Klara Hitler

Klara Hitler
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NombreKlara Pölzl Hitler
Nacimiento12 de agosto de 1860
ciudad de Spital,
Austria Bandera de Austria
Fallecimiento21 de diciembre de 1907 (47 años) 
ciudad de Linz,
Austria Bandera de Austria
Causa de la muertecáncer de mama
Nacionalidadaustríaca

Klara Pölzl Hitler (Spital, 12 de agosto de 1860 - Linz, 21 de diciembre de 1907) fue una mujer austríaca cuya existencia alcanza celebridad por el hecho de haber sido la madre de Adolf Hitler, el líder fascista de la Alemania nazi.

Síntesis biográfica

Fue la mayor de los tres hijos sobrevivientes de Johann Baptist Pölzl y Johanna Hiedler, pequeños granjeros de la región.

Klara era nieta por vía materna de Johann Nepomuk Hiedler o Hüttler (patronímico que se aplicaba a pequeños propietarios rurales) quien había criado también a un sobrino llamado Alois, con quien ella se casaría después y tendría a su hijo Adolf Hitler.

Relación con Alois

Alois abandona la casa paterna a los trece años y se instala en Braunau, a donde había ido con el propósito de ser aprendiz de zapatero pero en respuesta a una campaña de reclutamiento a personas de las zonas rurales para empleos en la administración pública se une a los guardias de Aduanas de Servicio del Ministerio de Hacienda Austriaca y tras un constante ascenso en su carrera alcanzó el rango de Suboficial y comenzó a servir como inspector de aduanas en Braunau am Inn en 1875.

A los 39 años solicitó usar el apellido de su padrastro y con tres familiares en calidad de testigos, uno de ellos Johann Nepomuk Hüttler (hijo), el sacerdote accedió a modificar los registros y las autoridades civiles procesaron la decisión de la Iglesia, asignándole a Alois Schicklgruber un nuevo apellido que al ser asentado oficialmente se convirtió en Hitler sin que se tenga constancia exacta de por qué existió tal variación.

En 1876 contrajo matrimonio con Anna Glasl, una mujer catorce años mayor que él con una muy mala salud pero con una buena posición económica e importantes relaciones públicas. Hace venir desde la granja de la familia a Klara Pölzl, que tenía entonces dieciséis años para emplearla como sirvienta de la casa.

La mala salud de Anna y su edad no le permitían tener hijos por lo que Alois comenzó una relación sexual con la otra sirvienta de la casa, Franziska Matzelberger y Anna solicita la separación.

Franziska que ve en Klara un rival potencial insiste en que ella abandone la casa y la obliga a hacerlo en 1882, año en que nace su primer hijo: Alois Jr.

En 1883 muere la primera esposa (Anna) y Alois se une matrimonialmente a Franziska Matzelberger, quien dos meses después de la boda da a luz a su segundo hijo, en este caso una niña: Angela, futura madre de Geli Raubal.

Franziska, enferma de tuberculosis, muere un año más tarde.

Esposa de Alois Hitler

Alois invitó a Klara a volver a la casa para que le ayudara a cuidar a sus dos niños pequeños y comienza una relación sexual con ella, que se ve legitimada el 7 de enero de 1885, cuando la pareja contrae matrimonio, siendo necesario para ello una dispensa episcopal ya que entre ellos eran primos segundos.

Los tres primeros hijos del matrimonio (Gustav, Ida, y Otto) mueren a corta edad. El 20 de abril de 1889, Klara dio a luz a su cuarto hijo, Adolf Hitler y en 1894 tiene a Edmund que muere de seis años. Por último nace Paula en 1896 que si alcanzaría la mayoría de edad. Klara cría como a hijos propios a Alois Jr y a Angela.

En 1895, cuando Adolf Hitler tenía seis años, Alois se retiró del servicio al gobierno y estableció a la familia en una finca para criar abejas, cerca de Linz. Con un carácter autoritario, prepotente, dominante y severo, fue un padre distante, agresivo y violento. Konrad Heiden, autor del libro Der Fuehrer. escribe:

El padre de Hitler era un hombre viejo y de mal genio, crecido antes de tiempo, había librado una dura lucha con la vida, había hecho los sacrificios más duros y al final las cosas no habían salido de acuerdo a su voluntad.

Hitler comentó con Joseph Goebbels que su madre era: «La fuente de la bondad y el amor», mientras que su padre era «un tirano en el hogar».

Alois estaba muy interesado en que a su hijo Adolf le fuese bien en la vida ya que su otro hijo Alois Jr, había terminado en la cárcel por robo por lo que le golpeaba salvajemente si no hacía lo que le ordenaba. Hitler escribiría más tarde:

Después de leer un día a Karl May [un popular escritor de manuales para niños] que el hombre valiente no da ninguna señal de sentir dolor, tomé la decisión de no gritar la próxima vez que me golpeara y cuando llegó el momento conté cada golpe.
Después con orgullo le dije a mi madre: «Mi padre me golpeó treinta y dos veces.... y no lloré». [...]
Nunca amé a mi padre, pero le temía: era propenso a arrebatos y recurría a la violencia por lo que mi pobre madre siempre tenía miedo de mí.
Con apenas once años de edad me vi obligado a la oposición por primera vez en mi vida dura y decidí que así como mi padre podría estar decidido a realizar sus planes y propósitos concebidos para mi, yo sería del mismo modo persistente y recalcitrante al rechazar una idea que no me atraía en absoluto, o en todo caso muy poco. Yo no quería convertirme en un funcionario público... ni persuasión, ni argumentos serios hicieron ninguna impresión en mi resistencia, yo no quería ser un funcionario:.. no y otra vez no. Todos los intentos por parte de mi padre de inspirarme amor o placer por esta profesión con las historias de su propia vida lograron exactamente lo contrario. Bostezo y se me revuelve el estómago al pensar en sentarme en una oficina, privado de mi libertad y sin ser el dueño de mi propio tiempo.
Adolf Hitler, Mein Kampf (‘mi lucha’, 1925)

Klara Hitler, viuda

Alois Hitler murió el 3 de enero de 1903, Klara, que tenía entonces cuarenta y dos años, se mudó a un apartamento modesto en Urfahr, un suburbio de Linz, donde trató de mantenerse a sí misma y a sus hijos Adolf y Paula, con los ahorros de su esposo y la pensión recibida.

De acuerdo con William L. Shirer, autor de Auge y caída del Tercer Reich (1964), «la joven viuda era indulgente con su hijo, y aunque le amaba entrañablemente... hubo fricción entre ellos ya que Adolf continuó descuidando sus estudios».

Mi madre, sin duda, se sintió obligada a continuar mi educación, de acuerdo con el deseo de mi padre; en otras palabras, de ponerme a estudiar la carrera de funcionario. Yo, por mi parte, estaba más determinado que nunca a no emprender esta carrera.
Adolf Hitler

El último informe de la escuela acerca de Adolf Hitler, con fecha 16 de septiembre 1905, muestra calificación de «adecuada» en Alemán, Química, Física, y Geometría. En Geografía e Historia la calificación era «satisfactoria», siendo excelente en Dibujo a mano alzada por lo que su madre lo instó a aprender un oficio (dadas sus bajas calificaciones) pero el se negó afirmando que planeaba convertirse en artista, aunque su madre lo encontró difícil de manejar por sus bajos ingresos y porque se negaba a conseguir un trabajo.

A la edad de dieciocho años Adolf Hitler recibió una herencia a voluntad de su fallecido padre y con el dinero se trasladó a Viena, donde planeaba convertirse en estudiante de arte ya que tenía en alta estima sus habilidades artísticas pero sus ambiciones se hicieron trizas cuando la Academia de Arte de Viena rechazó su solicitud por falta de talento y la Escuela de Arquitectura de Viena porque no tenía certificado de educación secundaria.

Enfermedad y muerte

En 1906 Klara enfermó de gravedad. Según el Dr. Eduard Bloch:

Hitler colocan flores en la tumba de su madre.
Un día Frau Hitler vino a visitarme durante mis horas de oficina por la mañana, se quejaba de un dolor en el pecho, habló con voz tranquila, silenciosa, casi en un susurro, dijo que el dolor había sido grande, lo suficiente para mantener sus noches en vela, pero que se había descuidado en buscar ayuda médica porque había estado en extremo ocupada con su familia, que pensó que el dolor sería pasajero. Pero el examen mostró que Frau Hitler tenía un extenso tumor en el pecho.

Klara Hitler fue operada de cáncer de mama en febrero de 1907. Bloch informó a Hitler que la operación no había sido un éxito porque el cáncer se había extendido a otras partes del cuerpo y propuso el uso del desinfectante yodoformo que en aquel momento se creía que puesto sobre la herida supurante era el mejor tratamiento para el cáncer.

En una enfermedad como la sufrida por Frau Hitler, por lo general hay una gran cantidad de dolor pero ella llevaba su carga inquebrantable y sin quejarse y añadió que Adolf Hitler era un hijo obediente: dormía en el pequeño dormitorio contiguo al de su madre para que pudiera ser convocado en cualquier momento durante la noche y durante el día se cernía sobre la gran cama en la que ella yacía.
Dr. Eduardo Bloch

Rudolph Binion, el autor de Hitler entre los alemanes (1976) ha argumentado que el yodoformo era «totalmente ineficaz, costoso y la solución cáustica causaba una agonía insoportable para el paciente» y cree que el sufrimiento que esta «cura» causó a su madre es quizás el origen de su odio mortal hacia los judíos.

Sin embargo, Ron Rosenbaum, autor de Explicando a Hitler: La búsqueda de los orígenes de su mal (1998), rechaza esta hipótesis, señalando que Hitler más tarde envió a Bloch una postal diciendo que tenía para con él «eterna gratitud», luego de haberle ayudado a escapar hacia los Estados Unidos.

Klara Hitler murió de cáncer el 21 de diciembre de 1907. Hitler comentó al respecto:

Fue la conclusión de una larga y dolorosa enfermedad que desde el principio dejó pocas esperanzas de recuperación, sin embargo, fue un golpe terrible, sobre todo para mí que había honrado a mi padre,pero que por mi madre me había encantado.

Su muerte le afectó profundamente y llevó con él una fotografía suya a donde quiera que fuera y según se afirma, la tenía en la mano cuando murió en 1945.

Opiniones acerca de Klara Hitler

Ian Kershaw, uno de los biógrafos de Hitler ha comentado:

La madre de Hitler vivió en la sombra de su marido, que era un tanto brutal, autoritario, dominante y tiránico padre... ella era como el factor compensatorio, por eso, evidentemente, asfixió al joven con afecto, estropeándolo terriblemente ya que complacía todos sus caprichos.
[Klara Hitler era] una mujer modesta, sencilla y bondadosa. Era alta, tenía el pelo de color marrón que guardaba pulcramente trenzado y una cara larga, ovalada, con ojos de color azul grisáceo muy expresivos.
Eduard Bloch, médico de la familia

Paula Hitler dijo que su madre era

Una persona muy suave y tierna, el elemento de compensación entre el casi demasiado severo padre y los niños muy mimados que eran quizás un poco difícil de manejar. Si alguna vez hubo peleas o diferencias de opinión entre mi padres siempre fue a causa de los niños, especialmente por mi hermano Adolfo que desafiaba la dureza extrema de mi padre y que consiguió por ello grandes golpizas casi todos los días. Con la misma frecuencia por el otro lado mi madre le acariciaba y trataba de obtener con su bondad aquello en lo que mi padre no podía tener éxito mediante la dureza!

Louis L. Snyderha señalado:

La madre de Hitler era un lugar tranquilo, una mujer muy trabajadora, con la cara pálida y solemne y grande ojos mirando con bondad. Ella mantuvo su hogar limpio, trabajado diligentemente para complacer a su marido. Adolf Hitler amaba a su madre indulgente, y ella a su vez, lo consideraba su hijo favorito, incluso si, como ella misma dijo, él fuera un lunático.

Fuentes