ARTELOPE - Ficha

REY SIN REINO, Tragicomedia, EL



DATOS BIBLIOGRÁFICOS

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Título

Título: REY SIN REINO, Tragicomedia, EL. Procedencia: Parte 20 (1625); P2; final del Acto III

Autoría

Autor: Félix Lope de Vega y Carpio. Fiabilidad: De autoría fiable

Peregrino

Citado en El peregrino I: No
Citado en El peregrino II:

Parte

Parte XX (1625)

Manuscrito

No consta

Otras ediciones del siglo XVII

No consta

Colecciones modernas

*Ref. bibliográfica: VVAA: Teatro Español del Siglo de Oro (Base de datos de texto completo publicada en CD-ROM). ProQuest LLC, Chadwyck-Healey, 1997.

Ref. bibliográfica: Menéndez Pelayo, M., ed.: Obras de Lope de Vega publicadas por la Real Academia Española. ( 15 vols.). Madrid, RAE, 1890-1913. VI (BAE, CXCI).

* Edición utilizada

Ediciones singulares modernas

No consta

Versiones y traducciones

No se conocen

Bibliografía secundaria


- Korpás, Zoltán. "Húngaros en obras de Lope de Vega: las fuentes históricas del drama El rey sin reino". Anuario Lope de Vega. núm. 5. p. 119-138. 1999.

- Malkievics-Strzalkowa, Maria. "La question des sources dans la tragi-comédie de Lope de Vega El rey sin reino". Polska Akademia Umiejetnosoi, Archivum Neophilologicum. núm. 2. p. 26. 1950.
Nota: vol. 3.

- Pelorson, J.M.. "Lope de Vega et Alonso de Contreras. Une mise au point à propos de El Rey sin reino". Bulletin Hispanique. núm. 3-4. p. 253-276. 1970.
Nota: vol. 72.

- Sâmbrian-Toma, Oana Andreia. "La imagen de Transilvania en El prodigioso príncipe transilvano y El rey sin reino de Lope". Cuatrocientos años del Arte Nuevo de hacer comedias. En: Actas selectas del XIV congreso de la AITENSO. Valladolid: Universidad de Valladolid. 2010. p. 947-956.

- Sâmbrian-Toma, Oana Andreia. "Un producto del Arte nuevo:El rey sin reino de Lope y la imagen de Juan de Huniades". El "Arte nuevo de hacer comedias" en su contexto europeo: congreso internacional, (Almagro, 28 - 30 de enero de 2009). [Cuenca]: Universidad de Castilla-La Mancha, Servicio de Publicaciones. 2010. p. 195-206.
Nota: Serie: Corral de comedias; 27.

- Sâmbrian-Toma, Oana Andreia. "In hoc signo vinces: representación y escenificación de las cruzadas en el teatro de Lope de Vega". Huerta Calvo, Javier. Monstruos de apariencias llenos. Barcelona: Grupo de investigación Prolope. 2012. p. 149-166.
Nota: Sobre: El cerco de Santa Fe, La campana de Aragón, El sol parado, El rey sin reino y La Santa Liga.


ANOTACIONES PRAGMÁTICAS

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Datación

Fecha: 1597-1612, probablemente 1599?-1612?
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 390, 595.
Nota: MB en la p. 390 la fechan entre 1599-1612 y en la p. 595 entre 1597 y 1612.

Dedicatorias

Al "Capitán Frey Alonso de Contreras, caballero del hábito de San Juan."
Observación: Alonso de Contreras, en sus Memorias, publicadas por M. Serrano y Sanz (Nueva Biblioteca de Autores Españoles, XI, XVVII-XVIII) refiere: "Lope de Vega, sin haberle hablado en mi vida, me llevó a su casa diciendo: ‘Señor capitán, con hombre como vmd. se ha de partir la capa’. Y me tuvo por su camarada más de ocho meses, dándome de comer y cenar, y aun vestido me dio. ¡Dios se lo pague! Y no se contentó con eso, sino que me dedicó una comedia, en la veinte parte, del Rey sin reino, a imitación del testimonio que me levantaron con los moriscos" (cifra CR, 490).

Cómputo de versos

Número: 2972
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 389.


CARACTERIZACIONES

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Personajes no computables

  • Acompañamiento
  • Alabarderos
  • Gente
  • Guardias y guardas
  • Músicos
  • Soldados
    Observación: Soldados turcos y guardas con alabardas y arcabuces.

  • Personajes computables

  • Alberto, su hayo [del rey de Hungría]; que actúa de [Villano]. Nota: En el Acto II cambia su ropa por el gabán pardo de un pastor, Belardo.

  • Alibeyo, turco

  • [Ama], [ama del niño rey]. Nota: Aparece un ama con un niño cubierto con un tafetán y puesta una corona.

  • Amurates, turco, [capitán]

  • [Bandera]

  • Belardo, villano

  • [Caja]

  • Capitan

  • [Casimiro], Rey de Polonia, [hermano de Ladislao]

  • Clenardo , criado, [embajador]. Nota: En la obra aparece como noble embajador húngaro.

  • Conde Palatino

  • Criado [del emperador]

  • Criado [del rey de Polonia]

  • [Criados de Elisa] (2)

  • Elisa, reina de Hungría, [madre del niño rey]

  • Elpina, villano

  • Federico, emperador

  • Felicia, criada de Rosimunda

  • Filipo, criado, [noble embajador húngaro]. Nota: En la obra aparece como noble embajador húngaro.

  • Guarda

  • Isabela, madre de Matías, [viuda de Juan Huniades]. Nota: Aparece de luto.

  • Jorge Pogebracio, [caballero bohemio], [Georgio]

  • Juan Huníades, [noble húngaro], [famoso capitán], [viejo]

  • Ladislao, [hijo de Huníades], [hermano de Matías]. Nota: Sale con rodela.

  • Licino, soldado

  • Lucindo, villano niño, niño

  • Matias, hijo de Huníades. Nota: Sale con rodela.

  • Meceto, turco

  • Paje [de Rosimunda]

  • Príncipe, su hermano [del rey de Polonia], [Ladislao], [protagonista]; que actúa de [Pastor]. Nota: Aparece vestido "de camino". Hay dos personajes llamados Ladislao en la obra.

  • Rey de Hungría, niño [Ladislao], niño [recién nacido] [y después muchacho de quince años], [sobrino de Federico, protagonista]; que actúa de [Villano]. Nota: Sale con "un tafetán, y puesta una corona". No contabilizamos dos personajes puesto que de recién nacido es difícil que aparezca algún actor. También se llama Ladislao. En el Acto II cambia su sombrero, capa y espada por el gabán pardo de un niño villano, Lucindo.

  • Roan, lacayo, lacayo [del conde de Cilia]. Nota: Aparece en el Acto III vestido "de camino" y con un pliego de cartas. Después, con rodela.

  • Rosimunda, [dama], [hija de Jorge]

  • Segismundo, [caballero]

  • Severo, [tesorero del emperador Federico]

  • Soldado

  • Solimana, [dama turca]

  • [Ulrico] Conde de Cilia
  • Universo social

  • Universo de la guerra. Capitanes
  • Universo de la nobleza. Alta nobleza
  • Universo de las religiones. Turcos
  • Universo del poder soberano. Príncipes
  • Universo del poder soberano. Reyes
  • Universo rural. Villanos
  • Tiempo histórico

    Edad Media
    Nota: La acción se sitúa en las primeras décadas del siglo XV, en la época del rey de Hungría Ladislao V llamado "el póstumo", y del Emperador Federico III (1415-1493) del Sacro Imperio.

    Marco espacial

    Acto 1
    Topónimo: lugar indeterminado. [Polonia]. Europa. Espacio: interior del palacio real.
    Topónimo: Imperio Germánico, [Alemania]. Europa. Espacio: interior del palacio real; interior del palacio de la reina de Hungría.
    Topónimo: Buda, [Budapest]. [Hungría]. Europa. Espacio: exterior de la iglesia de San Esteban; interior de la iglesia de San Esteban.

    Acto 2
    Topónimo: Imperio Germánico, [Alemania]. Europa. Espacio: interior del palacio real; montes.
    Topónimo: Viena. [Austria]. Europa. Espacio: interior del palacio real.
    Topónimo: Sofía. [Bulgaria]. Europa. Espacio: jardín en la ciudad.
    Topónimo: Bulgaria. Europa. Espacio: campo de batalla a las afueras de Varna.

    Acto 3
    Topónimo: Viena. [Austria]. Europa. Espacio: interior del palacio real; interior de la casa de Jorge Pogebracio; exterior de una iglesia; exterior de la casa de Jorge Pogebracio.
    Topónimo: Nandoralba. [Hungría]. Europa. Espacio: puerto de la villa.

    Duración

    Obra: 15 años
    Entreacto 1 a 2: 7 años
    Entreacto 2 a 3: 8 años

    Género

    Género principal:

    • Drama > historial > profano > hechos famosos públicos > Europa.


    Observación: Este drama sobre Hungría reelabora hechos históricos con buenas dosis de invención. El joven rey Ladislao (Ladislao V llamado "el póstumo") no murió de la forma fabulosa que refiere el drama, sino que los nobles lo destronaron, prefiriendo como rey a Juan Huníades y luego a su hijo Matías (Matías Corvino, 1458-1490).

    Extracto argumental

    Acto 1
    En el palacio del rey de Polonia, el príncipe Ladislao, vestido "de camino", habla con su hermano el rey Casimiro, al que explica el porqué del matrimonio secreto que está a punto de contraer con Elisa, la viuda de Alberto de Austria, Rey de Hungría, Bohemia, y Transilvania; estando Elisa embarazada ya de cuatro meses a la muerte de su marido, por razones de estado los Húngaros lo han elegido por su nuevo rey con una condición: el hijo de Elisa, si es varón, será el futuro rey de Hungría, mientras que los hijos que pueda ella tener con Ladislao serán reyes de Bohemia y Transilvania. Llega entonces Juan Huníades, un noble húngaro y capitán famoso, ya anciano, a rendir homenaje a Ladislao; los dos hermanos lo tratan con todos los honores y lo sientan entre ellos. Al poco un criado anuncia la llegada a palacio de Jorge Pogebracio, noble bohemio; envidioso de Juan, por verle sentado al lado de los reyes, en un principio se niega a dar su embajada, pero después habla por ser ésta de malas noticias: la reina Elisa ha dado a luz un varón y, por miedo a que su futuro marido mate al niño, ha salido para Alemania pidiendo al emperador que lo críe como tío y negándose a ser mujer del príncipe de Polonia. Juan Huníades comenta que la reina debe de haber sido influenciada por los malos consejos del traidor Conde de Cilia, que querrá alzarse con la corona, y se ofrece a ayudar militarmente al príncipe Ladislao en la conquista del trono de Hungría.
    En Alemania, el emperador Federico comenta con su consejero Severo la decisión del pueblo húngaro de casar a Elisa con el príncipe de Polonia y su intención de pretender el trono de Hungría en caso de que la boda no se realice, cuando llega Elisa "con alguna gente, un ama con un niño cubierto con un tafetán y puesta una corona". En un largo romance, cuenta a Federico, hermano de su fallecido marido, el porqué de su venida: teme por su hijo recién nacido, porque a pesar de que el pueblo lo ha jurado por su Rey, es un obstáculo para las distintas facciones que luchan ahora en Hungría por la corona. Así, ha decidido llevarlo a su cuñado para que éste sea su tutor y regente de la parte de Austria que le toca al niño por herencia de su padre, a la espera de que crezca y recupere el reino de Hungría. Federico tranquiliza a Elisa acerca del niño: "Rey sin reino me le dais, / yo os le daré Rey con él"; Elisa entonces se va a descansar y Severo aprovecha para alegrarse de la situación y para sugerir a su señor la oportunidad de matar al niño, lo que abriría al emperador el camino hacia el trono de Hungría; pero Federico reacciona como monarca justo y piadoso, afirmando que es su deber proteger a los débiles y a los niños, so pena del castigo divino, "porque tomarle su hacienda / el mismo a quien la encomienda / es la mayor tiranía".
    En la Iglesia de San Esteban, en Buda, el príncipe Ladislao, acompañado por Pogebracio y Huníades, recibe el homenaje de los hijos mancebos de éste, Ladislao y Matías. El príncipe quiere que sus vasallos le juren como rey en esa misma iglesia, y, ya que la corona de los reyes de Hungría ha sido sustraída por la reina Elisa, propone que le coronen con la corona de oro de San Esteban, cuya estatua surge en una de las capillas del templo. Él mismo se la quita, con promesa de devolvérsela pronto, y los presentes le juran obediencia; el nuevo rey sin embargo sólo hace mercedes a Juan Huníades y a sus hijos, para mayor enfado de Jorge Pogebracio que se siente despreciado. En ello llega Licino soldado con la noticia de que el ejército turco al mando de Amurates amenaza a Hungría, reino sin rey para ellos; entonces el nuevo rey Ladislao reivindica su legitimidad jurando defender a Hungría mientras que el hijo de la reina Elisa llegue a la mayoría de edad; nombra general de la guerra contra los turcos al viejo Huníades, mientras él intentará recuperar a su esposa y alejarla de ese mal consejero que es el conde de Cilia.
    En la corte imperial, el Conde de Cilia Ulrico habla mal a la reina tanto del prometido de ésta como de Juan Huníades, achacándoles la misma ambición que lo corroe; en ello llega un cortesano con la noticia de que Ladislao ha sido coronado en Buda con la corona de San Esteban, y de que el turco Amurates ha entrado en Transilvania después de haber hecho las paces con el albanés Escanderbeg. Elisa y el conde no tienen tiempo de comentar estas noticias, pues a continuación un criado anuncia la venida del mismo Ladislao, por lo que el conde se esconde detrás de una cortina. Ladislao intenta convencer a Elisa de que es injusto que ella se niegue a ser su mujer habiéndolo jurado. Ella contesta que ha sido forzada por sus vasallos y que ahora, habiendo parido un varón que puede heredar el reino, queda libre del juramento. Viendo que es imposible convencer a la reina, Ladislao estalla en palabras afrentosas contra el conde de Cilia por su influencia en Elisa; ésta defiende al conde por lo que Ladislao se va enojadísimo, jurando vengarse de él.


    Acto 2
    Han pasado siete años. En la corte imperial, el maestro del rey niño de Hungría, Alberto, le avisa de que sus sueños de gobernar Hungría no serán reales si no huyen, ya que su tío el emperador Federico está planeando matarlo para hacerse con su reino. Llega en ello Severo, el tesorero del emperador, y Alberto y el rey niño disimulan el tema de su conversación haciendo como que repiten una clase sobre la declinación de la palabra latina Regnum. Jorge Pogebracio, que acaba de hablar con el emperador, llega a homenajear al rey niño hablándole mal del tirano que le usurpa el reino (Ladislao); en recompensa de sus servicios, el muchacho le da unas monedas y le promete su reconocimiento. Sale al tablado después el mismo Emperador, repitiendo lo que ya había dicho Pogebracio: a pesar de los ruegos de Clenardo y Filipo, nobles húngaros embajadores del rey Ladislao, se niega a dar a su sobrino. Éste, aparentemente, aprueba la decisión de su tío; pero Severo, cuando se queda a solas con el Emperador, le advierte de que haga vigilar al rey niño, pues le parece muy despierto; si se fuera a Hungría, como lo piden sus vasallos, el Emperador ya no podría aspirar a ese reino. Mucho menos justo de lo que parecía en el primer acto, Federico agradece a Severo sus consejos y se promete conquistar a Hungría aprovechándose de los estragos que los Turcos operan en el ejército húngaro.
    En el palacio real de Hungría, Ladislao, hijo de Huníades, le cuenta a Elisa las victorias conseguidas por su padre contra los Turcos, y le dice que se siente feliz de saber que el papa ha arbitrado entre ella y el príncipe polaco Ladislao que ahora, aun sin estar casados, se llevan bien; el acuerdo prevé que Ladislao y su hermano Casimiro se casen con las hijas de Elisa, y que Ladislao sea tutor del niño rey hasta su mayoría de edad. Sin embargo, comentan que el emperador no quiere devolver al niño, lo cual despierta sospechas en Elisa. Mientras hablan, Elisa se siente mal y se cae al suelo. Acude rápidamente el príncipe que pide socorro al comprender que su Elisa ha sido envenenada, hecho del que se siente inocente, pero ella se muere llamándolo traidor. Mientras Ladislao llora por la repentina muerte de la reina, llegan embajadores del Gran Turco para entregarle el tratado de paz entre él y Amurates, en el que ambos se comprometen a no luchar durante diez años. Ladislao firma las treguas, que vienen con fecha de 1412.
    La acción se desplaza al campo, donde dos pastores, Belardo y Elpina, discuten acerca del oficio que deberá aprender el niño Lucindo; tras esta breve escena cómica, salen al tablado el rey niño y su ayo Alberto, que van huyendo de los soldados que los buscan; al encontrarse con Belardo, Elpina y Lucindo, intercambian su ropa con ellos a cambio de su silencio. Al llegar los soldados guiados por Severo, no los reconocen y les piden que los acompañen ya que son del lugar, para poder encontrar más fácilmente a un viejo con un niño.
    Mientras tanto, en el palacio real de Hungría, el príncipe Ladislao se prepara para atacar a los turcos, a pesar de haber firmado la tregua y en contra de los consejos del viejo Huníades.
    Lejos de allí, en los jardines de su palacio en Costantinopla, Amurates está cortejando a Solimana pensando estar en paz durante diez años, cuando oye ruido de cajas. Incrédulo, debe convencerse al final de lo que le refiere un cortesano: el rey de Hungría ha quebrantado la tregua, ha pasado el Danubio y ha entrado en Sofia. Amurates se prepara otra vez para la guerra.
    Mientras, Severo refiere al emperador Federico que sólo han encontrado en su cacería a un viejo pastor con su hijo y los presenta a Federico, que reconoce enseguida a su sobrino y al viejo Alberto. Su enfado es muy grande, y no remite ante las disculpas y las razones que le da el rey niño; quiere matar a Alberto, pero el niño interviene en su defensa.
    En el campo de batalla de Varna, el ejército turco se enfrenta al ejército cristiano guiado por Ladislao; antes de acometer, Amurates saca del pecho el papel firmado por el rey húngaro, quejándose al Dios de los cristianos del perjuro cometido. El efecto de estas quejas es inmediato: a continuación se ve al rey Ladislao herido, que reconoce su derrota y el motivo de ella: "Herido vengo de muerte: / el cielo me ha castigado / el perjuro de su nombre". Con sus palabras se cierra el segundo acto.


    Acto 3
    Han pasado ocho años. En la corte de Viena, Jorge Pogebracio está hablando con un capitán de lo sucedido en este tiempo: sólo la habilidad guerrera de Huníades ha mantenido al Turco lejos de Hungría, que ha quedado sin Rey desde la muerte de Ladislao, porque el Emperador se ha negado a restituir al joven rey hijo de Elisa (que también se llama Ladislao), hasta que por fin ha tenido que dejarlo y se apresta a llegar. En ello, "Salen con música y acompañamiento los que pudieren, y Juan Huníades y sus hijos Ladislao y Matías, el Conde de Cilia, y detrás debajo de un palio Ladislao". El joven Ladislao recibe los homenajes de Juan Huníades dándole las gracias por su incansable defensa del país y, en premio de ello, lo nombra conde de Bistricia. Al mismo tiempo, reconociéndose incapaz, con sus quince años, de gobernar un reino tan amplio, nombra como gobernadores a Huníades para Hungría, a Jorge Pogebracio para Bohemia, y a su tío el conde de Cilia para la parte de Austria que le corresponde. Huníades agradece al rey sus mercedes y le pide permiso para retirarse a sus estados, pues se siente ya viejo y cansado; en cambio, promete dejarle a sus hijos Ladislao y Matías a los que, antes de marcharse, imparte algunas enseñanzas esenciales y profetiza que "el nombre que os he ganado / se verá presto aumentado / por el uno de los dos". Habiéndose quedado solos Jorge Pogebracio y el conde de Cilia, éste manifiesta sus planes siniestros: quiere quitar de en medio a los dos hijos de Huníades para controlar mejor al joven rey, y pide a Pogebracio, que tiene una hija hermosa, que atraiga con ella a Matías para que éste deje solo a su hermano y sea más fácil matarlo. Pogebracio consiente y se va a hablar con su hija. Llegan en ello, siempre juntos, los dos hermanos Huníades, y al encontrarse con el duque de Cilia disimulan el desprecio que éste les produce, pues, como comentan luego a solas, es y siempre ha sido un gran traidor. Justo entonces llega un paje de Rosimunda, la hija de Pogebracio, con un billete para Matías, que, aunque incrédulo, decide seguir al paje alejándose de su hermano, que en vano trata de disuadirlo. En ello llega un correo, antiguo criado de Ladislao que ahora sirve al conde de Cilia, y que lleva una carta de éste para su suegro: sospechoso, Ladislao regala cien escudos al criado para que le deje ver la carta, por la que descubre las intenciones homicidas del conde para con él y su hermano.
    La escena se desplaza a las habitaciones de Rosimunda, donde la joven acaba de confesar a Matías que el billete que recibió era fingido, un pretexto de su padre para atraerle y matarle; pero que ella, movida a compasión, siente amor verdadero por él y por esto ha decidido revelarle el peligro que lo acecha. Agradecido, Matías jura que se casará con ella para recompensarla de lo que ha hecho por él, y se va a socorrer a su hermano pues entiende que está también en peligro.
    Mientras, Ladislao se enfrenta al conde de Cilia pidiéndole razón de su carta y de su traición; meten mano y, al verlos pelear, un capitán y unos alabarderos acuden y socorren a Ladislao, matando al Conde al que nadie quiere. Ladislao huye justo cuando llega su hermano Matías.
    El Rey, al enterarse de la muerte del Conde, se enfada y manda matar a Ladislao; sin embargo Jorge Pogebracio le aconseja disimular en vez de vengarse enseguida, y el Rey decide ir a ver a Huníades en sus territorios.
    Matías, antes de huir de la Corte, pide a su hermano que lo acompañe a despedirse de Rosimunda; Ladislao accede de mala gana, pues teme a sus enemigos. Matías y Rosimunda, que aparece a una ventana, se despiden glosando la copla "Puesto ya el pie en el estribo" (la misma que se glosa en el III acto de "El caballero de Olmedo" en la despedida entre Alonso e Inés).
    El Rey ha llegado a los territorios de Huníades donde es recibido con todos los honores por el conde Palatino, suegro de Ladislao Huníades, y por la madre de éste y de Matías, Isabela, que llega vestida de luto pues Juan Huníades acaba de morir, y pide al Rey que le dé la muerte a ella si sus hijos en algo le han ofendido. Conmovido, el Rey le asegura haber ya perdonado a Ladislao y Matías, y jura solemnemente no hacerles daño: antes, los invita a la Corte adonde él está a punto de volver. Cuando el Rey se va, salen de su escondite Ladislao y Matías, y su madre les refiere las palabras del Rey; aunque les recuerda un consejo de su padre: que no vayan a ninguna parte juntos, porque, pensando en el ausente, nadie osará hacer daño al hermano presente. Ladislao y Matías sin embargo no acaban de decidirse sobre quién de los dos debe ir a la Corte, y desechan el consejo decidiendo ir ambos.
    En su palacio, el rey, acompañado por el conde Palatino, Jorge Pogebracio y Segismundo, está decidiendo su próxima boda con la hija del rey de Francia, cuando llegan ante él Ladislao y Matías; pero el rey les niega su cara y se va tratándolos de traidores. Los dos hermanos comprenden que han caído en una trampa y tratan de huir, cada uno por una de las puertas al fondo del tablado, pero vuelven atrás porque "las puertas... están tomadas". Un Capitán con sus soldados sale a prenderlos, y a llevarlos a dos distintas prisiones.
    En sus habitaciones, Rosimunda se está quejando porque esa noche ha soñado un sueño agorero, cuando entra su criada Felicia a darle la noticia de que acaban de cortar la cabeza a Ladislao en la plaza de Palacio, por traidor, y que al día siguiente a Matías le espera la misma suerte. Rosimunda decide escribirle al Rey una súplica para su amado.
    En palacio, los nobles informan al Rey de la muerte de Ladislao y le enseñan su cabeza cortada ("Descubran un paño, y en él la cabeza de Ladislao, puesta en el plato como se suele hacer"). A tal vista, el Rey se estremece, viendo en lugar de la cabeza a un gigante con la espada en la mano que se dispone a matarlo: arrepentido por haber faltado al juramento, pide perdón a Dios y muere en el acto. Jorge Pogebracio manda que lleven a Matías a su casa, pues quiere pedir a su madre un rescate por él, y convoca a los nobles para que elijan al nuevo rey.
    Rosimunda se está desesperando por la suerte de su amado cuando los soldados se lo meten en casa, dándole a ella el cargo de su alcaide. Bien feliz, Rosimunda acoge a Matías; enseguida llega Jorge Pogebracio cansado porque en la elección del nuevo Rey hay gran desorden y diferencia de opiniones. Jorge sienta a Matías a su mesa, con él y su hija, y mientras comen los cortesanos le traen un papel; Jorge lo lee y Matías teme que se trate de su condena a muerte, por lo cual pide conocer su contenido. Jorge dice que se lo dirá si primero da la mano de esposo a su hija; Matías lo hace y Pogebracio le tiende el papel, en el que Matías lee que los nobles lo han elegido rey de Hungría. Todos irrumpen en la habitación para rendirle homenaje, y con los vivas al nuevo rey se cierra la obra.


    OBSERVACIONES A LA OBRA

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