La guerra de los Rose, por Jordi Basté

La guerra de los Rose

Opinión

El independentismo votado y, por tanto, democrático es un 52 por ciento, y eso significa una mayoría absoluta. La misma democracia dice que los más votados en el 2017 y en el 2022 fueron Ciudadanos y el PSC, dos partidos, el primero antindependentista y el segundo no independentista. Eso simboliza que los partidarios de separarse de España son mayoría, pero la realidad muestra que esa misma mayoría estan separados entre ellos. Separados y divorciados, que es peor.

El espectáculo patético del independentismo empezó después de octubre del 2017 con la ruptura (otra) entre Carles Puigdemont y Oriol Junqueras y, en ese momento, la revolución de las sonrisas se transformó en la fiesta mayor de la acidez. Descabezado por una justicia española más cercana a Vox que al PP, como han demostrado Villarejo y sus grabaciones, el independentismo que manda intenta proclamar la independencia cada uno con su tribu, y en alguna de esas tribus, bandas desarmadas donde se reparten carnets de botiflers e impuros. Son los que pretenden organizar la república catalana, sea con proclamaciones unilaterales desde el Parlament o desde el sofá escribiendo tuits y esperando retuits. Un grupo que probablemente llenaría el pasaje Marimon en lugar del paseo de Gràcia.

El independentismo intenta proclamar la independencia cada uno con su tribu

Y, en medio de este resquebrajamiento, aparece la manifestación de la Diada, el brillante nexo de unión histórico de todo el independentismo, pero convertido este año en La guerra de los Rose. Se ha decidido que el negro sea el (acertado y sintomático) color corporativo de la camiseta que ha lanzado para este Onze de Setembre la ANC, una ANC que acaba su manifiesto sobre la manifestación del domingo escribiendo: “La ANC buscará los máximos apoyos para la propuesta de una lista cívica formada por personas dispuestas a implantar el mandato del 1 de octubre”. Es decir, política sin políticos. Y después de este punto final decidió el president Pere Aragonès apartarse de la manifestación.

La manifestación de la ANC del pasado 11 de septiembre

La manifestación del pasado 11 de septiembre

Xavier Cervera

A pesar de todo, no conozco ningún independentista del 52 por ciento que haya dejado de serlo pese a los ingentes esfuerzos de los protagonistas políticos por aniquilar el pasado. La noticia, al cierre de esta edición, es que no se haya enviado a todos literalmente a la mierda, la versión escatológica de la papelera de la historia.

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