Kung Fu Zohra (2022), de Mabrouk El Mechri

Zohra, francesa de origen árabe, se enamora de Omar. Ambos inician un romance que va tan bien que dos meses después de conocerse emprenden una vida juntos. Cuando a Omar le empiezan a ir mal las cosas, comienza a cambiar, hasta el punto de que maltrata a Zohra. Un día trata de huir de él, pero tras meterse en un autobús cae inconsciente, por lo que le ingresan en un hospital, donde le dicen que espera un bebé. A partir de ese momento, Zohra renuncia a escapar de su violenta pareja, para que no la separen de su hija, pero aprenderá kung fu de la mano del maestro Chang Shue para defenderse de sus agresiones.

El realizador y guionista galo Mabrouk El Mechri logró que Jean-Claude Van Damme obtuviera las mejores críticas de su carrera con JCVD, donde el astro se interpretaba a sí mismo. Continúa en el terreno de las artes marciales con este film que sorprende al tratar con cierta profundidad la violencia machista, sobre todo advierte del peligro de que una relación idílica se convierta en un infierno cuando se atraviesan dificultades. Tiene mérito que el cineasta se permita numerosas secuencias de humor, y homenajear a las películas de kárate de hace unas décadas, sin que todo esto le quiten dramatismo al problema de los malos tratos.

Sabrina Ouazani realiza un buen trabajo en el papel protagonista, pues resulta convincente como madre capaz de cualquier sacrificio por su bebé, y sorprende en las secuencias de kung-fu, pues hasta ahora no había despuntado en el terreno de la acción. También está a un buen nivel Ramzy Bedia, pues refleja muy bien las dos caras de Omar, su personaje. El film habla sobre la dificultad de adquirir autoconfianza, tan necesaria para seguir adelante a la vida.