La Policía centra la investigación del robo en Transcom en las cámaras de seguridad y el personal laboral

Inicialmente habría registros de entrada en la zona de estacionamiento así como en el acceso a las oficinas.

Es en estas «múltiples grabaciones» en las que los agentes centran sus investigaciones si bien, y de forma paralela, se trabaja en la posibilidad de que los ladrones tuvieran un 'contacto directo' con el personal laboral.

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A ese extremo se ha llegado por el conocimiento de la zona de oficinas en la que los ladrones actuaron y en la ausencia de duda a la hora de elegir los objetivos (ordenadores y caja fuerte).

A las zonas en las que el botín se encontraba se encaminaron de forma directa, sin duda alguna, por lo que ese nivel de conocimiento solo es posible para alguien que conoce de primera mano las instalaciones o ha tenido acceso a información directa.

El último empleado abandonó las oficinas de Transcom en esa jornada a las 22.30 horas y la primera voz de alarma llegó a las 6.30 horas, cuando el personal de limpieza llegó a las oficinas.

En medio las imágenes de los ladrones con el carrito de limpieza llevándose los ordenadores. Según la representación laboral el robo podría haber tenido un botín de unos 100.000 euros (la estimación inicial lo extendía hasta los 300.000) con cerca de 30.000 euros en metálico.