El técnico Carlos Ortega ha hecho su primera valoración sobre el rival que se encontrará el Barça en las semifinales de la Champions de balonmano, el THW Kiel, previstas para el próximo 8 de junio en el majestuoso Lanxess Arena de Colonia (Alemania).
Como siempre desde el inicio de este formato en la temporada 2009-10, el Kiel tendrá la ventaja de jugar en su país, igual que otro de los clasificados para la Final Four, el SC Magdeburgo, el vigente campeón que buscará su segunda final consecutiva ante el Aalborg danés. La final se disputará al día siguiente, el domingo 9 de junio.
Ortega ha destacado la variedad de recursos tácticos del Kiel, dirigido por el exazulgrana Filip Jicha, como él campeón de la Champions como jugador y técnico, una lista selecta con sólo otros cuatro miembros: Xavi Pascual, Talant Dujshebaev, Roberto García-Parrondo y Bennet Wiegert, que entró el año pasado en el grupo al reinar en Europa con el Magdeburgo.
"El Kiel es un rival muy duro, con muchos kilos en defensa, mucho lanzamiento exterior, juega con siete, defiende 3:2:1, defiende 6:0. No va a ser fácil porque ya ninguno es fácil", ha dicho Ortega en declaraciones facilitadas por el Barça.
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Tras eliminar el jueves pasado al PSG en cuartos de final, el entrenador azulgrana ya dio una primera pincelada sobre todos los rivales del Barça en la Final Four de Colonia. De superar el Kiel en semifinales, el Magdeburgo o el Aalborg sería su adversario en la lucha por el título europeo.
Filip Jicha, actual entrenador del THW Kiel
"Nosotros somos capaces de ganar y de perder contra cualquiera. En Colonia todos son rivales de entidad. Llegar a la Final Four no es fácil. El Aalborg ha sido la gran sorpresa positiva. Recuperó a Arnoldsen y está dando un rendimiento grandísimo. Tiene una gran plantilla y sería muy difícil ganarles", afirmó el técnico del Barça.
"El Kiel es un rival muy duro, con muchos kilos en defensa, mucho lanzamiento exterior. No va a ser fácil, ninguno es fácil ya"
"¿Y qué decir del Magdeburgo? Son muy pesados", añadió Ortega, que se quejó de que el juego de los alemanes goza de cierta permisividad arbitral.
"Hacen ataques de dos minutos, pasivos al cuarto pase, al 'uno contra uno', jugadores que están siempre al límite de los pasos. Creo que es una cosa que los árbitros tienen que mirar y, a mi modo de ver, castigar un poco más. Es cierto que buscan el gol, pero juegan siempre al límite del pasivo y a veces creo que esto, por el bien del balonmano, habría que castigarlo", afirmó Ortega.