de perpetuidad, dispuesto en el inicio del siglo XXI por Alberto Fujimori debió parecerle ideal para mostrarse como un estadista y ese fue su gran error.

La otra posibilidad de su viraje es el aseguramiento económico y las ansias de disfrutar del poder, ambos hechos que no resultan distantes de lo propuesto en el párrafo anterior ni le restan nada a sus móviles, pues es humano procurar lo mejor para cada uno, aunque no necesariamente a costa de la ética. Por eso, inicie este texto reflexionando sobre cómo se truncan los destinos de aquellos con posibilidades de pasar a la Historia en nuestro país.

Lo interesante es que nunca abjuró de sus acciones, ni las explicó en ensayos ni artículos pese a que esta era una posibilidad muy concreta para alguien de su oficio y talento. Tampoco expuso en alguna entrevista o comentario público una explicación exhaustiva de su conducta, acto soberbio o testimonio tácito, acaso, de su vergüenza.

Por otro lado, Macera parecía poder escribir sobre cualquier tema. No en vano fue uno de los últimos discípulos de Porras Barrenechea, entre los que, también, destacó, un famoso Premio Nobel, el único peruano hasta la fecha. En todo caso, sus horizontes culturales le facilitaban usar la pluma para adentrarse en distintas áreas del conocimiento humano. En general, la historia, el arte y la política, no le fueron para nada ajenas. En lo particular, la historia peruana republicana y prehispánica, la pintura andina y el arte amazónico tampoco estuvieron lejos de su vista. En este sentido, podría decirse que fue un renacentista, mas sus oscilantes convicciones e ideas políticas extremas, apenas aligeradas en su vejez, lo configuraron como uno de los intelectuales más severos de la segunda mitad del siglo XX.

Seguro sus defensores dirán que su paso por el fujimorismo no opacó su lucidez. Indudablemente, estamos de acuerdo con este punto de vista, pese a que hemos señalado que ese paso fue un error tremendo, pero ese gesto en concordancia con su ideología previa, izquierdista y radical, ilustran la normalidad de su supuesto cambio de camino.

En todo caso, es una pena su fallecimiento porque era inteligente, pero es una lástima que en los últimos años no haya tenido una participación activa en el debate público. Es, también, una pena que no haya llegado a ser el maestro y orientador del país que pudo llegar a ser tal cual se correspondía con sus condiciones y facultades. Tanto por la desfachatada falta de seriedad y de enfoque que le endilgaron sus contemporáneos pese a su demoledor talento argumentativo (un par de páginas de “El Pez en el Agua” ejemplifican este punto muy bien) como por su paso por los predios fujimoristas, nunca pudo legar al Perú la “obra” que se esperaba de sus dones naturales, al igual que tantos otros grandes prospectos intelectuales y tampoco pudo constituirse en el mandarín intelectual y moral que la sociedad peruana echó y echa de menos.

Su final no solo nos recuerda las infinitas distancias que existen entre el Perú y los grandes imperios y naciones que hubo en el mundo como Roma, por ejemplo, donde un Pablo Macera tranquilamente podría haber sido una suerte de Padre de la Patria, en tanto que aquí solo fue un escritor al que no se le pueden rendir mayores honores pese a haberse dedicado a pensar el Perú como muy pocos. Considero que este detalle último es más trágico que cualquier pérdida física.

(Texto incluido en 200 IMÁGENES CRÍTICAS DEL PERÚ ANTE EL BICENTENARIO (LA VERDAD OCULTA) de PERCY VILCHEZ SALVATIERRA)

Comentarios
Continue Reading

Libertad bajo Palabra / Percy Vilchez Salvatierra

Elogio de una mujer cuyo nombre es sinónimo del Cielo

Mi madre ha cumplió 66 años y es una genia a la que no le he rendido todos los homenajes que merece así que empiezo ahora mismo.

Avatar photo

Published

on

En todo el tiempo que llevamos juntos hemos tenido una relación que solo se puede comparar con el océano, bello a veces, a veces borrascoso, siempre sobrenatural. Y dado que no soy marino ni buzo, siempre ha sido como un misterio y creo que no me he atrevido a mirar a mi madre a fondo en el curso de todos estos años. No sé a qué le tendría miedo o lo sé muy bien lo que para este caso viene a ser lo mismo.

En tanto que, en relación al carácter, en apariencia, soy cercano a mi padre, he descubierto, sobre todo, tras algunos meses de convivencia en familia, gracias a la pandemia, que mis sentimientos, mi rebeldía y hasta ciertas formas de entender el mundo tienen absolutamente todo que ver con mi madre.

Le debo todo, por otro lado, y, seguramente, habrá mil formas mejores para poder apreciar y enunciar lo que una buena madre significa para un hijo pero para mí, ahora y siempre, su solo nombre ha sido el sinónimo absoluto del Cielo…y como el cielo siempre ha compendiado todas las posibilidades de la emoción más pura, el color más claro, la calma más divina y la tormenta más tremenda.

Creo que, sin dos o tres impulsos fundamentales realizados por mi madre, seguramente, sería un tipo mucho más ordinario. Por ejemplo, algo de lo más grande que hizo por mí y que siempre voy a encumbrar en mis recuerdos es que me haya inscrito en dos cursos hermosos que, a la postre, serían mis únicos contactos con el arte hasta que ya estuve grande y me las busqué por mí mismo. Me refiero a las clases de cerámica y expresión corporal que llevé en el verano de 1990 en el Museo de Arte de Lima. Sin esa experiencia no habría robustecido al artista que siempre llevé dentro de mí, quizás en el lado más honesto y puro que tengo. Esos cursos maravillosos me hicieron creer que era un escultor y un actor pero lo más bonito es que íbamos solo los cuatro, mi madre y mis hermanos, y éramos felices en ese momento hasta que al término del año siguiente todas nuestras vidas dieron un vuelco inmenso y no hubo más arte ni serenidad por largo tiempo.

Francamente, es por ella que he estudiado todo lo que he estudiado desde una perspectiva académica o profesional. Es decir, que todo lo que he leído y escrito desde una óptica no académica es por mi cuenta y no hubiera requerido ir a la universidad para satisfacerme. De hecho, los miles de libros que he leído y las miles de páginas que he escrito fueron realizados 

solo para satisfacer mi apetito de conocimiento y sabiduría, pero todo lo que corresponde a mis títulos profesionales y posgrados, ha sido hecho por y para mi madre.

Sucede que mi madre no pudo estudiar más en su época de juventud, por mil razones y problemas que no vienen al caso referir, y hubo algo así como un mal entendido respecto de esa circunstancia, pero no existe ningún problema, mi madre es genial. Entonces, yo estudié todo lo que he estudiado para demostrar que mi madre también podría haberlo hecho y esa ha sido una manera de agradecerle y de mostrar que soy capaz de sacrificarme por las personas que amo porque, la verdad, siempre me aburrí en los predios universitarios y aun en la maestría última que acabé hace unos años. De hecho, debo confesar que me matriculé en ella no solo para aprender la parte operativa del ejercicio gubernamental, la administración pública, y porque, al fin, vivía bajo un cierto orden y porque vale bastante tener una credencial académica cuando uno está en esta disciplina, pero, sobre todo, para que mi madre esté orgullosa y para que sepa que su sangre lo puede todo y porque estoy muy orgulloso de ser su hijo.

Mi madre es cristiana y aprista y muy crítica con esas dos pasiones tanto así que no deja que cualquiera se meta, de mala onda, con ellas, aunque sea la primera en criticar lo que debe ser criticado. Es brava, cuando quiere. De hecho, cuando está molesta es terrible y hace correr a cualquiera pero cuando está en paz es una santa. Desde que es abuela de Domenica es más santa que otra cosa pero, como a toda santa, el demonio de la cólera la tienta cada cierto tiempo y casi me dan ganas, pese a mi desdén de la teología, de agradecerle a Dios que ya no se desate más.

Gracias, madre amada, Isabel Salvatierra, por la vida y por la música, por tus sueños y por tus manos, por tu dureza y tu calidez. Gracias por todo. Te amo y aunque tengo mucho que escribir basta esto por hoy. Sigamos celebrando… Y recuerda que aún hoy para mí, tu solo nombre (mamá Isabel) es un sinónimo absoluto del Paraíso.

Comentarios
Continue Reading
Advertisement

LIMA GRIS TV

PUBLICIDAD

PRNEWS

PARTNER

 

CONTACTO

Síguenos en Twitter


LIMA GRIS RADIO

Trending