Daniela Alatorre

Retiro: La fuerza y potencia de la compañía femenina llega a las salas de cine

Daniela Alatorre

Retiro: La fuerza y potencia de la compañía femenina llega a las salas de cine

Daniela Alatorre

Retiro: La fuerza y potencia de la compañía femenina llega a las salas de cine

28/05/2022 - 12:00 am

Retiro, es una ventana a otras formas de vivir el feminismo. En esta ocasión, desde una pequeña comunidad donde sus mujeres hacen un retiro religioso año con año para recargarse de mucha fuerza femenina de la mano de otras de sus integrantes.

Ciudad de México, 28 de mayo (SinEmbargo).- La fuerza femenina vista a través de la vida y experiencias de tres generaciones diferentes de mujeres es retratada en Retiro, un documental de Daniela Alatorre que llega a salas de cine.

El filme explora la intimidad de Marina, Zoila y Perla; abuela, hija y nieta. Tres generaciones que mantienen en común el amor por su familia y el ímpetu por resistir y reafirmar su independencia en medio de las duras costumbres de un ámbito machista, y en donde un retiro espiritual al Santuario de Atotonilco, Guanajuato, se convierte en su ruta de escape para encontrarse consigo mismas.

“Empezar la película para mí fue una especie de indagación, mi pregunta era: ¿Cómo una mujer que viene de un contexto rural, que viene de una familia con una estructura muy tradicional y muy convencional en términos de género, tiene esa fortaleza, de dónde surge ésta?”, se cuestionó Daniela Alatorre, quien se encontró que como Marina, a quien ya conocía, existen “muchas mujeres de las familias mexicanas en contextos rurales que de alguna manera, aún en estructuras patriarcales, son el centro y el pilar de la familia”.

“Luego el tema de la sabiduría que era una sabiduría ajena a mí porque era una sabiduría muy del campo, sin idealizar la vida del campo porque es muy dura, pero sí con un conocimiento de la vida y de la tierra distinto del que tengo yo, entonces quería entender de dónde venía esa fortaleza, entender cómo se transmite de generación en generación y por supuesto ir con Marina y con Perla que tenían años de ir al retiro”, comenta Alatorre en entrevista con SinEmbargo.

Los prejuicios de la documentalista tuvieron que apaciguarse cuando al iniciar la travesía de acompañar a Marina a su viaje, ésta le dijo: “Mi casa es tu casa, pero ésta es la mía”, que la ayudó a comprender lo importante que era ese lugar sagrado para ella.

Daniela llegó sin vendas y con los ojos bien abiertos para explorar y comprender qué era lo que ahí sucedía en ese retiro que reúne a cerca de 3 mil mujeres año con año.

“Me di cuenta que a la par de lo que estaba sucediendo en las ceremonias otra cosa sucedía en los pasillos, cuando estaban las mujeres esperando la cola para bañarse, en la noche, cuando estaban en el comedor, que era como un acompañamiento muy poderoso de mujeres con mujeres, una hermandad, una compañía femenina que es sanadora, que es poderosa y que es necesaria en esta búsqueda de la autonomía”, cuenta.

Perla y su abuela, Marina. Foto: No Ficción
Foto: No Ficción

Esta misma experiencia es confirmada por Perla, la más pequeña de la dinastía, que con 15 años entendió que más que ser un retiró meramente religioso, era un acercamiento al ser mujer.

“Todas tenemos muchas ganas de salir de este sistema, de esto que tenemos y hemos estado viviendo, pero no todas tenemos las mismas oportunidades de salir, de alzar la voz, de decidir. […] Estas mujeres se juntan para hacerse saber lo que sientes, contarse lo que habían pasado en el año. Era su momento, su semana para desahogarse, para decir cómo se sienten, qué es lo que quieren y tal vez regresan a la rutina, pero llenas de fuerza, recargadas, como cuando llenas la pila del teléfono. […] Pequeños cambios que tal vez nosotros no podamos notar, pero que ellas internamente seguro llevan algo, una enseñanza”.

Ese retiro es definido como ese lugar que les da “fortaleza una vez al año”, y Daniela estaba dispuesto a explorarlo, no era un lugar detenido en el tiempo donde la religión apremia sobre todo, pues en su camino encontró un contraste entre estas mujeres que siguen manteniendo ese viaje a la par que, desde su propia trinchera, intentan seguir con su lucha, desde distintas posibilidades y tiempos que marcaron su presente.

Como en el caso de Perla, que aunque creció acompañada de costumbres que ponían el derecho de la mujer en segundo lugar, ella, a diferencia de su abuela Marina o su madre Zoila, tenía otros oportunidades, como el estudio y la libertad de forjar su propio futuro.

“A pesar de que hay tres generaciones diferentes, en algún punto hay una conexión. El poder entender que no quiero lo mismo que ellas, pero que gracias a ellas tengo estas ideas que me ayudaron a construir la mujer que soy. Comprender que tal vez entre sus deseos tampoco fue ser lo que fueron, aunque seguramente ahora lo disfruten”, reflexiona Perla que ahora tiene la oportunidad de estudiar antes de si quiera pensar en casarse.

Foto: No Ficción
Foto: No Ficción

El documental entonces se vuelve esa mirada a la intimidad de estas mujeres, su día a día, sus pensamientos, su motivación por seguir adelante, pero sobre todo es la muestra de las luchas, sin ser pequeñas o grandes, desde un contexto rural. Lejos de las manifestaciones feministas en las grandes ciudades o desde un privilegio.

“La reflexión de cada una de nosotras de lo que significa ser mujer, de los grupos de mujeres, es una reflexión que se da en las ciudades, se da en contextos académicos, pero no se da sólo ahí, se da también en los contextos rurales, se da dentro de las familias. […] Para mí era muy importante visibilizar que este es un proceso compartido a pesar de que sea desde la diferencia, desde una profunda diferencia, yo creo que sí, creo que esta compañía femenina es mucho más poderosa si la entendemos desde la diferencia”, señala Alatorre.

Retiro, filme realizado también con un equipo de mujeres detrás con Natalia Almada, Elena Fortes y Abril López Carrillo desde la producción y Sonia Sánchez en la edición, llegará a salas de cine de Ciudad de México, Coahuila, Colima, Cuernavaca, Estado de México, Guadalajara, Morelia, Nuevo León, Puebla, San Miguel de Allende y Tepoztlán.

“Es una película yo he hecho desde los efectos, donde te sientes acogido. Es una película donde hay un cierto cariño, no es una película que busca emitir juicios, dar respuestas, sacar conclusiones, sino provocar más preguntas, provocar discusiones y discusiones al rededor de las maternidades, la vida rural, los grupos de mujeres y de la fuerza y potencia de la compañía femenina”.

Foto: No Ficción