Christian Wolff: biografía de este filósofo alemán

Christian Wolff: biografía de este filósofo alemán

Wolff es uno de los filósofos alemanes más importantes de la Historia. Veamos por qué.

Christian Wolff

Christian Wolff (1679-1754) fue un filósofo y matemático alemán de corte racionalista, que destacó en el contexto histórico de la Ilustración, un movimiento tanto cultural como intelectual, especialmente activo en Alemania, Francia e Inglaterra.

Este movimiento apostaba por el conocimiento y su difusión como herramientas esenciales para crear un mundo mejor en todos los sentidos.

En este artículo encontrarás una biografía de Christian Wolff; hablaremos de sus orígenes, sus estudios, trayectoria… sin olvidarnos de su pensamiento, su filosofía, sus obras y sus grandes contribuciones al campo del saber.

Biografía de Christian Wolff

Christian Wolff (1679-1754), de nombre completo Christian Freiherr von Wolff, fue un filósofo alemán que nació en Breslau (Silesia, Polonia), el 24 de enero de 1679, y que falleció en Halle el 9 de abril de 1754, a la edad de 75 años.

Este intelectual perteneciente a la Ilustración puede ser definido como idealista, sistematizador y popularizador de la filosofía del filósofo Leibniz; de hecho gran parte de su trabajó se centró en difundir e interpretar la filosofía de ese pensador. También trabajó como profesor y pasó por diferentes universidades

Por otro lado, Wolff influyó, años más tarde y de manera notoria, en las ideas racionalistas del famoso filósofo Immanuel Kant.

La corriente ideológica de Christian Wolff fue racionalista, según la cual el conocimiento puede ser alcanzado por medio de la razón como actividad desligada de la realidad material que nos rodea, y sus ideas estaban influenciadas, a su vez, por el filósofo y matemático René Descartes. Por otro lado, su método científico acabó nutriéndose, en gran parte, de las matemáticas, ya que además de filósofo Wolff también era matemático.

Origen y estudios

Christian Wolff fue hijo de un artesano. Estudió teología luterana (una rama del cristianismo) y filosofía en la ciudad polaca de Breslau, su ciudad natal. Posteriormente, en 1699, Wolff empezó a cursar otro tipo de estudios (física y matemáticas), esta vez en una ciudad alemana: Jena.

Tres años más tarde, en 1702, se trasladó a Leipzig para doctorarse, un año más tarde, en filosofía. Su tesis de doctorado fue Philosophia practica universalis mathematica methodo conscripta.

Además, obtuvo la cátedra de matemáticas en la Universidad de Halle, pocos años después (en 1706), en gran parte gracias a las recomendaciones de su compañero Gottfried Leibniz, filósofo y matemático alemán. En dicha universidad trabajó como profesor de matemáticas y filosofía natural.

Polémica: el choque de sus ideas con la religión

Christian Wolff generó controversia con su pensamiento; concretamente, una de sus obras, Oratio de Sinarum philosophica practica (1721), que trataba sobre la filosofía de los chinos, desató la polémica. A raíz de esta obra, muchos compañeros, profesores de Teología, le acusaron de ser ateo, y por esta razón lo destituyeron dos años más tarde de la publicación de la obra mencionada.

Sin embargo, no es cierto que fuese ateo, y así lo desmintió Christian Wolff con otra de sus obras: Theologia Naturalis, donde expone la importancia de Dios como ser perfecto y real.

Trayectoria intelectual

La vida siguió adelante, y a raíz de lo sucedido, Christian Wolff fue desterrado de Prusia. Sus obras, además, se prohibieron en 1723. Por suerte, Wolff fue acogido por el Landgrave Hesse-Kassel.

Empezó a dar clases en la Universidad de Marburgo, hasta 1740. Ese mismo año, Federico II de Prusia (también llamado Federico II el Grande), tercer rey de Prusia, lo llamó, y a raíz de ello volvió a Halle (ciudad alemana). Cuatro años más tarde, en la Universidad de ahí, fue nombrado canciller, y dos años después, se le otorgó el título de barón. Christian Wolff permaneció en Halle hasta su fallecimiento.

Obra y pensamiento

La obra de Christian Wolff es extensísima, y llegó a publicar hasta 67 títulos, organizados en 23 volúmenes, sólo entre los años 1703 y 1753. Sus obras estaban escritas tanto en alemán como en latín.

Por otro lado, para que entendamos el pensamiento y la filosofía de Wolff, su trabajo se centró en divulgar e interpretar la filosofía de Leibniz. Fueron Leibniz y Descartes, las dos figuras más relevantes que influyeron en el pensamiento de este filósofo.

Concretamente, ellos le inspiraron para crear su método filosófico, que tenía una orientación matemática. Por otro lado, el pensamiento de Christian Wolff era racionalista, lo que quiere decir que consideraba la razón como fuente principal del saber, aunque eso no quita que fuera creyente.

Una de sus obras más relevantes fue Lógica: Pensamientos racionales sobre las fuerzas del entendimiento humano (1728), basada en su idea sobre la sociedad, que siguió la corriente del despotismo ilustrado.

Más allá de este libro, estas son algunas de sus obras más relevantes:

  • Philosophia practica universalis, mathematica methodo conscripta (1703)
  • Dissertationes pro loco (1703)
  • Aërometriae elementa, in quibus aliquot aëris vires ac propietates iuxta methodum geometrarum demonstratur (1708)
  • Elementa matheseos universae, IV vols. (1713-1715)
  • Lexicon mathematicum (1716)
  • Cosmologia generalis (1731)
  • Psychologia empirica (1732)
  • Psychologia rationalis (1734)

Otras aportaciones

En cuanto a sus aportaciones, Wolff también desarrolló un teleologismo metafísico (una rama de la metafísica que estudia los propósitos de los objetos o los seres), a través del cual explicó la conexión universal y la armonía del ser como fines establecidos por Dios.

Otra de las aportaciones de Christian Wolff fue la de sistematizar y reavivar la escolástica, una corriente filosófica y teológica medieval, que utiliza parte de la filosofía clásica para entender el cristianismo.

Además, Wolff desarrolló su propio método filosófico, que era un método deductivo y racionalista, a través del cual sostenía que todas las verdades de la filosofía, se reducían a las leyes de la lógica formal.

Finalmente, no debemos olvidar la gran difusión que realizó Wolff de ciencias más “alejadas” de la filosofía, tales como: las matemáticas, la física, la química, la botánica…

Referencias bibliográficas:

  • Fazio, M (2002). Historia de la filosofía III: Filosofía moderna. Palabra.
  • Gilson, É. Y Langan, T. (1967). Christian Wolff. Filosofía moderna. Buenos Aires-Barcelona. pp. 192-202 y 542-550.
  • Komar, E. (1962). La virtud de la prudencia en la ética de Christian Wolff. Sapientia. pp. 89-111.
  • Wolff, Ch. (2000). Pensamientos racionales: Acerca de Dios, el mundo y el alma del hombre, así como sobre todas las cosas en general (Metafísica Alemana). Edición de Agustín González Ruiz. Editorial: Akal.

Graduada en Psicología por la Universitat de Barcelona, con Máster en Psicopatología Clínica Infantojuvenil por la Universitat Autònoma de Barcelona. Especializada en Trastornos del Neurodesarrollo. Actualmente trabaja como Psicóloga infantil en la Associació Catalana del Síndrome X Frágil. Autora del libro "Vivir de memoria" (Editorial Círculo Rojo, 2018). Aficionada del deporte y la lectura.

Psicólogo/a

¿Eres psicólogo?

Date de alta en nuestro directorio de profesionales

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese