Alfred Stieglitz, el fotógrafo y galerista que cambió todo ⋆ Fotonistas Skip to main content
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Alfred Stieglitz es uno de esos nombres que levantan absoluta admiración cuando se empieza a conocer la historia de la fotografía.

El legado de este gran fotógrafo está no sólo en sus fotografías sino, por encima de todo, en su intensa labor como expositor, galerista, editor, escritor y fundador de variopintos medios cuyo objetivo final era hacer ver al mundo que la fotografía podía ser un arte en mayúsculas, con sus propias reglas y métodos.

En principios del siglo XX esta era una idea impopular, pero gracias a personalidades como la suya esto cambió y, por consiguiente, la fotografía dio un paso al frente.

Genio promotor del modernismo en las artes visuales, con sus cincuenta años de carrera —obteniendo su pico de producción entre 1904 y 1917— alcanzó un estatus de pionero cuyo legado, de no haber existido, quizá nunca habría permitido la obra de Edward Weston, Ansel Adams y Man Ray. La fotografía nunca habría sido la misma.

La fotografía es mi pasión, la búsqueda de la verdad, mi obsesión

Biografía de Alfred Stieglitz

Alfred Stieglitz nació en Hoboken, Nueva Jersey un 1 de enero de 1864, en el seno de una emigrante y adinerada familia alemana de origen judío. Sería el primero de cinco hermanos, dos gemelos y tres hermanas.

Su padre Edward Stieglitz era un teniente de la Unión y comerciante de lana con su propia empresa, que la terminó vendiendo en 1881 para que sus hijos pudieran obtener la mejor educación posible en Europa.

Para entonces, Alfred Stieglitz ya había completado todos sus estudios básicos, pero a sus 27 años no estaba seguro de qué estudiar. Era un apasionado de las artes y de las ciencias, así que no encontraba un oficio que pudiera tener lo mejor de ambos mundos.

Esto cambió al año siguiente, cuando inició sus estudios de ingeniería mecánica en Berlín. En concreto, descubrió la fotografía al decidir matricularse en las clases de química que impartía Hermann Wilhelm Vogel en el Technische Hochschule. Vogel fue un investigador pionero que ofreció importantes avances en el proceso químico del revelado de fotografías.

Stieglitz vio en aquello una oportunidad para entremezclar sus pasiones artísticas y técnicas, por lo que pronto la universidad le permitió realizar costosas investigaciones al respecto.

Ya en 1884, el joven se compró su primera cámara y viajó por toda Europa, fotografiando paisajes y la vida cotidiana, al tiempo que coleccionaba cada vez más material sobre fotografía.

Su estudio autodidacta de la fotografía le permitió ver en ella una nueva forma de arte. Mientras sus constantes viajes iban acompañados de pequeñas participaciones en concursos de fotografía, en los cuales a menudo resultaba ganador.

Habiendo acumulado la friolera de 150 premios, este sería uno de los primeros eventos que le daría notoriedad en la embrionaria comunidad de fotografía europea y estadounidense.

Retrato de Alfred Stieglitz

El pictorialismo versus Kodak (1890-1893)

 

 

Finalmente se instaló en Nueva York en 1890 y ahí empezó a promover la fotografía desde la perspectiva del pictorialismo, a través de ensayos y artículos para revistas especializadas, creando tan buena reputación que en 1893 se hizo co-editor de la revista The American Amateur Photographer.

Pero antes de continuar, hay que definir esto:

 

1. ¿Qué fue el pictorialismo?

 

Fue una corriente artística de finales de s.XIX y principios del s.XX, que tenía como principio la modificación de las fotografías para así volverlas “completas”, con la fuerte convicción de que la fotografía podía ser un arte tan válido como la escultura o la pintura.

Por el énfasis en la manipulación fotográfica, muchas fotos de este movimiento (como las que el propio Stieglitz compuso) se ven borrosas o de tonalidades distintas al blanco y negro, casi como si fueran pinturas: se trataba de una intrincada edición que implicaba procesos complejos que no estaban al alcance de cualquiera.

 

2. ¿Y a qué se oponía el pictorialismo?

 

De esta forma se respondió asimismo al auge de la fotografía amateur gracias a las cámaras compactas de Kodak, que se comercializaron a partir de 1888 como las primeras que capturaban con tan sólo presionar un botón y sin necesidad de un gran equipo. En esencia, había nacido la instantánea, tal como la conocemos hoy.

Era una revolución, pero para los artistas como Alfred Stieglitz también involucró el peligro de que la fotografía se viera como un medio vulgar e insípido, cuando ya de por sí se creía que servía sólo para fines prácticos no artísticos (por ejemplo, con un fin científico).

El éxito de Kodak motivó la creación de la asociación británica Linked Ring en 1892 —club exclusivo de hombres ricos que pretendían validar la fotografía como una nueva forma de arte y ciencia—, de la que Alfred Stieglitz se convirtió en uno de los primeros miembros estadounidenses.

Camera Club y Camera Notes (1896-1899)

 

Para 1896 el grupo se juntó con The Camera Club de Nueva York, de la que Stieglitz se convirtió en vicepresidente. Y una vez en la vicepresidencia fundó la revista oficial del club, llamada Camera Notes.

La publicación era un amplio compilado de fotografías de los miembros y sus escritos, al mismo tiempo que el fotógrafo vendía ya sus obras por Europa y Estados Unidos, lo que logró elaborando sus propias exposiciones a ambos lados del oceano.

Incluso organizó una exposición de su obra en el propio Camera Club en 1899, pero la creciente presión por las críticas a su dirección editorial llevaron a fuertes tensiones dentro del grupo, hasta que finalmente la salud mental de Stieglitz colapsó.

Tras tomar un descanso en su casa en Lake George, Oaklawn —lugar en el que compuso varias de sus fotografías— renunció a la dirección.

Alfred Stieglitz. The incoming boat. 1897

Photo-Secession y Camera Work (1902-1905)

 

 

Lo mejor para Alfred, sin embargo, estaba por venir: en 1902 fundó Photo-Secession como grupo alternativo al Camera Club, en el que pudo obtener un total control creativo y administrativo que le permitió avanzar en su propia carrera y en las de, claro está, sus colaboradores más cercanos.

Al poco tiempo, Camera Notes desapareció y Stieglitz fundó la revista oficial de su nuevo club al año siguiente: Camera Work, con la que aumentó la calidad al máximo, tanto que se consideró la mejor revista de fotografía de su momento.

La publicación resultó clave para que grandes fotógrafos, entre los cuales sobresalía Edward Steichen —estrecho colaborador y amigo de Stieglitz desde 1900—, se dieran a conocer.

En 1904, uno de los columnistas de la revista, Sadakichi Hartmann, inventó el término fotografía pura o fotografía directa, para describir el tipo de fotos que destacaban las características propias del medio, como el tono, el contraste, la nitidez, la profundidad de campo, etc., sin necesidad de manipular la imagen.

Era, en palabras llanas, un rechazo a la fotografía pictorialista de la que Alfred Stieglitz era tan defensor. Sin embargo, Stieglitz empezó a promover este punto de vista en sus publicaciones gradualmente, e incluso se acercó al estilo a partir de 1907 aunque no abandonó el pictorialismo hasta mediados de 1915. Curiosamente, Stieglitz ya había hecho fotografía directa décadas antes, pero no les prestó atención.

Sobre ello entraremos en profundidad más adelante.

 

291 (1905-1917)

 

 

La Photo-Secession y Camera Work pronto tuvieron gran reputación, con un pico de popularidad en 1905 cuando Stieglitz fundó la galería de arte propia del club, llamada Little Galleries of the Photo-Secession, ubicada en la 291 de la Quinta Avenida.

La exposición inaugural tuvo un éxito arrasador en la que Steichen fue el principal triunfador en términos económicos. En 1908 la galería fue rebautizada como 291 por el número de calle en la que estaba ubicada.

Fue una de las primeras galerías controladas por fotógrafos, hito que Stieglitz complementó al exponer no sólo sus fotos y las de sus cercanos colaboradores, como Steichen, Gertrude Käsebier y Clarence H. White, sino que utilizó los espacios para exhibir el arte moderno europeo.

A través de 291, se dieron a conocer entre el público norteamericano las obras de Picasso, Matisse, Cézanne y Marcel Dunchamp. Los trece años que duró la galería permitieron consolidar a Alfred Stieglitz como un maestro de la fotografía y un galerista visionario.

También fue una de las primeras galerías en exhibir arte creado por mujeres. La primera mujer en obtener este mérito fue Georgia O’Keeffe en 1916, quien se molestó porque Stieglitz, en realidad, jamás se puso en contacto con ella para exponer sus pinturas.

Pese a la primera mala impresión, al poco tiempo los dos iniciaron una fuerte conexión emocional que duraría hasta el fallecimiento de Stieglitz en 1946. En 1924 se casaron poco después del divorcio del fotógrafo con su primera esposa, a la que nunca quiso, pues fue una boda de conveniencia.

Estilo visual de Alfred Stieglitz

 

 

Las fotografías de Alfred Stieglitz se dividieron en dos períodos. Por un lado, la fotografía pictorialista (entre 1884 a 1915), y por otro, la fotografía directa (desde 1915 hasta su fallecimiento en 1946).

El cambio entre las dos tendencias no fue radical sino gradual, por lo que algunas fotos del autor parecen híbridas entre las dos formas de entender la fotografía.

De hecho, el pictorialismo, aunque decayó en popularidad tras el fin de la Primera Guerra Mundial, siguió siendo un movimiento sólido hasta mediados de la IIGM.

Entre los sujetos de Stieglitz están los paisajes, los campos, las ciudades, los edificios, y a partir de su transición hacia la fotografía directa, el desnudo femenino (más que nada de su amada y musa Georgia O’Keeffe) y, asimismo, el cielo y sus nubes. No faltaron tampoco los retratos hacia seres queridos y artistas cercanos a Stieglitz, como la fotógrafa Dorothy Norman y la pintora Rebecca Salsbury, a quien también retrató desnuda.

Las fotos de Alfred Stieglitz en ambos periodos presentan una composición cuidada y elegante, valiéndose de buena parte de todos los recursos existentes para componer en una fotografía. Podrá sonar básico, pero os recordamos: eran otros tiempos. Todo su trabajo fotográfico resultó novedoso por esto. Stieglitz denominó a su obra dentro de la fotografía directa como “el estudio de la línea, la forma y el equilibrio”.

Jugó con las luces y sombras (“Sun Rays, Paula”), con los elementos del ambiente (“The Terminal”), con la profundidad de campo (“Katherine-Stieglitz, autochrome”) con el alto contraste y la regla de tercios (“Hand and Ford car”) los primeros planos (“Georgia-O’Keeffe — Hands”) e incluso con la doble exposición (“Dorothy True”).

 

Contexto histórico

 

 

Hoy se da por hecho que la fotografía de hechos corrientes de la vida cotidiana está presente en todos lados porque (casi) todo el mundo tiene una cámara y redes sociales. Este tipo de fotos, si se aplica técnica, puede tener su arte, por supuesto.

Pero en aquel entonces la realidad era otra: la mayoría de la gente ni siquiera tenía una cámara, y tenerla era en todo caso un proceso muy laborioso, salvo con las cámaras Kodak.

Además, la fotografía, que estaba cada vez más al alcance de —más o menos— cualquier persona desde 1890, tenía un estatus marginal.

Escultores, pintores y demás artistas no se tomaban muy en serio la fotografía. A algunos, si acaso, les interesó la fotografía como una extensión de la pintura. Existía el mito de que la fotografía, al ser un invento de la ciencia, no podía caber dentro del arte.

Los fotosecesionistas liderados por Alfred Stieglitz creían que la cámara era una herramienta tal como lo es el pincel para el pintor o la máquina de escribir para el escritor.

Cayeron en el error, eso sí, de inicialmente creer que la fotografía sería más válida como arte si se imitaba la pintura, que era lo que defendía el pictorialismo, aunque después Stieglitz se cambió de bando.

 

Cronología de eventos

 

La vida de Alfred Stieglitz estuvo llena de grandes momentos, muchos de los cuales serían eventos clave para la historia de la fotografía. Os lo resumimos antes de continuar con un repaso a sus obras más influyentes.

1. 1884: Stieglitz compra su primera cámara. Tiempo después declaró que vio la fotografía primero como un pasatiempo, luego como una pasión y, posteriormente, como una obsesión.
2. 1890: Inicia su faceta de columnista especializado en fotografía. Para ese momento, ya llevaba más de un lustro con una exitosa carrera como fotógrafo.
3. 1902-1903: Tras su renuncia a la vicepresidencia de Camera Club, fundó Photo-Secession y la revista Camera Work.
4. 1907: La galería 291 es más popular que nunca y entre las exhibiciones Stieglitz presumió la que se considera como su foto más legendaria: “The Steerage”.
5. 1916-1930: Se enamora de Georgia O’Keeffe, una pintora clave del modernismo estadounidense y que impulsó aún más la creatividad del fotógrafo. Mientras, Stieglitz dirigió otras galerías, The Intimate Gallery y An American Place, e inició su serie “Equivalents”.
6. 1930-1946: Son los años en los que ya se siente desconectado del arte moderno y se dedica por completo a su fotografía. Quedan atrás los tiempos de ensayo, administración de galerías y demás. Sus fotos en este periodo pasarían a ser de su entorno más cercano, en su hogar en el Lago George.

Alfred Stieglitz retrato

Obras de arte de Alfred Stieglitz

 

“The Steerage” (1907)

 

Con “The Steerage”, conocida también como “La cubierta de un barco” o “El entrepuente”, Stieglitz quiso demostrar que capturar de una determinada forma la realidad podía tener su belleza: lo sobresaliente de esta foto es el uso innovador de las formas y líneas con las que compuso.

La obra presenta a emigrantes alemanes que fueron deportados de Estados Unidos, por lo que se ven obligados a ir a su tierra natal. La llegó a considerar su primera foto modernista y la promocionó múltiples veces en Camera Work.

La composición muestra dos espacios separados por el puente que, a su vez, debido a su tono, gana protagonismo y ayuda a transmitir el contraste entre ambos lados.

La vista inferior se diferencia de la de arriba porque las prendas blancas se unen como un patrón repetido, que no existe en el otro extremo de la imagen, que si se ve con detalle muestra que unos son clases privilegiadas y los otros, abajo, son menos afortunados.

Cabe destacar que Stieglitz apenas se interesó alguna vez en realizar fotografías de carácter social o de denuncia. Él en esta escena sólo vio un conjunto de patrones perfectos para componer una gran foto. Y lo logró con creces.

Se sabe que Alfred Stieglitz se sentó a esperar que la escena luciera lo suficientemente interesante. Esta sería, asimismo, una de las primeras veces que mostró su cambio hacia la fotografía directa, dejando atrás el intencional grano y suave desenfoque que suele ser frecuente en el pictorialismo, aunque la foto sigue presentando características de este.

“Torso de Georgia O’Keeffe” (1918-1919)

 

Más que una foto en concreto se trata de una serie de fotografías que compuso Stieglitz del torso desnudo de la pintora, que presumió en múltiples exhibiciones. El objetivo, lejos de ser solo una pretensión pornográfica o fetichista, era de carácter técnico-artístico.

Se trataba, una vez más, de la exploración de las formas en la composición fotográfica: el encuadre mantiene anónima a la mujer de tal manera que resulta íntimo e invita a observar las líneas que se forman sobre su cuerpo.

“Equivalents” (1922-1935)

 

En 1922 las fotografías de Alfred Stieglitz empezaron a ser criticadas porque “no tenían contenido, pues las fotos per se no son buenas: lo interesante lo ponen los retratados”.

En respuesta Stieglitz decidió fotografiar el cielo y las nubes. Poco más. Y a través de ello pretendía revelar su propio decaído estado anímico.

Inventó para la serie “Equivalents” la teoría de la equivalencia: que el artista lograse transmitir cualquier emoción e idea a través de la fotografía por más sencilla que fuera esta e incluso si no existe rastro de humanidad en la obra. En resumidas cuentas, se trata de simbolismo.

Según sus palabras, “Equivalents” era el resumen de sus cuarenta años de experiencia en la fotografía. Declaró:


“A través de las nubes quería dejar constancia de mi filosofía de la vida, mostrar que mis fotografías no se debían a un tema, ni a árboles, ni a rostros, ni a interiores, ni a privilegios especiales. Las nubes están ahí para todo el mundo, libres de impuestos hasta ahora”.

 

Realizó las imágenes a sabiendas que podían ser interpretadas de mil formas, pero eso formaba parte del trabajo.

Porque en la fotografía, a diferencia de la pintura, no se puede crear la realidad desde cero, se debe construir a partir de lo real. Y la composición se trata de seleccionar ciertos elementos que simbolizan los sentimientos e ideas de quien captura.

Menciones honoríficas

 

 

1. “Sun Rays, Paula” / “Rayos de Sol” (1889)

 

Una de sus primeras obras dentro de la fotografía directa fue hecha a su amante Paula en 1889, pero no la exhibió hasta 1921. Desde entonces, la foto se recuerda como una de las más memorables del autor. Sobresale el uso de la iluminación y la escena llena de detalles.

 

2. “The Terminal” (1904)

 

Capturada con una cámara que los profesionales detestaban por ser de “mala calidad”, Stieglitz la seleccionó porque su formato pequeño le permitía llevarla de una manera más cómoda y adaptable a la siempre acelerada vida callejera.

La foto puede considerarse otro híbrido temprano entre el pictorialismo y la fotografía directa. Aparte de hacer fotografía callejera en tiempos en los que ni siquiera existía el término, resultó estimulante su uso de la arena, el viento o la lluvia, como se ve aquí, para agregar un efecto de suavizado a la imagen.

 

3. The Hand of Man (1902)

 

Foto histórica de Alfred Stieglitz en su etapa pictorialista, en la que se ve la influencia que tuvo sobre él la creciente vanguardia de los impresionistas en el mundo de la pintura, quienes observaban en la maquinaria moderna un sujeto a explotar para sus interesantes composiciones.

Libros

 

 

Por desgracia la mejor bibliografía sobre el autor se encuentra exclusivamente en inglés, pero de todos sus títulos os destacamos los siguientes:

“Camera Work: The Complete Image Collection” (2019): Recopilación de lo mejor en fotografía y dibujo publicado en Camera Work en sus catorce años de existencia.

“Alfred Stieglitz: A Legacy of Light” (2011): La académica Katherine Hoffman reconstruye la etapa madura de Alfred Stieglitz de 1915 a 1946, analizando su legado como editor de galerías y revistas y la influencia de su vida personal sobre su arte. Todo ello con 300 fotografías de por medio, incluyendo correspondencia inédita entre O’Keeffe y Stieglitz.

“Modern Art and America: Alfred Stieglitz and His New York Galleries” (2001): La autora Sarah Greenough detalla el legado de Stieglitz como galerista en este libro de más de 600 páginas que recopila 350 obras exhibidas en las galerías del autor.

 

Citas

 

“Donde quiera que haya luz se puede fotografiar”.

“Los fotógrafos deben aprender a no avergonzarse de que sus fotografías parezcan fotografías”.

“La capacidad de hacer una fotografía verdaderamente artística no se adquiere de repente, sino que es el resultado de un instinto artístico junto con años de trabajo”.

“Este es el poder de la cámara: captar lo familiar y darle nuevos significados, un sentido especial mediante la marca de una personalidad”.

“Mis fotografías son una imagen del caos del mundo y de mi relación con ese caos. Mis impresiones muestran la constante alteración del equilibrio del hombre en el mundo, y su eterna batalla por restablecerlo”.

El legado de Alfred Stieglitz

 

 

Por si os gusta el dato: en 2006 se hizo una película de romance para televisión sobre la vida de Georgia O’Keeffe, en la que el actor Jeremy Irons interpreta al fotógrafo.

Alfred Stieglitz dejó un total aproximado de 2500 fotografías, de las cuales Georgia O’Keeffe donó más de 1600 a la Galería de Arte de Estados Unidos, una ordenada colección disponible en línea conocida como Key Set. Cubre gran parte del trabajo fotográfico de Stieglitz, desde su primera etapa en el pictorialismo a sus fotos de nubes, los nudes de O’Keeffe, Salsbury u otras mujeres y un sinfín de retratos de sus seres queridos.

Alfred Stieglitz influyó sobre Paul Strand, a quien se le considera el padre de la fotografía directa, que a su vez se convirtió en un referente de la fotografía abstracta junto a Stieglitz (por su serie Equivalents), László Moholy-Nagy y Man Ray.

Asimismo, gracias a Stieglitz, la fotografía directa se convirtió en el género predilecto de Imogen Cunningham, Edward Weston y Ansel Adams, quienes a su vez se convirtieron posteriormente en las voces líderes del movimiento Grupo f/64, que les consolidó como un antes y un después en la fotografía estadounidense y, por extensión, occidental.

Los principios del Grupo f/64 se tomaron como base para el posterior desarrollo de la fotografía social tras la Gran Depresión, en las que las obras de Dorothea Lange, W. Eugene Smith, Berenice Abbott y Walker Evans empezaron a impactar en todo el país. Más tarde, Lisette Model, Weegee y Diane Arbus completaron el camino en el desarrollo de la fotografía social norteamericana.

Y por si eso os suena a poco, Stieglitz impulsó directamente las jóvenes carreras de futuras leyendas como Edward Weston y Todd Webb.

El 13 de julio de 1946, tras días de haber entrado en coma después de un derrame cerebral, Alfred Stieglitz falleció. Tenía 82 años y le acompañaban en el hospital Dorothy Norman y Georgia O’Keeffe.

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