Crítica de 'Rosalie', la nueva película de Stéphanie Di Giusto | Mindies

Cine

Rosalie

Stéphanie Di Giusto

2023

Por -

‘Rosalie’ (2023), la segunda película de Stéphanie Di Giusto después de su ópera prima ‘The Dancer’ (2016), explora la vida de una mujer excepcional en el contexto rural de la Francia de 1870. La cinta se inspira en la historia real de mujeres barbudas que desafiaron las convenciones sociales y los estándares de belleza imperantes en su época.

La protagonista, Rosalie, interpretada por Nadia Tereszkiewicz, sufre una condición conocida como hirsutismo, que provoca un crecimiento excesivo de vello en su cuerpo, incluido el rostro. Obligada a ocultar su peculiaridad durante años, Rosalie decide liberarse de las ataduras sociales al contraer matrimonio con Abel, un dueño de café interpretado por Benoît Magimel.

En un principio, Abel se siente traicionado por el padre de Rosalie, quien no le reveló la condición de su futura esposa antes de concertar el enlace. Sin embargo, lejos de avergonzarse, Rosalie abraza su singularidad y propone exhibir su barba como una atracción en el café de Abel, con la esperanza de atraer más clientes.

A medida que avanza la trama, Di Giusto explora las reacciones de la pequeña comunidad rural ante la presencia de Rosalie. Inicialmente, los habitantes del pueblo manifiestan curiosidad y cierta fascinación por la joven barbuda, pero pronto surgen voces disidentes que consideran su apariencia como una afrenta a las normas sociales.

Uno de los personajes clave en esta dinámica es Barcelin, el acaudalado dueño de la fábrica local, interpretado por Benjamin Biolay. Inicialmente desaprueba la conducta de Rosalie, pero luego cambia de parecer motivado por intereses económicos. Esta fluctuación en las actitudes de los personajes refleja cómo la intolerancia puede propagarse como un virus dentro de una comunidad.

A través de la lente de Di Giusto, ‘Rosalie’ se convierte en una parábola sobre la aceptación de la diferencia y la lucha contra los prejuicios. La directora explora cómo las normas sociales y los ideales de belleza femenina pueden oprimir a quienes no se ajustan a ellos, obligándolos a ocultar su verdadera identidad.

No obstante, más allá de su discurso sobre la tolerancia, ‘Rosalie’ también se presenta como un estudio íntimo de la aceptación personal. La protagonista, lejos de avergonzarse por su condición, la abraza con valentía y determinación, desafiando las miradas inquisidoras de quienes la rodean.

En este sentido, la película se adentra en terrenos más profundos, explorando cómo tanto Rosalie como Abel luchan por aceptarse a sí mismos y superar sus propios complejos. Abel, por ejemplo, carga con las cicatrices físicas y emocionales de su pasado en la guerra, lo que influye en su percepción de la belleza y la normalidad.

A medida que la trama avanza, Di Giusto nos muestra cómo, a pesar de las adversidades, Rosalie y Abel logran encontrar un punto en común en su búsqueda por la aceptación mutua. Esta dinámica se desarrolla de manera sutil, sin caer en el didactismo o el optimismo ingenuo, sino explorando las complejidades inherentes a las relaciones humanas.

Desde el punto de vista técnico, la película destaca por su cuidada dirección de arte y su exquisito diseño de vestuario, que recrean con fidelidad la atmósfera de la época. La fotografía de Christos Voudouris, con sus planos generales y tomas prolongadas, invita al espectador a sumergirse en el entorno rural y a detenerse en los detalles que componen cada escena.

La interpretación de Tereszkiewicz como Rosalie es otro de los puntos fuertes de la cinta. La actriz logra transmitir la determinación y la gracia de su personaje, sin caer en estereotipos o exageraciones. Su actuación, complementada por la sólida entrega de Magimel como Abel, aporta una dimensión humana y emotiva a la historia.

No obstante, ‘Rosalie’ no está exenta de debilidades. En su último acto, la película parece sumergirse en complicaciones argumentales y giros melodramáticos que, si bien pretenden elevar la tensión, pueden resultar forzados y distraer del verdadero núcleo de la historia.

A pesar de estas puntuales debilidades, ‘Rosalie’ logra ser una propuesta sólida y accesible dentro del género del drama romántico de época. Su mensaje sobre la aceptación de la diversidad y la celebración de la individualidad encuentra eco en las preocupaciones actuales, sin caer en el sermón o la simplificación.

Di Giusto demuestra habilidad para abordar temas complejos desde una perspectiva humana y emotiva, invitando al espectador a reflexionar sobre los prejuicios y las normas sociales sin perder de vista la conexión con los personajes y sus luchas internas.

En definitiva, ‘Rosalie’ es una película que merece ser vista y debatida, no solo por su exploración de un caso singular en la historia, sino por su capacidad de trascender esa singularidad para abordar cuestiones universales sobre la aceptación, el amor propio y la búsqueda de la felicidad en un mundo que a menudo intenta encasillar y oprimir lo diferente.

Joven teleco que escribe sobre grupos y pelis guays. Woods y Frankie Cosmos me molan mucho.

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