Kyril de Bulgaria y su vida en Londres: financiero de alto nivel, apasionado de la física cuántica y de los veranos en Mallorca

El príncipe de Preslav será el padrino de su hija Mafalda, que se casa este sábado en Mallorca con Marc Abousleiman.
Kyril de Bulgaria trabaja en Londres como consultor financiero.
Kyril de Bulgaria trabaja en Londres como consultor financiero.Getty Images

Kyril de Bulgaria (57) vivirá este sábado uno de los días más emocionantes de su vida. Su primogénita, Mafalda, se casa este 28 de mayo en Mallorca con su novio desde hace varios años, Marc Abousleiman. El enlace será por lo civil y en la más estricta intimidad por deseos de la pareja, y sin duda, los padres de la joven, Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal, disfrutarán al máximo del día más importante de su hija mayor.

Kyril de Bulgaria viaja a menudo a España para ver a su hija Mafalda.

GCH/GDG/GSR

El príncipe de Preslav y duque de Sajonia vive de manera discreta en Londres desde hace casi tres décadas. En la City londinense trabaja como consultor financiero de alto nivel y allí nadie le conoce por sus títulos sino por su nombre: Kyril Sajonia-Coburgo-Gotha y Gómez-Acebo. A sus 57 años, el segundo hijo de Simeón de Bulgaria y Margarita Gómez-Acebo ha elegido mantener un perfil bajo de cara a la prensa y son contadas las ocasiones que aparece en algún evento.

En la capital británica ha encontrado su lugar y allí le gusta moverse en bicicleta, igual que hace cuando viaja un par de veces al mes a Madrid. En Londres cuenta con amigos de la alta sociedad y mantiene una buena relación con familiares del príncipe Carlos, como su prima Helen Windsor, hija de Eduardo, duque de Kent y su esposa, Katherine, duquesa de Kent, y bisnieta del rey Jorge V y la reina María, con la que tiene trato habitual. Fue precisamente en Londres donde Kyril de Bulgaria encontró de nuevo el amor tras su separación de Rosario Nadal en 2009. Se trata de Katharine Butler, una exitosa empresaria que gestiona una empresa de alquiler de bicicletas en el corazón financiero de la ciudad, a la que conoció en 2018 a través de un amigo en común con el que Kyril estudió en Princeton.

Kyril de Bulgaria y su pareja Katharine Butler en 2019 en Mallorca.

Chema Clares

"No habla español. Nos presentaron amigos comunes en Londres, donde vivo. Estamos juntos desde hace un año y medio y le encanta Mallorca", decía el propio príncipe de Preslav en el verano de 2019 al recibir el premio Mallorquín del Año, momento en el que posaron juntos por primera vez. Butler, nacida en 1967, es hija del diplomático Michael Butler, antiguo asesor de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher. En el año 2000, Katharine contrajo matrimonio con un empresario suizo de prensa y con negocios inmobiliarios y juntos tuvieron un hijo, Tito, que hoy tiene 12 años. La pareja se separó siete años después de su boda y Katharine se quedó a vivir con su hijo en Waterston Manor, una lujosa mansión isabelina en el condado británico de Dorchester. De hecho, que se sepa, ahí sigue viviendo Butler pero ve a menudo a Kyril en la capital británica, donde el príncipe tiene fijada su residencia.

Rosario Nadal y Kyril de Bulgaria en la boda de don Felipe y doña Letizia.

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Mallorca lleva siendo desde hace 40 años el lugar de descanso de Kyril de Bulgaria, que lleva veraneando allí desde que era un niño y no dejó de hacerlo cuando conoció a Rosario Nadal, nacida en la isla. "Yo ya venía con mis padres de niño y a los 10 u 11 años hacía cursos de vela en Cala Nova. Luego pasamos varios veranos en Marivent con mis primos”, explicaba en 2019. Esos veranos jugando al tenis y practicando vela fue lo que le hizo entablar una gran relación con los hijos de don Juan Carlos y doña Sofía, sobre todo con la infanta Cristina -él y Rosario Nadal son padrinos de Irene Urdangarín- y la infanta Elena, más cercanas a él por edad que don Felipe, que tiene tres años menos que Kyril.

Aunque la isla balear -donde tiene una casa en la zona de Campos, en el interior- para él es su lugar en el mundo y asegura que “mis hijos, que siempre han vivido en Londres, cuando les preguntan de dónde son, dicen que mallorquines. Tengo una unión emocional muy fuerte”, también recuerda con cariño los viajes en caravana con sus padres y sus cuatro hermanos a finales de los años 70. “Fue poco antes de que yo fuera a la universidad. Estuvimos varias veces en Marruecos y en España por la costa y por los pueblos. Fue divertido y una forma increíble de conocer el país, muy útil para que unos niños tengan contacto con la realidad”, contaba el príncipe.

Hoy en día, Kyril sigue veraneando en la isla y ahí es habitual verle disfrutar de sus playas y de los deportes acuáticos, su gran pasión, que además comparte con su pareja. Les gusta hacer windsurf y paddle surf y por las noches disfrutan de la vida mundana de algunos lugares tan conocidos como el puerto de Palma o Puerto Portals.

Kyril de Bulgaria nació en Madrid, donde ha residido su padre desde que fuera exiliado de Bulgaria a finales de los años 40, y en la capital española iba en bicicleta cada mañana al Liceo Francés, donde muy pronto mostró su habilidad para el deporte, pero también para la aritmética y las matemáticas. En su infancia, junto a sus hermanos, le gustaba salir a hacer trekking, pero también a recolectar setas y a hacer esquí acuático en el pantano de San Juan, donde hoy sus sobrinos, Mirko y Lukas Sajonia, hijos de Kubrat de Bulgaria y Carla Royo-Villanova, siguen llevando a cabo esta afición acuática.

En 1982 Kyril terminó la escuela con honores en Matemáticas y se marchó a estudiar Física Teórica y Cuántica a la Universidad de Princeton, situada en Princeton, Nueva Jersey, en Estados Unidos. Allí vivió al máximo sus años universitarios y se implicó en los equipos deportivos del campus para graduarse Cum Laude en 1986 después de presentar su tesis. Pero la física pasó a ser simplemente su gran pasión y se dedicó al mundo de las finanzas. Trabajó como analista corporativo en Lehman Brothers en Nueva York y poco tiempo después fue ascendido y enviado a la oficina del banco en Londres. Desde entonces ha estado vinculado a la vida financiera londinense como miembro de la gestora GLG Partners, una de las más importantes del país. Como financiero al más alto nivel, Kyril participó activamente en las fusiones de Azucarera y Ebro, y de Domecq y Allied Lyons.

Los reyes eméritos en la boda de Rosario Nadal y Kyril de Bulgaria en 1989.

© EFE Album Online

Fue durante un fin de semana en Mallorca donde en 1985 conoció a Rosario Nadal. Después de varios años de noviazgo, el 5 de septiembre de 1989 se casaron en la capilla de Santa Ana del Palacio Real de la Almudaina, propiedad de Patrimonio Nacional. Entre los 400 invitados al enlace se encontraban los entonces reyes Juan Carlos y Sofía, las infantas Elena y Cristina, la princesa Irene de Grecia, los barones Thyssen, Juana de Saboya y Bulgaria (madre de Simeón), Víctor Manuel de Saboya, Pitita Ridruejo y el heredero al trono de Marruecos, Sidi Mohamed, que acudió acompañado del entonces príncipe de Asturias, que fue uno de los testigos de Kyril. 

Rosario, que tenía 20 años, estaba radiante con un vestido nupcial exclusivo de Gustavo Puente, ya que en aquellos años aún no se había convertido en musa e íntima amiga del italiano Valentino. Nadal llevó además una tiara de hojas de parra elaboradas con diamantes propiedad del rey Simeón y que se cree que perteneció a Eugenia de Montijo. Por su parte, Kyril, de 25 años, llevó un chaqué negro con chaleco y pantalones grises y lució un bronceado mallorquín envidiable.

La pareja vivió feliz casi dos décadas entre Nueva York y Londres, donde nacieron sus tres hijos: Mafalda, de 27 años; Olimpia, de 26, y Tassilo, de 20. La mayor hoy se dedica al mundo de la música y es la única con un perfil más público por su profesión. Olimpia estudió Bellas Artes y trabaja en el sector de la moda y el menor de los tres hijos estudia Física, siguiendo los pasos de su padre. “Mi padre ha sido un ejemplo difícil de seguir y lo digo ahora como padre. Es tan fácil darle todo a los niños pero hago un esfuerzo para enseñarles lo mismo que me enseñaron a mí: apreciar lo que tenemos y, sobre todo, que sean conscientes de que son unos privilegiados”, decía Kyril hace un tiempo.

El matrimonio anunció su separación en el año 2009.

Julian Parker/UK Press via GETTY

Pero después de deleitarnos con veranos maravillosos en Mallorca, donde era habitual verles practicar windsurf en sus playas, en 2009 el matrimonio anunciaba su separación después de meses de rumores de distanciamiento. Fue en octubre de ese año cuando el gabinete en Sofía de Simeón de Bulgaria confirmó su separación matrimonial. Ya había sorprendido que Kyril fuera solo ese verano al bautizo del quinto hijo de Marie Chantal Miller y Pablo de Grecia, del que fue su padrino, y tampoco apareció ese agosto por Mallorca. Tras su separación, la pareja puso en venta su casa de Redcliffe Square, una de las zonas más exclusivas de Londres.

Por su parte, Rosario Nadal, además de seguir siendo una de las mujeres más elegantes de España, está muy involucrada en proyectos de moda y arte como consultora en su empresa RSC Contemporary. Estudió en el Richmond College de la City y trabajó para Christie’s hasta fundar su propia empresa en 2001. Mantiene una relación con el artista albanés Anri Sala, con el que se le ha podido ver compartir veranos en Mallorca, donde en alguna ocasión, como en un concierto de su hija Mafalda, ha coincidido con Kyril y su pareja y han demostrado que siguen teniendo una relación cordial.

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